El peso es uno de los principales problemas que preocupa a muchas personas
Con tal de lograr el peso hemos sido capaces de hacer de dejarnos de lado y boicotearnos, pero ¿realmente es el peso la solución a nuestros problemas?
Fran Sabal, autora del libro Nutrición Emocional y especialista en gestión emocional, nos habla de cómo entender el peso de la Nutrición Emocional puede ayudarnos a ser más felices y lograr así nuestros objetivos
El peso es uno de los principales temas que preocupan a muchas personas y que, si no lo abordamos desde una perspectiva sana y realista, puede desencadenar en problemas de salud y autoestima.
Y es que, con tal de lograr alcanzar el peso deseado hemos sido capaces de dejarnos de lado, boicotearnos, castigarnos y hacernos pasar hambre si era necesario para conseguirlo, pero ¿por qué? ¿Qué queremos conseguir? ¿Aceptación? ¿Amor? ¿Realmente es el peso la solución? ¿De verdad creemos que con menos kilos seremos más felices?
Fran Sabal, autora del libro Nutrición Emocional y especialista en gestión emocional, nos comenta desde la perspectiva de la nutrición emocional que el peso solamente es un reflejo de nuestro interior y de temas mucho más profundos, relacionados con nuestra historia, con nuestra vida. “No somos simplemente un peso. Nuestro peso es el resultado de una serie de pensamientos, emociones y acciones. Por esto, si queremos adelgazar y que el resultado se mantenga en el tiempo, es importante trabajar todas nuestras áreas como ser humano, mental, emocional, física y espiritual, así es como lo hacemos desde la perspectiva de la nutrición emocional, y obtenemos resultados a corto, mediano y largo plazo” afirma Fran.
La Nutrición Emocional habla de que somos seres integrales, complejos, un todo donde el peso no es más que una parte dentro de un todo. “Si fuera tan sencillo como sumar y restar calorías, ¿por qué hay índices tan grandes de obesidad en el mundo?” afirma la experta.
Por tanto, ¿cómo entender el peso desde la perspectiva de la nutrición emocional?
Según la terapia cognitiva conductual: así como pensamos, sentimos; así como sentimos, actuamos; y así como actuamos tenemos nuestros resultados.
Los problemas de peso, en su mayoría, parten de la base de nuestros pensamientos y como no somos capaces de canalizar las emociones que nos hacen sentir, recurrimos a la comida, que es la forma más sencilla para acallarlas.
La Nutrición Emocional nos propone trabajar en la gestión de las emociones, hacerles un espacio, escucharlas, entender para qué han venido, comprenderlas y abrazarlas. Este es un gran paso para comenzar a sanar con la comida: entender que la comida está para alimentarnos y no para anestesiarnos.
Cuando trabajamos desde la curiosidad por conocernos, desde el amor y respeto hacia nosotros mismos, nos damos cuenta que lo primero es aprender a aceptarnos tal cual somos, y, desde esta energía de aceptación y amor, la disminución de peso es inevitable, ya que queremos cuidar nuestro cuerpo, con lo cual elegir lo mejor para él, nos resulta muy fácil.
En la Escuela de Nutrición Emocional trabajan todos estos temas en profundidad con miles de alumnas en todo el mundo que han conseguido cambiar sus vidas a mejor gracias a la perspectiva de la Nutrición Emocional.