Valentín Bueno, presidente del Partido Popular de Villarrobledo (Albacete), junto con concejales, afiliados y simpatizantes del partido popular, ha denunciado el trato que reciben en concreto, los votantes del PP, y en general, los ciudadanos de Villarrobledo, por parte del alcalde Alberto González, con su actitud soberbia y machista en los Plenos del ayuntamiento.
La actitud del alcalde socialista hacia los concejales del PP es de carácter vejatorio, a los que molesta, maltrata verbalmente, ningunea, interrumpe, intentando eliminar a la única oposición que hay en el ayuntamiento de Villarrobledo, que es el Partido Popular, mientras que con concejales de otro partido, muestra una actitud de respeto.
Concretamente, en el último Pleno se vio su actitud machista y misógina, atacando y expulsando a una concejal del PP, simplemente por ser mujer; y ha relatado Bueno que “al comienzo del Pleno, ya empezó con un abuso de poder, con continuas interrupciones, reiterados cortes de palabra, y menosprecio al concejal del PP, Bernardo Ortega, para que no expusiera lo que tenía que decir, ya que no le interesaba”.
Valentín Bueno ha dejado clara la persecución política contra los concejales del PP, y ha explicado que “cuando el concejal de SPV expuso, con los mismos argumentos, la falta de acuerdo para el hermanamiento con Irún, siendo uno de ellos la factura de más de 600 euros presentada con ocasión de la visita del alcalde de Irún en la feria de 2015, el alcalde lo escuchó y no le quitó la palabra, cosa que sí hizo cada vez que el concejal Bernardo Ortega quería exponer sus razones”.
Parece ser que la factura de hoteles y comidas sí podía ser presentada y argumentada por el concejal de SPV, y no por el concejal del PP; pero, en palabras de Bueno, “el alcalde se tragó el menú por segunda vez”.
El trato misógino que utiliza el alcalde socialista tanto en Plenos como en Junta de Gobierno ya ha sido denunciado en otras ocasiones, haciendo caso omiso de estas denuncias. Bueno ha insistido en la situación vivida en el último Pleno, en el que después de llamar la atención en reiteradas ocasiones al concejal Bernardo Ortega, a consecuencia de las provocaciones del propio alcalde, no se atrevió a expulsarlo, y sí lo hizo con la concejal Amalia Gutiérrez, simplemente por el hecho de ser mujer y tomar la palabra, lo que demuestra ese carácter misógino y machista que caracteriza al alcalde Alberto González.
Bueno le da un consejo al alcalde y es que “escuche y hable con la oposición”, y concretamente sobre la concejal expulsada ha dicho que “es una gran mujer, una gran concejal, una gran trabajadora, una persona con soluciones, colaboradora, fiel hacia Villarrobledo, preocupada por sus vecinos, y es una concejal que lo malo que tiene para el alcalde, es simplemente ser mujer”. Ha reivindicado que “todos somos Amalia; todos somos mujer”.
Ha recordado Bueno cómo “se le olvidaron los buenos propósitos que expresó en el inicio de la legislatura, cuando decía que él no iba a echar a nadie de un Pleno, que siempre les iba a dejar hablar; no lo cumple y encima echa a una mujer, simplemente por el hecho de serlo”.
Valentín Bueno ha hecho la misma oferta desde el Partido Popular, que es el diálogo y hacer políticas para el beneficio de Villarrobledo. Ha dejado claro que “la única razón del gobierno de izquierdas radical que hay en Villarrobledo es aniquilar al Partido Popular de la vida política de la localidad”.