Ante las acusaciones del grupo popular sobre el destino del superávit presupuestario, la alcaldesa de la ciudad, cree que Carlos Cotillas “ha perdido el sentido común”
A preguntas de los medios sobre las dudas del grupo popular sobre el destino del superávit presupuestario del pasado año, lnmaculada Jimenez, alcaldesa de la ciudad, ha dicho que se trata de un asunto que huele a rancio porque el concejal Carlos Cotillas se ha enrocado en un discurso en el que la ciudadanía se ha dado cuenta que “ha perdido el sentido común”. Como se recordará, los populares han reclamado que se destine este superávit a inversiones productivas en lugar de pagar deuda, un asunto que el Equipo de Gobierno tiene claro al declarar que va a hacer una gestión eficiente de las cuentas municipales para, “no poner en jaque la situación económica del Ayuntamiento de Tomelloso”.
Jiménez explicó que el Ayuntamiento de Tomelloso cerró el año con un superávit de algo más de 3 millones de euros, un superávit que la alcaldesa no ha puesto en duda, pero que “tiene su trampa”, dado que los ingresos de 2014 estaban presupuestados a la baja, manifestó Jiménez, con lo que es fácil así obtener ese beneficio.
Inmaculada Jiménez aseguró que va a ser una alcaldesa “honrada y buena gestora para Tomelloso” y no pondrá en riesgo al Ayuntamiento ni a sus vecinos. Así, el equipo de gobierno, “de manera muy sensata” señalaba, de esos 3 millones va a destinar a inversiones 700.000 euros, “no porque nosotros queramos, sino porque tenemos un informe de intervención que dice que se puede”. Con esta cantidad se va a llevar a cabo el proyecto de la rotonda presentada en la zona de estación de autobuses, la toma flotante del Pantano de Peñarroya, “un problema al que le han ido dando largas desde 2012” y una actuación de eficiencia energética.
El equipo de gobierno entiende que el resto del superávit debe ser usado en amortizar la deuda ya que, explicó la alcaldesa, si no se amortiza deuda y se gasta mucho superávit, pasan a formar parte del presupuesto del año 2016, con lo que si no se hace una buena gestión, el Ayuntamiento puede ir de nuevo a un plan de ajuste. Sería una situación que ni Jiménez ni el Equipo de Gobierno quieren, manifestó, ya que lo que se persigue es que el consistorio pague a los proveedores en tiempo y forma, a todos los trabajadores municipales, a mantener todos los servicios y además a crear más. Por todo esto, tildó de “incongruente” la actitud de Cotillas, además de recordar que en 2014, con un superávit de más de 2 millones de euros, solo destinó 180.000 a inversiones.