Más de un centenar de personas han participado en el programa “Más activos” que promueve la Concejalía de Deportes
Las clases se han desarrollado desde finales de mayo hasta septiembre
Se ha trabajado “fuerza, movilidad… y la risa; algo que a todos nos viene muy bien”
Esta semana se ha procedido a la clausura del programa de actividad física para mayores de 60 años “Más activos” que promueve la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de La Roda y que este año coincide con la declaración de La Roda como Villa Europea del Deporte.
En total cuatro grupos de personas, más de un centenar de mayores, se han beneficiado de estas sesiones para fomentar la movilidad y el bienestar que dieron inicio a finales de mayo y que ahora tocan a su fin; aunque el concejal de Deportes, Javier Escribano, apuntó que hasta el inicio de un nuevo programa en mayo, el ayuntamiento colaborará con el centro de mayores de la localidad para la cesión de espacios municipales con el fin de que estos buenos hábitos no se pierdan.
La entrega de diplomas y clausura se ha venido haciendo durante esta semana. El miércoles se realizó para los dos grupos de los lunes y miércoles, concluyendo este jueves con la recepción de quienes acuden los martes y jueves a estas dinámicas.
Javier Escribano realizó un balance muy positivo de esta edición que ahora termina, puesto que en este año se ha registrado mayor continuidad en cuanto a asistencia, siendo muy favorable la proporción de matrículas con la de diplomados al final del curso. Algo muy a tener en cuenta, por lo complicado que resulta tomar el hábito de acudir a clase. Añadió el concejal de Deportes que el Ayuntamiento de La Roda seguirá apostando por este tipo de actividades.
Por su parte, el alumnado se mostró encantado al comprobar los beneficios que aporta este tipo de actividades que además les sirve para socializar y la posibilidad de practicar deporte en entornos tan ideales como el parque de La Cañada o el visitar otras instalaciones municipales como la piscina climatizada.
En ese sentido, los monitores responsables de impartir las clases valoraron muy positivamente la experiencia y destacaron el favorable cambio que en los usuarios se produce. Se ha trabajado “fuerza, movilidad y, sobre todo, la risa; algo que a todos nos viene muy bien”, comentaba Daniel, uno de los monitores.
Y para cerrar tantas mañanas de convivencia y de deporte al aire libre, un desayuno compartido y la foto de familia para el recuerdo en la que mostraron con orgullo ese diploma que certifica su constancia, esfuerzo y compromiso con ellos mismos, su salud, bienestar y calidad de vida.
