La consejera Portavoz, Esther Padilla, ha subrayado que se trata de prestaciones que velarán por que la radiación se utilice de manera segura y efectiva con el mayor beneficio para los pacientes, mientras se minimiza la exposición de los profesionales.
Padilla ha señalado que, tras este anuncio, el Ejecutivo regional ha cumplido su compromiso de llevar dichos servicios a las cinco provincias de la región.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha licitado por 2,7 millones de euros la dotación para los nuevos servicios de Radiofísica y Protección Radiológica de los hospitales de Cuenca y Guadalajara.
Tal y como ha explicado en rueda de prensa la consejera Portavoz, Esther Padilla, se trata de los nuevos servicios que conllevan “una labor compleja y trasversal”, indispensables para que la radiación se utilice de manera segura y efectiva con el mayor beneficio para los pacientes, mientras se minimiza la exposición de los profesionales en el entorno médico. “Es decir, son fundamentales para que no se emita más radiación de la que el cuerpo humano debe recibir, según la indicación que determina cada profesional”, ha aclarado.
Esther Padilla ha insistido en que, tras la llegada de Emiliano García-Page al Ejecutivo regional, se adquirió el compromiso de implantar los servicios de Radiofísica y Protección Radiológica en las cinco provincias de la región, puesto que solo Ciudad Real y Albacete contaban con ellos antes de 2015. En el caso de Toledo, se pusieron en marcha tras la construcción del nuevo hospital universitario en 2021 y, tras el anuncio de hoy, se extenderá finalmente a las cinco provincias al incluir también los hospitales de Cuenca y Guadalajara.
“Este compromiso será una realidad en torno a un mes, cuando todos los hospitales de las capitales de provincia de nuestra región, tengan los dos servicios creados y funcionando, sin tener que recurrir a empresas externas como anteriormente ocurría”, ha destacado Padilla.
En el presupuesto de la licitación se incluye, por un lado, el coste de los diferentes dispositivos y equipos y, por otro, el coste del mantenimiento integral durante tres años de los equipos y sistemas licitados, que comenzarán a contar tras la finalización de la garantía de dos años exigida en los pliegos.
