Aunque existen dos relatos sobre el hallazgo de la imagen, el más documentado se remonta al año 1198, cuando el Capitán Alonso Pérez de Sanabria conquistó la fortaleza de Peñarroya con la ayuda de caballeros de la Orden de San Juan y Santiago
El pasado viernes, 8 de septiembre, el pueblo de Argamasilla de Alba se unió en una misa de campaña para conmemorar el 825 aniversario del histórico hallazgo de la venerada imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Encarnación de Peñarroya. Este importante evento tuvo lugar en la Glorieta, un espacio emblemático ubicado en el corazón de la localidad, entre el Ayuntamiento y la iglesia parroquial de San Juan Bautista, y contó con la participación de la Agrupación Musical “Maestro Martín Díaz” y la Coral Polifónica Cervantina.
Oficiada por el párroco local Ángel Moreno, la misa contó con las asistencias del vicepresidente de las Cortes, Santiago Lucas-Torres, acompañado de la alcaldesa, Sonia González, el equipo de Gobierno; varios miembros de la Corporación Municipal; representantes de las hermandades de la Virgen de Argamasilla de Alba y de La Solana, con sus presidentes al frente, Cristóbal Jiménez y Rosa Sánchez, respectivamente, junto a cientos de devotos.
En la homilía, el párroco local recordó un acontecimiento trascendental que marcó hace 825 años la historia de la comarca de Peñarroya: “El regalo divino de Nuestra Santísima Virgen de Peñarroya. En plena Edad Media, en el seno del Castillo de Peñarroya, una estrella comenzó a brillar con una luz que ha iluminado nuestras vidas a lo largo de los siglos”.
Moreno subrayó: “Lo que alguna vez fue un lugar destinado a las contiendas y las batallas se convirtió en un refugio de paz y luz, un punto de encuentro para todos nosotros. En este día de celebración, es esencial recordar que ninguno de los pueblos que honra a Nuestra Santísima Virgen debe sentirse huérfano, porque tenemos una madre que nos guía y nos protege”. Así que, en esta fecha significativa, recordemos que “hace 825 años nació una estrella, y esa estrella sigue brillando en nuestros corazones, guiándonos con su luz y amor”.
Aunque hay dos relatos sobre el hallazgo de la imagen, de la que más referencias existe es la que se remonta a tiempos lejanos, al año 1198, cuando el Capitán Alonso Pérez de Sanabria conquistó la fortaleza de Peñarroya con la ayuda de caballeros de la Orden de San Juan y Santiago.
La leyenda narra que, en ese tumultuoso año, un cautivo árabe, al borde de la decapitación, tomó la decisión de revelar un valioso secreto a cambio de salvar su vida. Con la clemencia otorgada, Allen Llec reveló la ubicación de Nuestra Señora de Peñarroya, escondida en lo más profundo del Castillo, en una bóveda en la ermita del despeñadero. El descubrimiento tuvo lugar el 8 de septiembre, una fecha que celebra la advocación mariana en numerosos municipios españoles. Este evento, según el investigador Ramón Antequera, dio origen a la venerable Hermandad o Cofradía de Alabarderos en honor a Nuestra Señora de Peñarroya.
La imagen encontrada, hoy desaparecida, era una talla de madera policromada de traza bizantina. Según las investigaciones, se cree que esta imagen fue objeto de culto por parte de los antiguos cristianos de la región en el templo de Santa María del Guadiana durante la época visigoda.
La celebración del 825 aniversario del hallazgo de la imagen Virgen de Peñarroya es un testimonio de la profunda fe y devoción que continúa uniendo a Argamasilla de Alba en torno a su patrona. Este evento se suma a la rica historia de la localidad y fortalece los lazos que conectan a las generaciones pasadas, presentes y futuras en esta tierra llena de historia.
