Organizado por la Biblioteca Municipal, Blas de Salcedo, con la colaboración de un grupo de voluntarios locales, se celebra siempre el último sábado de junio con dos objetivos: sacar la biblioteca a la calle, acercando la cultura al pueblo, pero también conseguir fondos que se destinan luego a adquisición de libros o elementos multimedia, para lo que se pide la opinión de los socios.
Este fin de semana se ha celebrado el Mercadillo del Libro de Segunda Mano de Fuentenovilla. Con fecha fija en el calendario, siempre el último sábado de junio, el objetivo es el de sacar la biblioteca a la calle, acercando con ello la cultura al pueblo.
Lo organiza cada año la Biblioteca Municipal, Blas de Salcedo, con el apoyo de un grupo de voluntarios, y del Ayuntamiento de Fuentenovilla. Este año ha llegado a su IX edición.
Así, con donaciones de los propios fuentenovilleros, se instalan dos grandes puestos de libros, a ambos lados de la Plaza Mayor y a los pies de la famosa Picota, que preside la vida local.
El Mercadillo abría a las once de la mañana. Sus fondos son donaciones de vecinos y visitantes, de manera que, al mismo tiempo que se le da una segunda vida a libros que pueden servir de inspiración a nuevos lectores, sirve también para recaudar fondos que se destinan a nuevas adquisiciones para la Biblioteca.
Además, en un día de marcado acento cultural, se organizan actividades para todos los públicos. Así, el sábado, por la mañana, se llevó a cabo el cuenta cuentos “Cuentos en prosa y verso para toda la familia”. Luisa Borreguero, en una actividad intergeneracional, desarrolló diferentes narrativas, de Guadalajara pero también de cuentos del mundo.
Por la tarde, el mercadillo volvía a abrir a partir de las cinco de la tarde. A las 19 horas tenía lugar una yincana literaria, en la que participaron los voluntarios de la biblioteca, niños del CRA PIMAFAD y vecinos. Igualmente, todas sus actividades se desarrollaron por la Plaza Mayor. “Lo más importante es que los vecinos se involucren en una actividad cultural inclusiva, que se abre a todas las personas de Fuentenovilla”, destacaba José Vicente Monge, bibliotecario y organizador del evento, que agradecía además la gran ayuda recibida por parte de los voluntarios. “Sin ellos, y sin la colaboración del Ayuntamiento, sería imposible llevarla a cabo”.
Cada año, el Mercadillo incorpora actividades. Este año, por ejemplo, se han impreso lonas y pegatinas, además de las clásicas camisetas para los voluntarios, y se ha dado cabida a la yincana literaria. “Intentamos sumar novedades atractivas para el público. Y, por supuesto, invitamos a todo el mundo a conocer Fuentenovilla, precioso pueblo de La Alcarria”, termina Monge.
Todo lo recaudado por la venta de los libros de ocasión va destinado a nuevas adquisiciones, libros y multimeda, para la Biblioteca Blas de Salcedo. Para ello, se les solicita opinión a los lectores. Y se tiene en cuenta.
En la actualidad, la biblioteca tiene 673 socios con carnet y 7000 volúmenes -1800 multimedia- abre cada día, de lunes a viernes, de cuatro a ocho de la tarde, y además, lleva a cabo una actividad extraescolar semanal, bien sea de animación a la lectura, talleres de informática, para aminorar la brecha digital con los mayores u otras. En los últimos meses, se ha creado un club de lectura adulto, muy dinámico, que incluye visitas a otros pueblos. Los fondos principales son los de narrativa, infantil y juvenil, pero también cuenta con volúmenes de materias.
Por su parte, Montserrat Rivas, alcaldesa de Fuentenovilla, destacaba lo importante que es sacar la Biblioteca a la calle. “Si todos los días la tenemos abierta, ir más allá, sacarla a la calle, es muy importante”, señalaba. La alcaldesa daba las gracias por su trabajo a Jose Vicente Monge y a María Murillo, concejala de Cultura, que lo han organizado todo, con el apoyo del resto de concejalías y trabajadores municipales. “Pero lo más importante es que el Mercadillo se lleva a cabo con voluntarios de Fuentenovilla”, añadía. Por último Rivas señalaba que en un pueblo pequeño pequeño, la Bibioteca es imprescindible. “Tiene que estar, además como está en Fuentenovilla, no quedándose en el edificio, sino acercando la cultura al pueblo”, terminaba.
En el mismo sentido se expresaba Maria Murillo, que anunciaba, para este verano, un amplio programa cultural.
