Es muy importante estar alerta estos signos de alarma en una enfermedad que afecta a 1 de cada 100 personas, pero sólo se diagnostica a 1 de cada 10.
La celiaquía es una patología inmune provocada por el gluten en individuos genéticamente susceptibles a él. El tratamiento consiste en llevar una dieta sin gluten de por vida, es decir, en su mayoría alimentos de origen natural evitando los elaborados de forma industrial ya que es más fácil que se utilice gluten en su elaboración. Por suerte la sociedad es más consciente de esta enfermedad y ahora existe una amplia gama de alimentos sin gluten para que no sea una tarea difícil encontrarlos y los celíacos puedan hacer vida normal. Pero, es una enfermedad afecta a más personas de las que se le diagnostica, y saberlo de forma precoz, les facilitaría mucho su calidad de vida ¿Por qué?
La enfermedad celiaca no sólo afecta al aparato digestivo, que es lo que mucha gente cree (vómitos, diarrea, pérdida de peso, fatiga, dolores abdominales, sólo se dan en el 20% de los casos). Esta enfermedad también, puede afectar a cualquier parte del organismo, donde el estado de la dentadura, es una de las principales señales de alarma de la enfermedad y la gente no lo sabe.
“Por este motivo, son muchos los pacientes que pasan muchos años sin diagnosticar (sólo 1 de cada 100 personas son diagnosticadas y en realidad afecta a 1 de cada 10). Es muy importante conocer otras señales de de alerta para conseguir un diagnóstico precoz y mejorar así la calidad de vida del paciente con un tratamiento muy sencillo. El estado de nuestros dientes es clave para el diagnóstico, ya que la mitad de los pacientes celiacos tienen alteraciones dentales” detalla el odontólogo Iván Malagón, director de Iván Malagón Clinic.
¿Qué señales nos da el estado de la boca para saber si padecemos celiaquía?
Esmalte: Sobre todo en el esmalte dental. Se dan casi en el 50% de los pacientes celiacos. En la niñez se pueden empezar a vislumbrar indicios de que se es celíaco. Los defectos en el esmalte son uno de los primeros síntomas que aparecen en niños. ¿Cómo saber si un niño puede tener defectos en el esmalte? “Es muy sencillo, si el niño suele tener muchas caries pese a llevar una higiene normal, si se nota cierta decoloración en el esmalte, como manchas blancas amarillas o marrones y si se fractura habitualmente los dientes o se los notas astillados probablemente, se debe a que su esmalte dental es deficiente.” Afirma el doctor Malagón. Los pequeños intolerantes al gluten no absorben bien todos los nutrientes necesarios, y eso se refleja en nuestra boca. Padecen niveles más altos de placa, dientes descoloridos (debido a una mala mineralización) y, por tanto, una capa de esmalte mucho más débil, frente a las agresiones externas. También suelen sufrir más sensibilidad dental, consecuencia de todo lo anterior, siendo más vulnerables a padecer enfermedades gingivales.
“Si la enfermedad se desarrolla en la etapa adulta, con todos los dientes y muelas ya formados la decoloración de los dientes no es tan característica por esa falta de nutrientes al formarse las piezas dentales, pero sí que se apreciará una mayor predisposición a las caries y problemas de encías”.
Síntomas cavidad bucal: Las llagas y lesiones bucales y la lengua inflamada también son otros de los síntomas que se pueden experimentar, tanto siendo niño como en la etapa adulta” añade el doctor Malagón. “Estas lesiones bucales desaparecen solas, pero pueden reaparecer, afectando mucho la calidad de vida del paciente” añade. Otro síntoma es el “síndrome de la boca seca” al alterar las glándulas salivares, disminuyendo la producción de saliva. Esto provoca una gran sequedad en la boca que llega a dificultar la deglución, provocar mal aliento (halitosis) e incluso dificulta el habla. Esto, además, favorece la aparición de caries y problemas de encías, ya que la saliva es la encargada de regular la acumulación de bacterias en la boca y de contrarrestar sus efectos.
“Otros signos de alerta no dentales que da esta enfermedad ser síntomas en la piel (dermatitis herpetiforme), anemia, Infertilidad, aumento de las transaminasas, migrañas, alteraciones neurológicas. Tenerlo en cuenta es importante para conseguir un diagnóstico precoz, tan importante en estos casos”, detalla el experto.
¿Cómo ponerle solución?
“Lo primero que hay que hacer las pruebas para comprobar de verdad que se es alérgico al gluten o intolerante, y una vez diagnosticada la fuente de estos problemas, la solución es siempre seguir una dieta libre de gluten. En el caso de que se haya diagnosticado por las anomalías orales, será necesario también solucionar los problemas que se hayan causado (caries, dientes astillados…etc).” Indica el odontólogo. “Los profesionales sanitarios y pacientes debemos estar concienciados para sospecharla y diagnosticarla a tiempo, ya que mejorará notablemente la calidad de vida del paciente”, concluye el doctor.
Por lo tanto, en numerosas ocasiones el dentista puede percatarse antes que nosotros mismos de que somos celíacos debido a la sintomatología y derivarnos al médico especialista para que nos cercioremos haciéndonos las pruebas.
