El Pabellón Vicente Paniagua acogió, durante toda la tarde de ayer, el X Torneo de Navidad de Tenis de Mesa, una tradicional competición deportiva que cumple su décima edición con la participación de más de 70 personas. Fue un torneo de carácter benéfico, ya que la recaudación se destina a la Asociación Castellano-manchega de Fibrosis Quística. El Presidente del Instituto Municipal de Deportes, Javier Ortega, acudió al pabellón para acompañar a José María Bobo, director del Club y de la Escuela de Tenis de Mesa de Alcázar.
José María Bobo calificaba como motivo de orgullo el éxito de participación de este evento: “Cuando ha venido esta mañana a entrenar gente de Madrid y de otras ciudades de la zona, y han visto lo que tenemos aquí montado con tantos niños, no se creían que hubiera tanta afición”. La gran presencia de niños y niñas desde las edades más tempranas en el torneo, de acuerdo con el director del Club y de la Escuela de Tenis de Mesa, supone un indicativo del futuro del ping-pong en Alcázar de San Juan: “Todas las edades y categorías son importantes, pero los pequeños son la vía a través de la que este deporte puede seguir creciendo”, indicaba.
Por su parte, Javier Ortega comenzó felicitando al Club de Tenis de Mesa de Alcázar por la popularidad de esta edición del torneo, así como por el trabajo que vienen haciendo estos años, cuyo fruto recogen con la consecución de competiciones como esta: “Es un club que cuida la cantera desde los más pequeñitos, habiendo en este torneo una mesa más bajita de lo normal para que puedan jugar los prebenjamines, pero que también cuenta con secciones de mayores”. El club ha implementado incluso una sección de tenis de mesa adaptado, en el que “personas con discapacidad disfrutan y participan, algunos incluso perfeccionando su técnica, ya que vienen durante todo el año haciendo torneos de este tipo”, concluía el Presidente del IMD.
