El portavoz de Cs propuso que ese inmueble acogiera un centro de salud mental para garantizar el Hospitalito del Rey como residencia de mayores
El diputado provincial de Ciudadanos y concejal de Toledo, Julio Comendador, ha alertado del peligro de derrumbe del edificio San Juan de Dios, abandonado desde 2005 por la Diputación, que ha sido acordonado por motivos de seguridad para evitar daños ante posibles desprendimientos de algunas partes del inmueble.
Comendador ha registrado una pregunta, en la que urge a la Diputación a actuar ante una dejación de funciones “que ha llegado al límite, con un riesgo para la seguridad de los toledanos y un absoluto desprecio hacia un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural, que data del siglo XVIII, cerrado en 2005 como residencia de ancianos para ser rehabilitado y sobre el que no se ha llevado a cabo ninguna actuación”.
En este sentido, ha recordado que “en 2010, cuando eran alcalde de Toledo Emiliano García-Page y presidente de la Diputación José Manuel Tofiño, se escenificó la firma de un rimbombante convenio, en el que se hablaba de la rehabilitación de San Juan de Dios y su reapertura, en un plazo de 36 meses, como residencia de mayores, lo que ha resultado un auténtico fraude a los toledanos”.
El portavoz de Cs ha denunciado en numerosas ocasiones en esta legislatura la política de la Diputación de absoluta desidia y abandono de algunos de sus edificios más emblemáticos, proponiendo usos alternativos para evitar su deterioro y contribuir a dar vida al Casco Histórico de la ciudad de Toledo.
De hecho, ya en julio de 2021, propuso a la institución provincial que llegara a un acuerdo con la Junta para que San Juan de Dios acogiera el centro de salud mental que la administración regional demandaba en el Casco y asegurar el Hospitalito del Rey como residencia de mayores, “que es la única finalidad para la que este centro fue rehabilitado”.
Por último, Comendador ha hecho hincapié en que el voto favorable de Ciudadanos a los presupuestos de la Diputación de este 2022 estuvo condicionado, entre otros aspectos, a que “la institución provincial actuara sobre sus edificios abandonados, lo cual el equipo de Álvaro Gutiérrez ha incumplido demostrando su desprecio hacia los toledanos y hacia un patrimonio que, en definitiva, es de todos”.
