También se está actuando en la zona del recinto ferial, parque de La Alameda y calles aledañas, dentro del dispositivo especial de las Ferias de San Mateo 2022.
El Ayuntamiento de Talavera ha intensificado las labores de limpieza de imbornales y rejillas, que se llevan desarrollando durante las últimas semanas en los diferentes barrios de la ciudad, ante las precipitaciones que están previstas para las próximas jornadas.
De ello ha informado esta mañana el concejal de Política Medioambiental Sostenible, Sergio de la Llave, quien ha explicado que esta tarea se realiza de manera ordinaria, si bien a finales de verano es más exhaustiva para afrontar la caída de hojas y ante la llegada de precipitaciones, de manera que se ponen todos los medios para evitar la acumulación de agua y que la red pueda drenar y estar en condiciones óptimas.
El edil ha puesto en valor estos trabajos que se están coordinando desde la Concejalía de Política Medioambiental Sostenible y desarrollando por parte de la empresa concesionaria del servicio integral del agua, Aqualia, ya que son más de 15.000 imbornales en la ciudad. De esta forma, está establecido un calendario que se desarrolla durante los doce meses del año, por barrios, en toda la ciudad.
Ahora además se está actuando específicamente en la zona del recinto ferial, parque de La Alameda y calles aledañas, dentro del dispositivo especial con motivo de las Ferias de San Mateo. Para ello, se trabaja con dos equipos autobomba y ocho operarios que se van turnando en estas tareas de limpieza.
Mayor concienciación ciudadana para evitar los vertidos o el tapado de imbornales
Por otra parte, De la Llave ha hecho hincapié en la necesidad de una mayor concienciación ciudadana, así como el mantenimiento de un compromiso compartido para mejorar la limpieza, puesto que, según ha explicado, “la ciudadanía tiene que participar, ya que en los imbornales no se pueden ni deben depositarse aceites usados ni residuos”.
De igual manera, ha hecho un llamamiento a los vecinos que tapan los imbornales o rejillas en diversos puntos de la ciudad con plásticos o chapas, aludiendo en que, además de estar prohibido por la ordenanza municipal, acarrea sanciones para los autores.
