Gumersindo Rubio, “Sindo”, muestra a través de cuadros, maquetas y abanicos pintados su devoción por los tractores, los aperos agrícolas y los lugares más pintorescos de Argamasilla de Alba
El concejal de Cultura, José Antonio Navarro, y el artista multidisciplinar, Gumersindo Rubio Serrano “Sindo”, inauguraron este viernes en la Sala Gregorio Prieto de la Casa de Medrano de Argamasilla de Alba la exposición “Yo fui tractorista”, en la cual muestra 66 cuadros y 7 maquetas, relacionadas con la maquinaria agrícola, principalmente tractores, y 30 abanicos pintados con conocidas escenas y rincones de Argamasilla de Alba.
Navarro informaba que en un principio esta exposición se planteó para el mes de agosto, pero cuando se vio “el potencial” de los trabajos de Sindo se decidió realizarla en un momento más importante, “y no hay momento más importante que la apertura oficiosa de la Feria y Fiesta de Argamasilla de Alba”.
“Todos conocemos la pintura de Sindo y parte de su producción, pero esta exposición temática, relacionada con el campo y la maquinaria que se ha utilizado durante muchos años en los campos de Argamasilla, no solo reúne pintura y dibujos, sino también abanicos pintados y maquetas, esta última una faceta menos conocida de Sindo pero de gran calidad”, indicó el concejal en la inauguración.
Sindo, por su parte, afirmó que trabaja diferentes técnicas con bolígrafo, grafito, carboncillo, témpera, pastel, óleo o aerógrafo; pero su modestia le hizo olvidar algunas otras como las manualidades o la marquetería, ambas al servicio de la precisión de relojero que demuestra en la realización de las maquetas.
El empleo de diferentes técnicas son fruto de su inquietud y del intento de alejarse de la tranquilidad que da al artista controlarlas, “cuando empiezo a estar cómodo con una técnica suelo dejarla y retomar otra”, pues se siente más cómodo en la incertidumbre, en no tener totalmente el control de lo que hace, en la duda, en la pincelada suelta.
Sindo es un artista de lo cercano, de lo que conoce, de su día a día, y esta exposición es un claro ejemplo de ello. En su juventud fue tractorista, por lo que no podían faltar en su obra estas máquinas y sus “complementos” que revolucionaron la agricultura, de los que periódicamente se aleja, pero a los que siempre vuelve, siendo un tema recurrente en los últimos 40 años, lo que pone de manifiesto su amor por este oficio y como le marcó en su juventud.
Cuarenta años tiene la primera de las obras y apenas un mes la última, entre ellas pueden verse desde tractores con ruedas de hierro y a vapor hasta los últimos modelos que se mueven por los cultivos con GPS. Aunque esta muestra no intenta ser un recorrido histórico sobre el tractor, podría decirse que prácticamente lo es.
La exposición puede visitarse hasta el 18 de septiembre en el horario de la Casa de Medrano.
