La líder de los liberales visita las Tablas de Daimiel, lamenta la «pésima gestión» de PSOE y PP en materia de agua y plantea elevar la inversión en depuración y reutilización
Carmen Picazo ha visitado este jueves las Tablas de Daimiel, lamentando que «lo que era uno de los humedales más importantes de Europa va camino de convertirse en un desierto». Y es que la situación del parque natural es «muy preocupante» para la líder de Ciudadanos en Castilla-La Mancha. De casi 2.000 hectáreas de zona inundable hoy solo 50 tienen agua y se han quedado secas el 80% de las lagunas. A este respecto la dirigente liberal ha hablado claro: «Este desastre no se debe solo a la falta de lluvias y a las altas temperaturas, sino también a una gestión nefasta de los gobiernos del PSOE y el PP en materia de agua».
Estamos, según Picazo, ante la peor sequía en 30 años y «los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha no se han preparado para combatirla». En opinión de la líder del partido de centro, «la Junta ha despreciado las inversiones en infraestructuras hidráulicas». A este respecto ha remarcado que en 2021 el Gobierno de García-Page solo presupuestó un 2% de lo comprometido en esta materia y que «en lo que va de año 2022 la ejecución es de 0 euros, lo cual demuestra el desinterés del ejecutivo socialista respecto a la gestión del agua». En este sentido ha afirmado que «debemos ser conscientes de que si tenemos este problema tan grave es, en buena medida, por una pésima gestión».
Consecuencias en la vida cotidiana: «Nuestros hijos y nietos lo van a pagar caro si no ponemos soluciones ahora»
Para la dirigente naranja, la situación de las Tablas de Daimiel es «la advertencia de un problema que puede tener graves consecuencias en nuestra vida cotidiana. En el riego, pero también en el consumo de agua en nuestros hogares». Por ello los liberales plantean tomar medidas de manera urgente, tales como elevar la inversión en depuración y reutilización de agua y modernizar las canalizaciones para evitar la pérdida de agua, por ejemplo, por roturas en tuberías. «Estamos ante un problema de mala gestión del agua, y ese no es un problema medioambiental, sino político. Si no tenemos administraciones que se tomen en serio este asunto, nosotros y sobre todo la generación de nuestros hijos y nietos lo van a pagar muy caro», ha advertido.
