Ayer se celebraba el Día Internacional de la Juventud, señalado por la ONU con el objetivo de conseguir la participación de los jóvenes en todos los ámbitos de la sociedad. En el intento de que todas las generaciones se impliquen en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no dejar a nadie atrás.
No son pocos los desafíos a los que se enfrenta la juventud de nuestros días. A pesar, de que en nuestro país nos solemos repetir que es una generación llena de oportunidades, que han tenido privilegios y protección que no tuvieron muchos de sus padres, bla, bla, bla…. También es cierto, que les rodea un mundo totalmente cambiante, lleno de incertidumbre que puede mitigar la ilusión y fuerza que se respira en esa etapa de la vida con tanto potencial.
Se ha constatado con datos que la juventud se encuentra hoy día con innumerables dificultades que tienen que ver con muchos ámbitos de la vida y sobre todo para su emancipación. Y uno de los principales tiene que ver con la búsqueda de empleo, sobre todo de un empleo con condiciones suficientes para permitirles planificar una vida digna.
Aunque los últimos años se han aprobado iniciativas y políticas tendentes a mejorar la situación de la juventud, queda mucho por hacer. Desde hace más de una década, asistimos a una degradación de las condiciones laborales que nos llevan a una precarización del trabajo. Esta devaluación es general, pero que ahonda la brecha existente entre hombres y mujeres y marca profundamente el futuro de la juventud, que se ve avocada a soportar condiciones leoninas, mayor temporalidad y parcial que otros grupos de personas, trabajo gratuito en ocasiones… Como si el precio obligado a pagar por ser joven, fuera la precariedad. Es decir, la forma en la que los jóvenes entran en el mercado laboral se percibe con una clara tendencia hacia formas de trabajo menos seguras.
Según los datos del Informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes, en la provincia de Albacete finalizaba el año con 19.755 personas afiliadas menores de 30 años, de las 147.957 cotizantes. Esto significa que, en 2021, de cada cien personas afiliadas, solo trece son jóvenes. Se observa pérdida de presencia desde 2007, en el que la media nacional estaba en torno a veintitrés.
Aunque la tasa de paro se ha ido reduciendo considerablemente y se ha ganado en estabilidad gracias a la reforma laboral; todavía en Albacete la tasa de paro joven supera el 20%, cuando la general se sitúa en el 12,41% en el segundo trimestre de 2022 (según la EPA).
Alrededor del 55% de los jóvenes se encuentran en situación de sobrecualificación, al contar con un nivel formativo superior al que requiere en teoría su trabajo. Y el salario medio anual ronda los 6.592€ para una persona joven en Albacete entre los 18 a 25 años.
Aunque estos datos no nos dan una foto completa, sí que nos acercan a las importantes dificultades que los jóvenes están viviendo en el trabajo para poder afrontar con dignidad su propia vida y su futuro.
Esto tiene 2 problemas fundamentales: primero, el que la juventud asuma que el trabajo sin condiciones dignas es normal, y como tal sea asumido (perpetuando la precariedad). Segundo, que se lastre el futuro de estas personas, sus estudios (cuando compatibilizan), su experiencia vital, su proyecto de emancipación, etc. Y lastrará su vejez. Eso que ven tan lejos todavía, pero que les afectará más pronto que tarde, y que afectará al desarrollo futuro de todo el país. Porque, como dice Anna Freixas ”la pobreza y la desigualdad de la vejez se fragua en la juventud”.
No hay duda que la juventud de hoy tiene fuerza, compromiso, solidaridad, preparación. En definitiva, está cargada de futuro. No obstante, es responsabilidad de todos cambiar el patrón de crecimiento y de recuperación para no salir de la crisis con una juventud llena de desigualdades, abordando de manera integral los puntos clave de la precariedad que viven. Y para ello es preciso el compromiso intergeneracional y de toda la sociedad para acompañar y contribuir a preparar ese porvenir para llenarlo de oportunidades, posibilidades de desarrollo y de ilusión en las mejores condiciones.
Artículo de opinión de Paqui Jiménez
Secretaria provincial de Empleo y Agenda 2030 de CCOO Albacete
