Alcázar continúa con su intensa actividad en las noches de verano.
Este fin de semana, el canario Miguel Afonso y su grupo llevaban a la plaza de Santa Quiteria Música Tradicional de las Islas Canarias, enriquecida con músicas provenientes de distintos lugares por la situación estratégica del archipiélago.
Desde las básicas Isas Canarias hasta polkas, pudimos disfrutar de un recorrido muy amplio de las raíces de la música canaria y sus influencias.
Una música que bebe de la tradición, seguía Afonso, readaptada desde el pasado siglo XX y el XXI por los músicos canarios, los que también se nutrieron de los ritmos cubanos y venezolanos traídos por los indianos que emigraron hasta esos países y que volvieron.
Música de ida y vuelta que ha conseguido una amalgama que es lo que es hoy la música canaria. Influenciado por el folklore tradicional este artista afirmaba haberse enriquecido por el grupo palmero Tauriente, Los Sabandeños o Taller Canario de la canción, de donde salió Pedro Guerra.
Además, otra de las actuaciones que se pudieron disfrutar este fin de semana en los escenarios, fue la de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús del Perdón, siendo su segundo año de participación.
La actuación de este año, decía el presidente de la Agrupación, Pedro Javier Fernández Escribano, sirve para recordar los inicios de la banda, que desde el 10 de junio están celebrando el decimoquinto aniversario.
El repertorio que eligieron para la ocasión estuvo compuesto por las marchas que más han estado tocando en el 2022, para recordar lo que más han tocado durante esta Semana Santa. Temas como Oh Pecador, Esperanza de María, Costaleros de Padua, dedicada a San Antonio de Padua, y para terminar Gitano de Sevilla.
Este año han recorrido bastantes sitios de la geografía española, es el primer año que han estado en Madrid con la Hermandad de los Gitanos y han estado en Linares, Origüela, La Carolina, Alcalá de Henares y en las vecinas localidades de Tomelloso o Criptana, además de todas las procesiones a las que acompañan en Alcázar.
En los inicios eran banda de cornetas y tambores, pero decidieron cambiar a agrupación musical y, desde entonces, han cambiado sus interpretaciones y han crecido como banda.
Una noche de verano con una música que nos traslada a otros momentos de pasión y gloria y que hace disfrutar a los asistentes incluso con el calor de estos días.