El Gobierno de Castilla-La Mancha garantizará que todos los pacientes sean recepcionados y clasificados en diez minutos, y que aquellos que requieren ingreso desde Urgencias lo hagan en un tiempo máximo de doce horas desde que lo indica el facultativo que les atiende.
Desde el inicio de la legislatura se ha reducido en un 51 por ciento el tiempo medio de permanencia en los servicios de Urgencias hospitalarias de la región, un 66 por ciento la demora en el ingreso y en un 53 por ciento el número de pacientes pendientes de ingresar en planta a las ocho de la mañana.
El desarrollo e implantación de una norma que garantice unos tiempos máximos de espera en los servicios de urgencias hospitalarios reforzará el compromiso del Gobierno del presidente Emiliano García-Page con la prestación de una asistencia sanitaria pública de calidad, por la que viene trabajando desde el inicio de esta legislatura.
Así lo ha indicado hoy Regina Leal, directora gerente del SESCAM, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de las Cortes regionales a la que ha acudido para informar sobre la reducción en los tiempos de espera en las urgencias hospitalarias de Castilla-La Mancha.
Como ya anunciara el presidente García-Page en el Debate del Estado de la Región, esta regulación, en la que ya está trabajando el SESCAM, garantizará que todos los pacientes sean recepcionados y clasificados en diez minutos, y atendidos en los tiempos recomendados en función del nivel de prioridad.
Igualmente, se establecerá que aquellos pacientes que precisen ingreso hospitalario desde Urgencias, esperarán en un “espacio digno” y se hará efectivo en el momento que decida el profesional de urgencias en un tiempo máximo de doce horas desde que se solicita el ingreso. También se garantizarán derechos como la información y el acompañamiento de los pacientes.
“Con esta norma queremos evitar que se nieguen recursos disponibles, como son las camas hospitalarias, a los pacientes en situación de necesidad de ingreso, como llegó a ocurrir en esta región cuando se bloqueaban camas y se despedían profesionales al mismo tiempo que se necesitaban, condenando a pacientes y familiares a esperar una cama por tiempo indefinido”, ha afirmado Leal.
Plan Dignifica
La elaboración de esta norma supone un paso más en el desarrollo del Plan Dignifica, puesto en marcha al inicio de la legislatura, y gracias al cual se han implementado medidas como la apertura de camas, la contratación de más profesionales, la mejora del proceso de alta hospitalaria y la asignación de camas al ingreso urgente y programado o la agilización del proceso asistencial (interconsulta, pruebas, transporte sanitario).
Con estas medidas, ha dicho, se ha conseguido disminuir la demora media en el ingreso hospitalario en un 66 por ciento, situándose actualmente en tres horas y media, “muy lejos de las más de siete horas que esperaban los pacientes al comienzo de la legislatura”. Además, desde junio de 2015 se ha reducido en un 51 por ciento el tiempo medio de permanencia de los pacientes en los servicios de urgencias.
La directora gerente del SESCAM se ha referido también a la disminución en un 53 por ciento en el número de pacientes pendientes de ingreso a las ocho de la mañana en las urgencias de los hospitales castellano-manchegos.
“Las urgencias no son un acto programable y puntualmente puede haber un pico de demanda inesperado ante el que reaccionamos de manera rápida sin llegar a cronificar la situación como ocurría en la anterior legislatura”, ha afirmado Leal.
La directora gerente del SESCAM ha recordado que la monitorización de todos estos indicadores ha sido posible gracias a la excelente labor que está llevando a cabo la Red de Expertos y Profesionales de Urgencias que se ha plasmado en un cuadro de mandos, con datos a tiempo real, “que nos está sirviendo para la toma de decisiones orientadas a evitar la saturación, a reconducir inercias e ineficiencias, a recuperar derechos de los profesionales y a empoderar al paciente”.
Finalmente, ha indicado que la Red de Expertos está trabajando actualmente en un proyecto de investigación para medir las demoras en la atención de los procesos en los que el tiempo es clave, como el ictus, el síndrome coronario agudo, el trauma grave, sepsis grave, hemorragia digestiva alta y la torsión testicular.
