El diputado de Cultura, Francisco Javier Doménech, ha pronunciado este fin de semana el pregón inaugural de la XXX Semana Cultural de la Casa de Castilla-La Mancha en Getafe, en el que también ha reivindicado el carácter de sus gentes como una de las principales fortalezas de nuestra comunidad autónoma
Francisco Javier Doménech, diputado de Cultura, se ha desplazado este fin de semana hasta la localidad madrileña de Getafe con el fin de pronunciar el pregón inaugural de la XXX Semana Cultural de la Casa de Castilla-La Mancha en este municipio, que ha tenido lugar en su sede y que ha reunido a numeroso público.
Un emotivo y sentido pregón, en el que Doménech, tras agradecer esta oportunidad que ha tildado de “todo un honor”, ha querido resaltar el importante papel que juegan las casas regionales para no romper la vinculación de estas comunidades originarias con la tierra que les vio nacer. Unos lazos de unión que el diputado ha invitado a mantener y fortalecer con el fin, incluso, de transmitirlo a las generaciones venideras, ya que, según ha dicho, “lo más importante de Castilla-La Mancha y de lo que nos podemos sentir más orgullosos es por sus gentes”. Gentes que ha definido como “humildes y sencillas que han sabido salir adelante a pesar de las dificultades a base de ilusión, trabajo y esfuerzo”.
No es de extrañar, por lo tanto, que les haya pedido que sigan visitando sus pueblos, además de transmitir a sus hijos y nietos ese amor por Castilla-La Mancha para no romper su vinculación con sus raíces, con su tierra y, por lo tanto, con sus orígenes.
En este pregón no ha faltado un casi obligado recorrido por algunas de las maravillas que atesora nuestra región, repleta, según ha dicho, no solo de un excepcional patrimonio natural e histórico-artístico, que ha llevado, por ejemplo a la declaración de Cuenca y Toledo como Ciudades Patrimonio de la Humanidad, sino también de un magnífico legado cultural recogido en sus costumbres y tradiciones, a las que, tal y como ha remarcado, presta especial atención la Diputación conquense haciendo todo lo posible en preservar y poner en valor.
No en vano, Doménech ha recordado que en los últimos siete años la institución provincial ha destinado más de 20 millones de euros en la rehabilitación, conservación y protección del patrimonio histórico-artístico conquense con el claro convencimiento de que pueda servir de herramienta para dinamizar la economía, generar oportunidades de riqueza y empleo en torno a un sector tan importante como el turismo y propiciar, en consecuencia, el afianzamiento de la población en el territorio.
Objetivo por el que también, según ha dicho en su pregón, la Diputación ha invertido en ese periodo un total de treinta millones de euros en la mejora y arreglo de caminos rurales, a lo que se han sumado numerosas actuaciones en carreteras e infraestructuras municipales, todo ello en busca de hacer atractivo el medio rural para sus habitantes e, incluso, para futuros pobladores, intentando dar un vuelco a esa inercia de las últimas décadas de crecimiento poblacional de los grandes núcleos urbanos, mientras el entorno rural sigue enfrentándose al terrible fenómeno de la despoblación.
No es de extrañar, por lo tanto, que haya querido concluir su pregón deseando a todos los presentes que “sigáis con esta energía, que continuéis siendo ejemplo de amor y admiración por nuestra tierra y que nunca os sintáis huérfanos de pueblo; es decir, que no dejéis de tener vuestro pueblo castellano y/o manchego”.
Un pregón con el que se ha dado el pistoletazo de salida a una intensa y apretada programación de actividades que se desarrollará hasta el próximo domingo, 28 de octubre, y en la que hay desde exposiciones y conferencias hasta juegos de salón y campeonatos deportivos, pasando por degustaciones gastronómicas y actuaciones musicales.
