Por Pilar Martínez Taboada, Cronista Oficial de Sigüenza
“El patrimonio cultural es el conjunto de bienes muebles, inmuebles e inmateriales que hemos heredado del pasado y hemos decidido que merece la pena proteger como parte de nuestras señas de identidad sociales e históricas”.
Este 2018 es el Año Europeo del Patrimonio Cultural que tiene como lema: “Nuestro patrimonio, donde el pasado se encuentra con el futuro”. Un lema que nos recuerda el valor de los bienes heredados de nuestros antepasados como promotores del futuro de nuestros hijos. En Sigüenza bien podemos celebrar este año por todo lo alto pues nuestro Patrimonio Cultural es riquísimo y tenemos ejemplos significativos de todos sus tipos, tanto de patrimonio artístico, arquitectónico, urbanístico o arqueológico, como de patrimonio etnológico, documental, bibliográfico e inmaterial.
Entre todos elegimos para iniciar esta panorámica el patrimonio arquitectónico y artístico de nuestra catedral, que celebra el 850 aniversario de su consagración. Razón por la que el Papa le ha concedido un Año jubilar, que se conmemorará no solo con diversos actos de carácter religioso, sino con otros muchos en los que se pondrá en valor su riqueza patrimonial. Actos como las inauguraciones de las dos primeras fases de la exposición “Fortis seguntina” en el Museo Diocesano, que este año conmemora su 50 aniversario, en las que a través de obras de arte, documentos y maquetas se podrán conocer las fases constructivas románica y gótica de la catedral. Exposición que tendrá su colofón en el 2019 cuando se inaugure tercera fase dedicada al Renacimiento.
También se recordará en este año desde el punto de vista del patrimonio artístico por las inauguraciones de la restauración del Altar de Santa Librada y el Mausoleo de don Fadrique de Portugal; de la sala de las Banderas históricas propiedad del Cabildo, y de la Sala de la Fragua donde se ubicará la segunda serie de tapices flamencos regalados en el siglo XVII por el obispo Andrés Bravo de Salamanca, dedicados a la “Historia de Rómulo y Remo”.
Pero, además, como todos sabemos, en nuestra catedral se puede admirar uno de los ejemplos más reconocidos internacionalmente del patrimonio artístico europeo, la estatua funeraria de Martín Vázquez de Arce, el Doncel, que desde 1965 le da su nombre geoturístico a Sigüenza, conocida como “la ciudad del Doncel”. Una catedral que es fruto del mecenazgo de sus Obispos y Cabildos, y que es también un ejemplo de restauración, primero tras los destrozos sufridos en la Guerra Civil, y en los últimos años por las sucesivas campañas restauradoras emprendidas por el Instituto de Patrimonio Cultural Español, IPCE.
Pero el rico patrimonio arquitectónico de Sigüenza no tiene como único ejemplo a la catedral, sino que destaca en él su castillo-fortaleza convertido en los años 70 en Parador de Turismo, gracias a la unión de muchas voluntades y al impulso del Cronista Provincial Francisco Layna Serrano y del primer Cronista Oficial de Sigüenza, Juan Antonio Martínez Gómez Gordo. También sobresale un ejemplo significativo de arquitectura civil medieval como es la Casa del Doncel, propiedad en la actualidad de la Universidad de Alcalá. Ejemplo clave de excelente restauración y de reutilización de un inmueble para nuevas funciones. De hecho, en ella conviven los salones recuperados de la casa gótica, adornados de yesería mudéjares; el Museo de la Vihuela y de la Guitarra de José Luis Romanillos; la exposición sobre las fábricas de alfombras seguntinas, con fondos de la familia Toro, y la dedicada a la obra pictórica de la familia Santos. Y por si esto fuera poco, el Archivo histórico municipal, donde se conserva una parte importante del patrimonio documental seguntino, que tiene otras dos sedes claves en el Archivo catedralicio y en el archivo Diocesano.
En este Año Europeo del Patrimonio Cultural podemos hablar de la iglesia de Santiago como ejemplo del patrimonio arqueológico de nuestra ciudad, pues en su nave se han hallado los vestigios de la Sigüenza anterior al siglo XII. Aprovecho este momento para destacar la labor de la Asociación de Amigos de la Iglesia que es la impulsora de su restauración y de su conversión en un futuro próximo en Centro de Interpretación del Románico de la Provincia de Guadalajara.
También la ciudad de Sigüenza es rica en patrimonio urbanístico, hecho que ya se destacó cuando fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965. De hecho, en ella se pueden estudiar todas las etapas del desarrollo urbano de una población durante más de 2000 años: desde sus etapas celtibérica, romana, visigoda e islámica, a su centro histórico medieval, su ensanche renacentista, su calle monumental barroca, su barrio ilustrado de San Roque, su alameda neoclásica y sus barrios y chalets de los siglos XX y XXI. Una ciudad, la nuestra, que posee vestigios de tres recintos amurallados, dos medievales y uno renacentista, y cuya catedral es una de las pocas españolas que también se vio totalmente rodeada de muralla en el siglo XIV. Tres murallas que esperan ser revalorizadas en breve cuando se pueda poner en marcha su Plan Director. Murallas en las que todavía se alzan muchas de sus puertas y gran parte de sus lienzos.
En este año Europeo del Patrimonio Cultural destaca también Sigüenza por su variado patrimonio etnológico. Por mantener vivo el recuerdo de los artesanos que desde la época medieval poblaron sus Travesañas y arrabales en sus tiendas de artesanía y en los talleres de los boteros o del cincelador Mariano Canfranc. Pero hablando del patrimonio etnológico tenemos que destacar su estrecha relación con el patrimonio inmaterial. Para entender esto último pensemos en las procesiones de Semana Santa. Los trajes de los “armaos” serían un ejemplo del patrimonio etnológico, es decir, de la parte física de la tradición. Y, sin embargo, el ritual recién recobrado del descendimiento de Cristo de la cruz, el sonido del “paso de armao”, la música de las bandas, las torrijas y la limonada serían ejemplos significativos del patrimonio inmaterial seguntino.
De igual manera podríamos referirnos a las fiestas de san Vicente y san Juan o a las Jornadas Medievales o las fiestas de Navidad. Pero hoy es el tiempo de hablar de las Fiestas patronales en honor a san Roque y a la Virgen de la Mayor, perfecta simbiosis de varios tipos de patrimonio cultural. Así, las imágenes de san Roque y de la propia Virgen son ejemplos de patrimonio artístico de nuestra ciudad y nos recuerda también parte de su historia. La Virgen, la Reconquista seguntina por el obispo Bernardo de Agén que la trajo consigo; la imagen de san Roque, la devastadora peste que Sigüenza sufrió en el XVI y de la que se libró encomendándose a este santo.
Pero, además, en estas fiestas patronales, que vamos a disfrutar en breve, la caravana que marca su inicio, con las reinas y damas y las decenas de peñas, los gigantes y cabezudos, la ofrenda de flores, los juegos de antaño, los encierros, las corridas o la procesión de faroles son ejemplos del patrimonio etnológico seguntino, es decir, de las tradiciones festivas de nuestra ciudad. Y las comidas de peñas, las mil músicas que resuenan en sus calles y plazas, o el estallido de los fuegos artificiales que cierran los festejos son ejemplos inolvidables de nuestro patrimonio inmaterial.
Por toda esta riqueza patrimonial que podemos disfrutar en estos días nuestras fiestas de agosto han obtenido el Sello del Año Europeo del Patrimonio Cultural. Disfrutémoslas y ayudemos a conservarlas y mejorarlas para que se cumpla en ellas el lema del Año Europeo: “Nuestro patrimonio: donde el pasado se junta con el futuro”. “Nuestras fiestas patronales: donde la tradición impulsa nuestro futuro turístico”.
Pilar Martínez Taboada, Cronista Oficial de Sigüenza