El diputado de Cultura, Francisco Javier Doménech, que ha inaugurada la exposición titulada ‘Memoria abierta: arqueología industrial’, ha resaltado del artista alicantino que comparte con la Diputación esa sensibilidad por la conservación del patrimonio , en especial, el industrial, y, como ejemplo, bien puede servir el Plan de Recuperación de Estaciones de Ferrocarril, en el que se está trabajando en la actualidad
Memoria abierta: arqueología industrial’ es el título de la última exposición que ha abierto sus puertas en la Fundación Antonio Pérez de la capital. Una muestra de Antonio Alcaraz (Alicante, 1963) que, este viernes por la tarde fue inaugurada por el diputado de Cultura, Francisco Javier Doménech, quien ha estado acompañado de José Ángel Gómez Buendía, concejal del Ayuntamiento de Cuenca; Cirilo Novillo, director del Centro de Arte Contemporáneo; Felisa Martínez, comisaria de la exposición, y, como no, del propio artista.
Doménech ha destacado que esta muestra artística de técnica mixta encaja a la perfección en esta Fundación, que, al igual que el artista alicantino, convierte elementos de uso industrial en elementos artísticos. Pero eso no es todo, ya que, a su juicio, Alcaraz también comparte con la Diputación esa sensibilidad por la conservación del patrimonio, en especial el industrial, y, como ejemplo, bien puede servir el Plan de Recuperación de Estaciones de Ferrocarril, en el que está trabajando la institución provincial en la actualidad; sin olvidar, la fuerte apuesta de la institución provincial por recuperar y poner en valor el patrimonio histórico de la provincia, invirtiendo en los últimos seis años un total de 18 millones de euros.
Y es que el artista plástico alicantino aprovecha la riqueza formal y expresiva de la fotografía como recurso principal de esa pintura pretendiendo transmitir un mensaje de reivindicación de un patrimonio arquitectónico abandonado. De hecho, Alcaraz lleva casi treinta años invitando con su aguda mirada a valorar el enorme potencial de unos conjuntos y espacios arquitectónicos, que apuntan de manera decidida hacia un esperanzado futuro.
Con ‘Memoria abierta: arqueología industrial’, el visitante se va a encontrar una muestra dividida claramente en tres bloques: el primero las infraestructuras viarias y ferroviarias; el segundo, como no podía ser de otro modo para un pintor alicantino, las infraestructuras portuarias y termina con las naves industriales. Una muestra compuesta por obras de gran formato procedentes en parte de la exposición celebrada en el Centro del Carmen de Valencia (finales de 2013, mediados de 2014) titulada “Espacio industriales. Patrimonio de Futuro. Antonio Alcaraz” y producida por la Consellería de Cultura de la Generaltiat Valenciana.
En sus obras, la fotografía ocupa un lugar destacado. No en vano, Alcaraz forma parte de una generación de artistas que pretendía transmitir un nuevo mensaje con la fotografía como leitmotiv. Las posibilidades de fidelidad al objeto que ofrecía la cámara fotográfica son inigualable y la conexión de la imagen con el nuevo mensaje creativo infinito. Por eso, la cámara se transformó no sólo para Alcaraz en una especie de “milagro” para arquitectos y artistas realistas, puesto que permitía captar paisajes, recuperar arquitecturas, instantáneas y vivencias cuyos ojos puede ser que no volvieran a ver. Denunciar y elogiar aquello que el hombre ha olvidado: las catedrales de nuestro tiempo. Pero fundamentalmente, la imagen incorporaba al realismo una renovación cargada de modernidad y de posibilidades comunicativas. Así, la imagen se convirtió en fundamento técnico de sus obras pictóricas y también en base teórica de su trabajo.
Una experiencia singular que se puede disfrutar en la sede principal de la Fundación Antonio Pérez en la capital hasta el próximo 1 de octubre. Toda una oportunidad de contemplar parte de la obra de este artista plástico alicantino, que cuenta con una extensa y prolífica trayectoria