El alcalde de Villafranca de los Caballeros, Julián Bolaños, lanzaba un llamamiento para “recuperar y poner en valor” un cultivo que en tiempos fue exclusivo de la localidad manchega
Las III Jornadas Azafraneras rinden homenaje este año a Julia Mora, en un acto que contaba con la presencia del delegado de la Junta en la provincia de Toledo, Javier Nicolás
El encuentro, que esta tercera edición, ha contado con la Casa del Norte como escenario principal, donde se ha podido disfrutar de actividades como la “Sanochá leída”
Julián bolaños, alcalde de Villlafranca de los Caballeros (Toledo), espera que la localidad manchega pueda recuperar el liderazgo como municipio azafranero de La Mancha. Así lo ha dicho durante la inauguración de las III Jornadas Azafraneras en la Casa de la Cultura.
Bolaños aprovechó su intervención para lanzar un llamamiento a sus vecinos y en especial a las instituciones para que Villafranca “recupere y ponga en valor” un cultivo que históricamente fue exclusivo del municipio. Y este sentido retomó las palabras del presentador e historiador local Luis Oliver, quien apuntaba que ya en 1752 el Catastro del Marqués de la Ensenada recoge este dato histórico. Un cultivo que desde entonces y hasta nuestros días sigue los cánones tradicionales.
Azafrán y Lagunas, añadía el alcalde, “son nuestra seña de identidad”. Dos referentes turísticos también que, sin embargo, en el caso del azafrán “no hemos estado muy avispados”, lamentaba el regidor villafranquero alabando al tiempo el trabajo que llevan por delante municipios vecinos como Consuegra y Madridejos, donde se llevan celebrando fiestas o jornadas de la Rosa del Azafrán desde hace 50 y 10 años, respectivamente. “Nosotros -apuntaba- con las terceras jornadas vamos a la zaga, pero confiando en poder recuperar y poner en valor un cultivo que forma parte de nuestra forma de vida, de nuestra identidad como pueblo”.
Precisamente eran Consuegra y Madridejos, entre otros muchos municipios, a los que no hace muchos años llegaba la rosa del azafrán procedente de Villafranca. Y así, recordaba Bolaños, como por ejemplo su propio padre repartía cestos de rosa por ambas localidades e, incluso, algún año “Consuegra nos ha pedido rosa a Villafranca para celebrar su fiesta”.
Y no sólo la cantidad es un dato que pueda confirmar el liderazgo de Villafranca en el cultivo del también llamado “Oro Rojo”, la calidad es otra característica que lo define, debido a las propiedades de la tierra que nutre a la cebolla, bulbo del que surge la flor.
Bolaños finalizaba su intervención felicitando a Julia Mora Gómez, la “tía Julia”, que este año recibía la placa de Azafranera de Honor y agradecía la presencia tanto del delegado de la Junta en la provincia de Toledo, Javier Nicolás, como del alcalde de La Puebla de Almoradiel, Alberto Tostado. A esta cita tampoco falto el director provincial de Bienestar Social, natural de Villafranca, Gregorio Gómez; el concejal de Agricultura y Medio Ambiente Juan José Gómez y el presidente de la Cooperativa Cristo de Santa Ana, Iván Díaz-Alejo, quien también recibía una placa como Socio de Honor de la Asociación de Productores de Azafrán de Villafranca.
“Más que un cultivo, el azafrán es cultura y tradición”
Santiago Alberca, presidente de la Asociación de Productores de Azafrán de Villafranca, se sumaba también a la defensa de la localidad como municipio “exclusivo” de este cultivo históricamente. “La flor de Villafranca en tiempos fue exclusiva de nuestro pueblo, de sus gentes y de las muchas familias que se dedicaban a este cultivo”, explicaba Alberca.
Añadía que “también con el tiempo se fue perdiendo, volviéndose a recuperar la producción en estos últimos años de crisis”. Tanto, cabe apuntar, que en 2015 Villafranca se convertía en el primer productor nacional con una cosecha de 105 kilos. Con estos buenos datos Alberca señalaba que “para nosotros el azafrán es ya más que un cultivo, es cultura, tradición y sobre todo calidad”. Y en este sentido, el presidente de los productores subrayaba que “hoy podemos decir que nuestro azafrán, con Denominación de Origen Protegida La Mancha, es uno de los mejores del país”.
Alberca se refería también a algunas de las actividades que se han celebrado durante este viernes y sábado, destacando la monda de la flor en el colegio Miguel de Cervantes, cuyos ganadores recibían su premio el sábado por la tarde en la Casa del Norte, sede este año de las III Jornadas Azafraneras, y la “Sanochá leída”, una novedad esta edición, que ha consistido en la lectura de Cervantes durante la monda de la flor en horas nocturnas. “Hemos vivido momentos muy emotivos”, apuntaba Alberca.
La solidaridad y la gastronomía, asimismo, han ido de la mano en estas jornadas. Degustación de habichuelas con azafrán y “pelotillas” con azafrán ha sido dos de los platos tradicionales que se ofrecían por un donativo para la adquisición de una silla anfibia para dar servicio a las personas con discapacidad que quieran darse un baño en Las Lagunas. Manos Unidas con su delegada, Emilia Serrano, al frente también contaba con un espacio para recaudar fondos a través de la campaña “Libros Solidarios para Haití”.
Por último, han colaborado los colectivos Amas de Casa Primavera, Grupo Voluntariado Las Lagunas, Los Bailongos y Coros y Danzas Espigas y Amapolas que amenizaron la mañana del sábado con varias danzas, entre ellas, la que lleva por título “La Rosa del Azafrán”. Las jornadas han contado con varios stands promocionales de productos locales.