Siguenza fiestas

En una gala conducida por el periodista seguntino Alberto Sánchez y que ha amenizado la Banda de Música de Sigüenza, en la que se han presentado a los reyes, infantiles y juveniles, de las fiestas.

El programa de fiestas de San Roque 2023 se extiende a lo largo de todo el mes de agosto, con un centenar de epígrafes para todos los gustos. Lo más granado llegará entre los días 11 y 16 de agosto, fechas del chupinazo y desfile y de la fiesta patronal de San Roque, respectivamente.

La ciudad de Sigüenza da anualmente la bienvenida a sus fiestas patronales, en honor a San Roque y a la Virgen de la Mayor, en una gala en la que tiene cabida un pregón más reposado, que la ciudad escucha atenta y cómodamente sentada en la Plaza Mayor.

En 2023 la ha presentado el periodista seguntino Alberto Núñez y la ha amenizado con sus notas, cada año mejores que el anterior, la Banda de Música de Sigüenza. Compuesta por 25 músicos, la dirige con maestría Iván Miño.

La gala comenzaba con la intervención de la recientemente reelegida alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino.  La regidora empezó su discurso recalcando que,  en 2023,  por fin, como se lleva impulsando desde el gobierno municipal desde hace años, hay reina y rey juvenil, y también reina y rey infantil. “No creo que sea ésta una cuestión baladí. Es un símbolo de que Sigüenza camina hacia la igualdad de género”, señaló.  En  este sentido, Merino afirmó estar igualmente orgullosa de que “sea una mujer la que dirija el Ayuntamiento cuando la ciudad cumpla los 900 años desde su reconquista” y de que “en el gobierno municipal haya ahora cuatro mujeres y tres hombres, y en la corporación seis mujeres y cinco hombres”.

Sobre el IX Centenario de la ciudad, que llegará el 22 de enero del año que viene,  Merino ensalzó la forma en que Sigüenza se está volcando con la celebración. “Liderada por este ayuntamiento, la sociedad seguntina lleva ya cuatro años llenando de actividades nuestro panorama social y cultural y reivindicando nuestro pasado para el futuro”, señaló.

Así, además de celebrarlo como merece, Sigüenza utilizará el IX Centenario como trampolín, como escaparate de un municipio, de una comarca, “ahora llena de entusiasmo y optimismo, de una Sigüenza que, por fin, después de unos años, recupera población”, señaló, para terminar su pregón repasando brevemente la actualidad municipal antes de dar los correspondientes vivas de fiestas.

En 2023, el honor de pregonar las fiestas de Sigüenza le ha correspondido a Antonio Fernández-Galiano, presidente del Consejo Rector de la Candidatura de Sigüenza a Patrimonio Mundial.

Fernández-Galiano, que veranea en Sigüenza desde que nació, hace 66 años, reflexionaba públicamente sobre el tiempo. “El pasado está en nuestra memoria; también lo es que lo sucedido en el pasado condiciona nuestro presente. De la misma manera, lo que estamos haciendo en el presente, en cierto modo, va a configurar nuestro futuro. Digresiones filosóficas aparte, esto es válido también para Sigüenza: hay un pasado que nos ha traído hasta aquí; hay un presente del que nos debemos ocupar; y hay un futuro que depende en gran medida de lo que estemos haciendo ahora. La reflexión no deja de ser oportuna, pues en menos de medio año, el próximo 22 de enero, estaremos celebrando el IX centenario de la reconquista de Sigüenza. Lo que en su momento hizo don Bernardo de Agén hace 900 años es relevante para nuestro presente. ¿Qué hubiera sido de Sigüenza y de España si la reconquista no hubiera tenido lugar? Todo sería muy diferente. No digo ni mejor ni peor, pero sí distinto”, señaló.

Se refería también el pregonero a cómo las fiestas populares de origen religioso, como las de Sigüenza, mantienen muchas tradiciones en torno a San Roque y a la Virgen de la Mayor. “No puedo evitar que regresen a mi memoria tantas y tantas escenas del pasado que se siguen repitiendo, con otros protagonistas, quizás también en otros emplazamientos, pero conservando su esencia”, afirmó en este sentido, relatando después algunos de sus recuerdos personales sobre la procesión de los faroles, “cuando el obispo aún vivía en Sigüenza y cuando porté mi primer farol”, los fuegos artificiales en La Alameda, las bicicletas del verano o los baños en la antigua piscina de La Rosaleda.

Fernández-Galiano recordó que los toros también han formado parte de la más profunda tradición de las fiestas de Sigüenza. “Ahora ya disponemos de una señora plaza de toros -dijo en alusión al coso de las Cruces que acogerá los tres grandes festejos taurinos de este año-  pero no siempre fue así. La plaza era desmontable, se instalaba al inicio de las fiestas, y luego se la llevaban”, recordaba.

Para terminar el pregón,  recordó, como no podía ser de otra manera, la Candidatura a la Declaración de Patrimonio Mundial por la UNESCO a la que calificó como “una oportunidad que nos brinda el presente para trabajar nuestro futuro y hacer de Sigüenza una ciudad más atractiva, no sólo para el turismo”. El pregonero de 2023, en calidad de presidente del Consejo Rector, afirmó que la Candidatura exige, como se está haciendo desde que se inició el proyecto, “mantener la ciudad en los estándares que requiere el caso, recuperar Patrimonio Histórico Artístico, recuperar las pedanías, que empiezan a mostrar una incipiente pujanza, y esto ya es una señal, y, sobre todo, estar unidos, porque este es un proyecto de todos en el que todos somos importantes”.

Antonio Fernández-Galiano recibió, de manos de la alcaldesa de Sigüenza, y de la presidenta del Consejo de Estado, Magdalena Valerio, que ha acompañado la celebración, un detalle, una bota de vino artesanal de los talleres Blasco.

La gala sirvió también para presentar a reyes y reinas infantiles y juveniles. Este año son Javier Hernando, Daphne de Arribas, Gador Robisco, Javier Álvarez (rey) y Naiara Domínguez (reina) en la versión infantil, y, Cristina Moreno Paula Canfrán, Esther Gismero, Carolina Hervás y Rubén Álvarez (rey) y Andrea Montalbán (reina), en la juvenil.   Y Alberto Núñez un detalle como presentador, nuevamente, de la gala, por su excelente trabajo en el directo.

La Banda de Música de Sigüenza interpretó cuatro temas a lo largo del evento, dos pasodobles: ‘Los Nardos’ y ‘Opera Flamenca’, un popurrí con los temas  más populares de Nino Bravo y el bolero ‘Cerezo rosa’. Una vez terminó el pregón, ya pasadas las doce de la noche, la banda encabezó el pasacalles que condujo a los seguntinos desde la plaza mayor a la primera verbena, tocando ‘La banda 2014′ y ‘Fiesta en Benidorm’. La Banda de Música volverá a actuar el domingo, día 20 de agosto, en un concierto vermú en el quiosco de La Alameda, y por la noche, en la procesión de los Faroles, Fiesta de Interés Turístico Regional

En una gala en la que se presentaron la reina, y por primera vez el rey, en este caso infantil, de las fiestas, a la que puso música la Banda de Sigüenza, dirigida por Iván Miño, y en la que la alcaldesa, María Jesús Merino, repasó la actualidad municipal.

Sigüenza vivió anoche el pregón de las primeras fiestas de San Roque y de la Virgen de la Mayor que se celebran con normalidad desde 2019.  Por todo ello, si cada año las Fiestas de San Roque son esperadas con impaciencia, en 2022 el deseo es aún mayor.  La Plaza Mayor se llenó de público para presenciar una gala que condujo la periodista Ángela Hornero y que amenizó musicalmente la Banda de Música de Sigüenza, dirigida por Iván Miño. Interpretó seis temas: Titanic, Contigo en la distancia, Ammerland, Concierto de amor, Xabia, Banda 2014 y Fiesta en Benidorm.

Además de la corporación municipal, también estuvieron presentes en la gala dos representantes de las peñas, Ana Albacete (Peña La Peseta)  y Toñi Fernández (Peña El Tinte).

En la presentación del pregón, María Jesus Merino, alcaldesa de Sigüenza, recordaba, en primer lugar, a enfermos y fallecidos, y sus familias, en todo este tiempo de terrible pandemia, que también impidió la normal celebración de las fiestas patronales de Sigüenza.

Como primera alcaldesa en la historia del municipio, Merino afirmó que era obligado incluir en la tradición de reina de las fiestas -se ha proclamado a Irene Bodega- al rey, que este año ha sido infantil, Miguel Loranca, y repasó públicamente la actualidad municipal, sin eludir ningún tema de cuantos afectan a la realidad de Sigüenza. Merino, respetando explícitamente la labor de sus predecesores, se mostró convencida de que para obtener un resultado distinto, se deben hacer cosas diferentes. “La dirección hacia la que se encaminaba Sigüenza en los últimos años perdiendo ilusión, proyectos y población, sobre todo de jóvenes, requería necesariamente cambiar las cosas”, afirmó. Como muestra de ese cambio al que se refirió, y gracias al apoyo institucional que ha traído consigo la necesaria financiación, “han llegado y siguen llegando proyectos vitales para Sigüenza, que requerían de grandes inversiones -11 millones de euros en la legislatura- como la nueva depuradora cuyas obras ya han comenzado, la recuperación del Parque de La Alameda o de las Murallas gracias al 1,5% cultural, el nuevo centro de DIA que necesitan nuestros mayores, igualmente en construcción, o a un plan para hacer nuestro turismo -principal fuente de ingresos de Sigüenza – más sostenible, gracias al que estamos acometiendo obras y proyectos de envergadura e interés”, dijo.

Merino habló sobre los proyectos culturales que, bajo el paraguas de la Candidatura a Patrimonio Mundial – Sigüenza ya forma parte de la lista indicativa del Estado español- están llegando, como la exposición Atémpora3, la iluminación artística de Catedral y Plaza Mayor o el espectáculo de video-mapping que se pudo ver hace unos días proyectado sobre la Fortis Seguntina.

La alcaldesa también recordó anoche que el gobierno municipal ha adoptado  decisiones difíciles, pero necesarias para Sigüenza, como la mejora del contrato de basura, con nuevos contenedores y vehículos, más reciclaje y sistema de quita y pon de los contenedores en el casco histórico, y contenedores de todos los tipos también en las pedanías. “Mejora nuestra imagen, es importante para la transformación de candidatura en realidad, para que Sigüenza esté más limpia, para que vengan más visitantes, pero, sobre todo, es bueno para que los vecinos, si todos colaboramos, tengan su entorno libre de malos olores y tan limpio como merecen”, afirmó.

Otro de los aspectos de la realidad municipal al que se refirió la alcaldesa fue el del tráfico rodado en el casco antiguo. “No hemos querido mirar para otro lado con ello, y, a pesar de ser un tema complejo y sujeto a controversia, lo hemos afrontado. Por eso, a quienes viven en el casco histórico, a los vecinos, les damos todas las facilidades para que sigan haciéndolo, desde la seguridad vial y desde la cercanía de las plazas de aparcamiento a sus domicilios. Pero también hemos considerado necesario que, quienes vienen a visitarnos, tengan que hacer su aportación para que podamos mantener y cuidar nuestra ciudad”, recalcó, antes de desear a seguntinos y visitantes unas felices fiestas de San Roque y de la Virgen de la Mayor y de dar las gracias a la concejala de Festejos, Conchi Huelves, “al frente de un equipo de personas que ha trabajado muy duro, y aún lo hará más, para que seguntinos y visitantes disfrutemos de unas maravillosas fiestas de San Roque y de la Virgen de la Mayor”, antes de dar paso a la pregonera de 2022, Pilar Martínez Taboada, cronista oficial de Sigüenza, quizá la primera persona que creyó en que Sigüenza podía ser Patrimonio Mundial, de quien ensalzó su generosidad y esfuerzo siempre, pero sobre todo, su amor por el municipio.

Pilar Martínez Taboada, fue nombrada cronista oficial de Sigüenza siendo alcalde de Sigüenza Francisco Domingo, en junio del 2010. Después de transmitir su relación con Sigüenza, desde niña, de manera muy emotiva, Pilar recordó que, desde aquel año, “las fiestas patronales tienen un nuevo sentido para mí, pues, en ellas, además de participar junto a la Corporación Municipal en las procesiones de San Roque o de los Faroles, en las misas solemnes y en otros muy diversos eventos culturales, he intentado trasmitir desde mis artículos, en los sucesivos programas de fiestas, los valores patrimoniales de nuestra ciudad que han sido el objeto de mis investigaciones como historiadora del Arte”.

La pregonera recordó en varios momentos del pregón la figura de su padre, Juan Antonio Martínez, primer alcalde de la democracia en Sigüenza, como una de las primeras figuras que comenzó a destacar el valor patrimonial de Sigüenza. “Mi padre fue en 1982, hace exactamente cuarenta años, quien impulsó el hermanamiento de nuestra ciudad con Santa Librada sur Lot, la villa francesa en la que fue degollada esta virgen y mártir, y cuyos huesos fundamentaron nuestra catedral a mediados del siglo XII.  Estos huesos convertidos en reliquias los traería consigo D. Bernardo de Agén, el nuevo obispo de la ciudad, cuando la reconquistó al mando de tropas castellanas, en 1124, después de cuatrocientos años en manos islámicas. Este hecho histórico será el que conmemoraremos en el 2024 cuando se cumpla el IX Centenario de esta reconquista; un evento que contará con la presidencia de honor de sus Majestades los Reyes. Iremos anunciando mediante grandes celebraciones culturales este acontecimiento, siendo la primera de las mismas la nueva exposición de Atempora, dedica a Sigüenza y su entorno, y cuya pieza estrella es el arca que desde hace siglos contiene las reliquias de Santa Librada”, señaló.

Pilar Martínez recordó también que fue Don Bernardo de Agén quien trajo la primitiva imagen de la Virgen de la Mayor, en cuyo honor, se celebran las fiestas patronales. La imagen está actualmente ubicada en la catedral, en el centro de un magnífico retablo barroco, ante el que Sigüenza depositará dentro de unos días decenas de ramos de flores; ofrenda en la que tradicionalmente participan todas las peñas seguntinas.

La cronista habló del Doncel, porque el Doncel y la catedral que lo acoge, y la ciudad que lleva su nombre “Ciudad del Doncel”, han logrado un sueño que parecía imposible: estar incluidos en la Lista Indicativa de la UNESCO. “Nuestra ciudad merecía desde hace mucho tiempo aspirar a estar en esa lista, condición imprescindible para ser en un futuro Patrimonio Mundial. Hace algunos años Sigüenza podría haberlo logrado por sí misma y por su rico patrimonio cultural y natural. Pero ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y abrir sus brazos al entorno más cercano, el de sus pedanías y al amplio territorio que medía entre el río Dulce y el río Salado. Y presentarse ante la UNESCO por la categoría de paisaje cultural, y de ahí la denominación de su candidatura: Paisaje cultural Dulce y Salado de Sigüenza a Atienza”, recalcó, para animar a los seguntinos, antes de los vivas, a contribuir en la medida que de lo posible a que el sueño de ser Patrimonio Mundial sea una realidad.

Y lo mismo ha ocurrido el día 17 y hoy 18 con San Antón. “Nuestra prioridad absoluta es que descienda el número de casos de COVID”, señala María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza.

La situación de pandemia, ahora con Sigüenza en Nivel 3 por COVID19, ha hecho que en el año 2021 la celebración tradicional de San Antón, y especialmente la fiesta de San Vicente, patrono de la ciudad, se vayan a ver reducidas únicamente a los oficios religiosos.

El viernes, día 22 de enero, día de San Vicente, a las doce de la mañana, habrá Misa, presidida como cada año por el obispo de la diócesis, Atilano Rodríguez, y el sábado, 23 de enero habrá igualmente misa de difuntos de la Cofradía del santo.

El aforo permitido tanto en la Iglesia de San Vicente como en la catedral es del 40% de la capacidad total, y es obligatorio llevar mascarillas y guardar la distancia de seguridad.

Lamentablemente, en 2021 no habrá hoguera de vísperas, ni sonido de dulzainas y tamboril, y las rosquillas del santo se podrán adquirir en la pastelería Los Gustos de Antes, habiéndose aplazado también la celebración de la IX Edición del Festival Segontia Folk. “Como seguntinos nos duele en el alma tener que prescindir de lo más hondo de nuestras tradiciones, pero es necesario extremar los protocolos de seguridad. Ahora, la prioridad absoluta es bajar el número de casos, porque sin salud, no hay nada”, valora María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza.

Lo mismo ocurrió ayer 17 y 18 con San Antón, cuya celebración se va a limitar al oficio religioso en la parroquia de San Pedro, en la catedral, si bien huvo una bendición virtual de animales y panecillos.

La decisión de la no celebración de los actos lúdicos de las fiestas patronales ha sido apoyada, de manera incondicional, por los dos grupos políticos del Ayuntamiento, y por los colectivos y peñas seguntinos, miembros de la comisión de festejos, que han participado en la reunión telemática de esta tarde donde se ha adoptado considerando que la salud y la lucha contra el virus están por encima de cualquier consideración.

Tampoco habrá Fiesta de los Arcos de San Juan en junio, ni fiestas de verano en las pedanías, por idéntico motivo.

En la tarde de hoy, el Ayuntamiento de Sigüenza, con el acuerdo de los dos grupos políticos, y después de consultar la opinión de las peñas y de diferentes colectivos sociales de la ciudad, miembros de la comisión de festejos, ha acordado, en una reunión telemática en la que han participado 35 personas, la suspensión de los actos lúdicos de las fiestas patronales de San Roque y de la Virgen de la Mayor en el año 2020.

“Nuestras próximas fiestas patronales, serán las de 2021”, señala María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza, a la conclusión de la reunión, entre la emoción, y el optimismo en la mirada hacia el futuro. Aunque dolorosa, la decisión ha sido aceptada de manera unánime por todos los presentes, “por ser la única posible, si queremos no dar un paso atrás en la lucha contra el virus, la salud está por encima del ocio”, añade en este sentido Conchi Huelves, concejala de Festejos.

En la suspensión ha resultado decisivo el carácter multitudinario de muchos de los actos que se programan, como los conciertos, espectáculos taurinos, verbenas o actividades infantiles en el Parque de la Alameda. “Ha sido muy emocionante comprobar el sentido común y la comprensión de los seguntinos ante la situación, y recibir su apoyo incondicional”, sigue la alcaldesa.

En todo caso, y en conversaciones con el obispado, sí está prevista la convocatoria de actos religiosos, cuya celebración se amoldaría a las normas de seguridad, higiene y distancia vigentes cuando llegue el momento.

Tampoco habrá este año fiesta de los Arcos de San Juan, ni fiestas de verano en ninguna de las pedanías seguntinas, igualmente por la necesidad de proteger la salud pública de posibles rebrotes del virus.

La concejalía de Festejos, en colaboración con los colectivos del municipio, valora la posibilidad de recrear ambas celebraciones de manera virtual en las RRSS, “como ya hicimos en Semana Santa, con gran éxito de público”, termina la alcaldesa. El propósito de Sigüenza, unida, es que las Fiestas de 2021, sean memorables y permitan al municipio desquitarse del mal trago de 2020.

La ciudad lo ha celebrado con una Misa Mayor en el convento de las Ursulinas y la procesión, en la que la talla barroca del Santo, ha recorrido el barrio, y la calle, de la ciudad que llevan su nombre. Anoche, el grupo de rock cántabro La Fuga reunió a más de 3000 personas en la Plaza Mayor.

 Sigüenza celebra hoy su fiesta patronal de San Roque, con misa, en el convento de las Ursulinas, y con la procesión en honor al Santo que transcurre por las calles del barrio que lleva su nombre. En unas fiestas que están resultando multitudinarias, y que transcurren sin incidentes, anoche llegaba el turno del concierto de La Fuga. El grupo de rock cántabro congregó en la Plaza Mayor de Sigüenza a más de tres mil personas para escuchar su rock sincero y contundente.

Pedro (voz y guitarra), Nando (guitarra) y Edu (batería), presentaron en directo su disco “Humo y Cristales”, noveno disco de estudio y “Mientras Brilla La Luna”, doble CD y DVD en directo ante miles de fans que llenaron por completo el lugar.

Esta mañana, poco antes de las doce de la mañana, sonaban las campanas de la Iglesia Monasterio de las Ursulinas, llamando a la Misa. En un lateral, y como cada año, los miembros de la Rondalla de Sigüenza ponían la banda sonora de la celebración, adaptando algunos de sus temas clásicos a la solemnidad del momento. Guitarras, bandurrias y voces le dieron a la ceremonia ese sonido tan particular, que siempre tiene.

Como cada año, y pese a que el templo tiene una gran capacidad, se llenaron sus bancos, habiendo incluso gente de pie. En uno de los lados descansaba la imagen del Santo, cuyos colores destacaban aún más con las flores con las que lo habían decorado.

Ofició la ceremonia el que es párroco de San Pedro, y canónigo fabriquero de la Catedral, Julián García. Acudieron también a la celebración las monjas ursulinas, encabezadas por la madre Asunción, de cuya presencia en Sigüenza se cumplían el año pasado los primeros 200 años.

Pasada la una de la tarde, con calor, incluso en Sigüenza, salía la procesión. De la Rondalla tomaban el relevo los dulzaineros de Sigüenza. Precedidos, en este caso, por el soniquete de la Dulzaina y del tamboril, la procesión recorrió dos de las calles más típicas y más bonitas de la ciudad, como son el Paseo de La Alameda y la que recibe el nombre del Santo.

La cruz procesional, perteneciente al Monasterio de las Ursulinas, volvía a portarla Juan Garcés, alcalde pedáneo de la localidad de Querencia. El Santo procesionó a hombros de los fieles y, en algún momento, también de miembros de la Corporación Municipal, que ha encabezado la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino.

La devoción por San Roque, que entregó su vida al auxilio de los apestados, y al enterramiento de los muertos anónimos, arranca en la ciudad en el XVI, un siglo devastador para Sigüenza, y en general para la comarca, en cuestión de epidemias, principalmente de peste, tal y como se recuerda también en otras poblaciones cercanas, como Palazuelos.

Por Juan Carlos García Muela

Los festejos populares se han adaptado al paso del tiempo. Los programas de fiestas que se pueden consultar nos dan una idea de su evolución, a pesar de no poder contar todos ellos. No han faltado la música, gigantes y cabezudos, los toros, los fuegos artificiales y los actos religiosos.

El programa más antiguo expuesto al público lo conservan los hermanos Manuel y Javier Sánchez en su bar-restaurante y Pepe Miño en su peluquería. Corresponde al año 1897. El plato fuerte eran los toros y los actos religiosos en honor a San Roque. Este año se inauguró el frontón.

En 1916, las carreras de cintas en la Alameda eran como una especie de justas medievales en la que cada participante entregaba a su dama el trofeo conseguido. El día 17 de agosto se hundió la tribuna de las señoras sin que se registrara ninguna desgracia. Este año, la compañía Bartrina Medrano actuó en el Teatro. Un año más tarde, no hubo espectáculos taurinos y como un festejo más se inauguró la iluminación a la veneciana en la Alameda, tradición que se mantuvo durante muchos años. La juventud, en información de un semanario local, bailó hasta las doce de la noche.

En los años 20, las fiestas comenzaban el día 15, con el disparo de cohetes, bombas y morteros, pasacalles con la Banda de música y finalizaban el 18 o el 19, el año que coincidía con la fiesta de la Virgen La Mayor y siempre con una retreta final. En 1926, debutó ante sus paisanos el diestro seguntino Vicente Pascual Rojo, que se mostró valiente y decidido. Cortó una oreja en su segundo toro y tuvo algún problema a la hora de la suerte suprema originado por la emoción de actuar ante sus convecinos.  En el libro Los Toros en Sigüenza, del Dr. D. Javier Sanz Serrulla se puede encontrar una pequeña biografía. Como antecedente, una seguntina, Teresa Andrés, actuó en la feria de san Antolín, de Palencia, en 1849 como picadora en una novillada junto a Martina García, de Colmenar de Oreja y Paula Martínez, de Madrid. Por aquel entonces los picadores eran la cabeza del cartel. Este año de 1926 se llevó por primera vez la imagen de S. Roque en madera tallada “que se conserva en su ermita”. En 1928, la novedad fue la salida, también  por vez primera la artística carroza iluminada, adquirida por la Cofradía de la Virgen la Mayor. Hubo una velada de boxeo. Este año, se anunciaban Florencio Sánchez, café bar y almacén de vinos al por mayor y menor, Casa Rodrigo, imprenta y librería e Hijo de A. Llorente, calzado, ultramarinos y material de construcción. En la actualidad, sus descendientes directos continúan con los negocios familiares.

De los años 30, solamente conservo los del año 1934 en el que se editaron dos programas. Uno por Casa Box y el otro por Rodrigo. No hubo colaboraciones literarias, quizás por la situación política social que no estaba para muchas alegrías, y en el de Rodrigo, con excelentes fotografías, se informaba  de direcciones de interés, horario de trenes, tasas de telégrafos, precios de las conferencias telefónicas, y era de tamaño de bolsillo. Se anunciaba la Orquestina Seguntina, “Si desea usted pasar las fiesta de lo más agradable y divertidas posibles contrate para sus salones de baile la Orquesta Seguntina. Diríjanse a Higinio Aguado, Plaza Mayor, 6”.

En los años 40 y 50 las fiestas eran casi calcadas del año anterior. Los programas contenían excelentes colaboraciones artísticas y literarias. Las llamadas Verbenas Benéficas eran el prólogo de los festejos. La Banda de Música y la orquesta Blanco, primero y Ferro, después, compartían la actuación y el Capitol se quedaba pequeño para acoger la gran cantidad de público que asistía.

La aparición de las peñas en los años 60, fracturó la inercia de las décadas anteriores. Los Pínfanos y los Marusos, el origen hay que buscarlo en la calle del Seminario, fueron las primeras, si por peña se entiende un grupo de personas que disponen de un local, una mínima uniformidad y la asistencia grupal a los distintos actos. La autoridad no veía con buenos ojos su nacimiento y desarrollo. Era frecuente observar en cualquier lugar a un agente de la Guardia Civil, de paisano, con una carpeta azul en la que anotaba todo aquello que consideraba oportuno. Los programas eran tan sencillos que rayaban con la cicatería. Había una semana como mínimo de fiestas, rellenados con actuaciones de la Banda de Música, pruebas deportivas y la actuación estelar de las marionetas de Maese Villarejo con Gorgorito, Rosalinda, la bruja Ciriaca, el Lobo Feroz y Coco, el cocodrilo, estos tres últimos, malísimos que se llevaban los golpes con la estaca manejada por el héroe y el posterior vapuleo ante el regocijo de los peques… y algún adulto. Un impreso tamaño folio, fue el programa editado por el ayuntamiento en 1969, fecha en la que desapareció la Banda de Música. Para suplirla trajeron la Banda de Música  de la XVI Fuerza Aérea americana que ofreció un concierto a pleno sol  en la Alameda y se marcharon bastante enojados y sin participar en la procesión de la Virgen La Mayor. Los días de fiesta fueron del 14 al 17.

En 1971, se organizó la caravana inaugural de las fiestas con la intervención de la orquesta Orfeo, la Rondalla Seguntina y, al frente, un 600, conducido por Bonifacio de la Fuente, transportando en la baca el cabezudo del diablo que fue el germen de lo que llamamos carrozas. La discoteca Boris Club eligió por su cuenta a María Isabel Lizasoaín Cánovas del Castillo como Reina de las Fiestas y su proclamación fue dentro de una verbena con la asistencia del alcalde D. Martín Poyo del Pino. Las damas fueron nombradas por cada una de las peñas que así lo quisieron.

En 1972, el ayuntamiento hizo oficial el nombramiento de  Angelita Tamayo García, como reina de esas fiestas  incluyendo su fotografía y las de las damas de honor en el programa que a partir de este momento adoptó un formato interior y exterior que se mantiene hasta la fecha con los adelantos técnicos correspondientes.

Juan Carlos García Muela

Al filo de las 21:45 horas de la tarde, volaba el cohete anunciador de lo más granado de las fiestas de San Roque y de la Virgen de la Mayor. Su estallido sobre el cielo, le daba paso a la alegría peñista.

Cielo despejado, pero algo más de fresco de lo que es habitual en estas fechas a eso de las ocho de la tarde, mientras se iba conformando, poco a poco, la caravana festiva. Las peñas más madrugadoras tomaban posiciones en las inmediaciones de la Avenida de Madrid para comenzar el desfile que iba luego a concluir con el chupinazo en la Plaza Mayor.

Hasta allí se desplazaban siete carrozas que, ordenadamente, se colocaban en fila para comenzar el recorrido. La primera, la de la reina y las damas, juveniles e infantiles. Radiantes de felicidad, repartían caramelos a diestro y siniestro. A ambos lados, Protección Civil de Sigüenza, y agentes de Policía Local de Sigüenza y de Guadalajara, y también los concejales del Ayuntamiento y su alcalde, José Manuel Latre, echando una mano, en este caso para abundar en la seguridad del multitudinario desfile.

Detrás, los peñistas y sus cientos de disfraces y colores. Colegialas, flamencos, escoceses, trogloditas, un globo aerostático… y tantas, o más, charangas que carrozas, de manera que a partir de las ocho y media, la algarabía era casi tan grande como las dos torres de la catedral.

A la hora convenida, que el jolgorio nada tiene que ver con la puntualidad seguntina, se iniciaba el movimiento de la gran comparsa hacia la Plaza Mayor. Detrás, y según Protección Civil, cerca de 3.000 personas, en uno de los desfiles de fiestas más multitudinarios que se recuerda. Ya daba la sombra en la calle Madrid, mientras en lo alto, las almenas del Castillo relumbraban con ese brillo dorado, tan bonito y tan seguntino.

Poco a poco, las carrozas se iban acercando a su destino, haciendo sonoras paradas para que los peñistas bailaran a sus anchas. A lo largo del kilómetro que llegó a ocupar la caravana festiva, se podían escuchar todos los sones imaginables, incluidos, naturalmente, los de la dulzaina y el tamboril. Carlos Blasco, el pregonero del pasado viernes, hacía música en la calle, como tanto le gusta. Seguro que en algún momento se acordó de José María Canfrán.

Continuaba la caravana por las calles de Villaviciosa y del Cardenal Mendoza, hasta llegar a la Fortis Seguntina. Igual que el Castillo, sus piedras brillaban con las últimas luces de la tarde, recibiendo, como encendidas por dentro, lo que estaba por venir. Pasadas las nueve de la noche, la primera carroza llegaba a la Plaza. A continuación, las otras seis. Poco a poco el corazón de Sigüenza se llenaba para presenciar el chupinazo.

Reinas y damas se encaminaban, vestidas de blanco, hacia la balconada del Ayuntamiento, adonde también se dirigían los peñistas representantes de las dos formaciones que acompañado el pregón: Los Increíbles y El Tropezón. Boris, representante de los primeros, calificó las fiestas de San Roque como “las mejores del planeta”, y se enorgulleció de que Los Increíbles formaran parte de su inicio, junto a la reina y las damas. “Espero que todos viváis unas fiestas inolvidables”, dijo, y tuvo el detalle de mencionar a todos los seguntinos que no van a poder disfrutarlas este año, enviándoles también sus mejores deseos, antes de que, acompañado por otra de las integrantes de Los Increíbles, juntos dieran los vivas a San Roque, a la Virgen de la Mayor, a Sigüenza y a las peñas.

Tomaron la palabra a continuación los veteranos de la peña el Tropezón. Enrique, su representante, recordó que el Tropezón celebra este año su cincuenta aniversario. “Desde su creación, en 1967, nuestra peña ha sido un marco de convivencia y de amistad entre todos sus miembros, pero también un instrumento para contribuir con su participación al éxito de las fiestas seguntinas”, dijo.

Además, el representante recordó a los miembros de su peña que “ya no están con nosotros a los que mantenemos vivos en el recuerdo”, antes de proclamar los cuatro vivas. Bárbara Bussons, la reina de las fiestas, que está disfrutando de lo lindo estos días, cogía el micrófono a continuación para hacer lo propio, antes de que el alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, prendiera la mecha al cohete anunciador de lo mejor de las fiestas de San Roque y de la Virgen de la Mayor. Su estallido encontró el eco de miles de personas en la Plaza Mayor. Sigüenza, ya está de fiesta. Acompañando a los seguntinos en el inicio de sus fiestas estuvo el senador Juan Antonio de las Heras, entre otras personalidades.