Artículo de Opinión de Gloria Lozoya Auñon. Secretaria provincial de Mujeres e Igualdad de CCOO Albacete con motivo del Día Internacional de la Mujer
Estas palabras son para hacer un reconocimiento a todas las mujeres -entre las que me incluyo -que nos dejamos un pedacito de juventud en las fábricas de confección, porque empezamos casi niñas y salimos siendo mujeres que, a fuerza de malearnos, nos hicieron duras y fuertes.
La economía agraria siempre predominó en Albacete. No en vano al inicio de los años 70, representaba más del 17 % de la población activa. La industria, salvo con alguna excepción, brillaba por su ausencia.
No obstante, Albacete y su provincia se convirtió a lo largo de los años 70 en una de las provincias con una importante incidencia industrial en los sectores del textil y el calzado, ambos sectores con gran predominio de mano de obra femenina. Entre ambos sectores industriales había cerca de 15.000 personas trabajadoras, la inmensa mayoría mujeres, prácticamente el 90%. Casi el 20% de la población asalariada. Por desgracia hoy prácticamente ha desaparecido.
Las razones fueron obvias. Éramos una provincia pequeña, agrícola, atrasada económica, social y políticamente, sin grandes núcleos industriales, sin organizaciones sindicales arraigadas y por consiguiente donde era fácil, o más fácil según la teoría del empresariado, encontrar mano de obra barata y dócil, y así poder imponer unas condiciones laborales duras no, durísimas a las trabajadoras. Hay cientos de referencias que demuestran esas condiciones laborales tercermundistas.
Las concentraciones de empresas más importantes se daban en el sector del textil en Albacete capital, Hellín, Barrax, Chinchilla, Villarrobledo, Casas Ibáñez, PozoHondo y muchos pueblos más, mientras que la industria del calzado se concentraba fundamentalmente en Almansa y su comarca.
Otra gran diferencia entre estos dos sectores es que el calzado en su inmensa mayoría eran empresas de fabricación propia, mientras que el textil, especialmente el de la confección trabajaba mayoritariamente para terceros, para las grandes empresas de confección: Lois, Burberry, etc.
Salvo alguna excepción la mayoría de las empresas industriales de Albacete, lo eran del sector de la confección o del género de punto. Muchas de estas fábricas tenían más de 100 trabajadoras. Así tenemos, entre otras muchas, a Confecciones Sánchez Flor, Ruilor, López Vera, Merlitex, Ríos, Layje, Bordalba, Ibermoda, Confecciones Avi, Hoyos, Lillotex, Gle, Darvi, Solvez, o las de zapatillas como Calzados Navarro o Vultex, por citar algunas de Albacete Capital, o en Hellín donde estaban las más importantes: La Yutera, Pantalón John, Viserca, Rochas, Confecciones Isso, o en Casas Ibáñez donde la Lois instaló una de sus fábricas, Zenabi y donde las condiciones de trabajo a principio de los 80 eran totalmente inhumanas. En total más de 7000 trabajadoras en el conjunto de los pueblos de la provincia.
No me equivoco, si mantengo que, en Albacete, el sector industrial tiene rostro de mujer y que las movilizaciones y huelgas más importantes de la provincia no solo al principio de la transición, sino durante los años 80 tienen también cara de mujer. No ha habido movilización o huelga, ya fuera de empresa, de sector, o general, que el sector del textil no estuviera en primera fila; sus índices de participación siempre superaban el 80%. Y no solo ello, sino que al frente de los piquetes siempre estaban las mujeres de este sector. Como tampoco me equivoco si mantengo que CCOO nace y se desarrolla, se hace fuerte y mayor de edad gracias a las luchas y al empuje de cientos, de miles de mujeres de estas fábricas.
Del sector han salido cientos de cuadros sindicales, sociales y políticos. Ellas impulsaron desde el movimiento sindical, especialmente desde CCOO, donde siempre fue prioritaria, no solo la defensa de los derechos individuales y colectivos de los derechos de trabajadoras como tal, sino que han armado, alentado e impulsado desde el inicio de la transición la lucha por la igualdad de la mujer, en defensa del aborto, el divorcio, contra la violencia de género, etc. El carácter reivindicativo y movilizador del 8 de marzo no es nuevo en Albacete, viene desde el principio de la transición, cabe destacar que la Asamblea de Mujeres de Albacete y CCOO fueron pioneros.
CCOO, en su II Congreso Provincial celebrado en 1980 decide crear la Secretaria Provincial de la Mujer, algo que no existía en prácticamente ninguna otra organización, siendo Sagrario Mateo la primera Secretaria de la Mujer de Albacete, y a la que sigue cuatro años después una histórica de la JOC como Juani Carrilero.
Y justo es, por tanto, reconocer a todo ese núcleo de trabajadoras textiles que en torno a la JOC crean a mediados de los 70 los primeros movimientos organizados en las fábricas, como Adela Luján, Mª Carmen Gómez Merino, Manoli García, Rosi Mata, Juani Carrilero, Encarna Calero – hay un libro del Instituto de Estudios Albacetense: “ Mujeres en defensa de sus derechos” que lo refleja perfectamente- y posteriormente a dirigentes sindicales de CCOO como Pilar Alejo, Emilia Fuster, Rosi Navarro, Rosi Carcelén, Mayte Márquez y cientos de compañeras que en sus fábricas dieron la cara en defensa de sus derechos y los de todas como trabajadoras y como mujeres. No solo del sector salieron dirigentes sindicales mujeres, sino también algún que otro hombre, como Paco de la Rosa, que hoy es el máximo representante de nuestro sindicato en Castilla-La Mancha.
Es a todas ellas a las que hoy quiero, por su compromiso, sus movilizaciones, su lucha y entrega, en nombre de la Secretaria de la Mujer y del conjunto de las CCOO de Albacete, dedicar mis palabras y sobre todo mi reconocimiento. Sin ellas y su lucha probablemente nada hubiera sido igual.
Gloria Lozoya Auñon.
Secretaria provincial de Mujeres e Igualdad de CCOO Albacete