Castilla-La Mancha está a la vanguardia en el abordaje de la diabetes y apoyo al paciente.
Actualmente, son pocas las comunidades autónomas que han incluido esta prestación dentro de los productos financiados por el sistema sanitario público.
Las directoras generales de Cuidados y Calidad y de Atención Primaria del SESCAM, Begoña Fernández y Natalia Valles, respectivamente, han mantenido esta semana una reunión con representantes de asociaciones de diabéticos de la región en la que han abordado diferentes cuestiones relacionadas con este colectivo, entre ellas la aplicación a partir del próximo 1 de diciembre de la gratuidad de los sistemas de monitorización de glucosa a nuevos pacientes.
Así, y partir de esa fecha podrán beneficiarse de esta gratuidad los pacientes diabéticos con hipoglucemias de repetición y pacientes con discapacidades o limitaciones funcionales graves, que les imposibilite realizar punciones digitales o con trastornos cognitivos que les impida expresar la situación de hipoglucemia, tal y como se recoge en la resolución del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social del pasado mes de abril.
El sistema de monitorización, que se adhiere a la piel, permite la medición de la glucosa intersticial y, entre sus múltiples ventajas, destaca también la facilidad a la hora de poner el sensor y cambiarlo. Con este análisis, el paciente puede conocer en su dispositivo si tiene los niveles correctos o, si por el contrario, necesita una inyección de insulina.
La extensión de esta medida es otro paso más para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren diabetes. Castilla-La Mancha fue la primera Comunidad Autónoma en facilitar esta prestación asistencial en el país, y permite a los pacientes hacer el seguimiento de sus niveles de glucosa con una reducción considerable en el número de pinchazos que deben realizarse diariamente.
Así, el 1 de octubre de 2017, se introdujeron, dentro de los productos financiados por el sistema sanitario público regional, los Sistemas de Monitorización de Glucosa mediante sensores para menores con diabetes tipo 1, con edades comprendidas entre los 4 y 17 años, de tal manera que sus familias ya no debían realizar desembolso alguno para su adquisición.
Un año después, en 2018, se amplió el colectivo de pacientes subsidiarios de beneficiarse de la financiación de esta prestación con la incorporación de usuarios diabéticos invidentes y mujeres con diabetes gestacional en tratamiento con insulina.
Castilla-La Mancha está entre las pocas comunidades autónomas que han introducido los sistemas de monitorización discontinua de glucosa dentro de los productos financiados por el sistema sanitario público regional.
Formación en diabetología
Por otra parte, en el encuentro de la dirección del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha con ADITA y FEDICAM, y a propuesta de estas asociaciones, se han tratado otros temas de gran interés como el refuerzo de formación en educación diabetológica para profesionales, pacientes y familiares, como parte fundamental en el tratamiento.
Las directoras generales del SESCAM han destacado la importante labor que realizan asociaciones, como ADITA y FEDICAM, en el cuidado de la salud para conocer los síntomas, alteraciones o descompensación de la enfermedad y convivir con ella de manera positiva.
Precisamente, uno de los pilares que sostienen las políticas de humanización de la sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha es la Escuela de Salud y Cuidados, un lugar de aprendizaje y encuentro entre pacientes, familiares, cuidadores, asociaciones y profesionales sanitarios, entre otros, con el objetivo de contribuir al empoderamiento de la ciudadanía mediante la mejora de su competencia en salud y en la gestión de la propia enfermedad en distintos procesos crónicos o prevalentes.
En este marco, desde el año 2017 se han realizado diferentes talleres relacionados con esta patología, en los que se han formado más de 200 pacientes y profesionales
