La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Instituto de Educación Secundaria “Castilla” de Guadalajara quiere poner en conocimiento general, los compromisos incumplidos por parte de la Dirección Provincial de Guadalajara de la Consejería de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, respecto al arreglo necesario de las graves humedades que sufre el edificio. Las autoridades educativas provinciales son conocedoras de este problema desde hace tiempo, pero, hasta la fecha, no han efectuado ninguna actuación correctora al respecto.
El problema se concentra sobre todo en cuatro aulas de la planta baja del edificio, -donde reciben clase diariamente un centenar de alumnos de los 500 totales que estudian en el centro-, pudiendo suponer el agravamiento de un problema de salud para aquellos alumnos y profesores aquejados, por ejemplo, de alguna afección respiratoria.
Esta situación es bien conocida por las autoridades educativas, después de habérsela comunicado reiteradamente por miembros de la Junta Directiva del AMPA en al menos cuatro ocasiones, por escrito -el 30 de noviembre de 2017, 2 de marzo, 4 de abril y 22 de octubre de 2018-, y en dos entrevistas mantenidas con el director Provincial de Educación, Faustino Lozano, y los responsables técnicos del mantenimiento del edificio, la última de ellas el pasado 24 de abril de 2018. Nos consta además que estas autoridades educativas han visitado y comprobado ‘in situ’ el estado del edificio junto a la dirección del centro. De este último encuentro salimos convencidos de que existía un presupuesto disponible de 79.000 euros para acometer las obras para corregir las humedades y que las mismas tendrían lugar durante el verano pasado con el fin de que el presente curso 2018/2019 comenzaría con estas aulas en perfecto estado de uso por parte de todos los miembros de la comunidad educativa.
Tras comenzar el curso el pasado mes de septiembre, comprobamos con estupor que no se habían llevado a cabo los arreglos prometidos; sólo quitaron algunos baldosines de las paredes de las aulas, ya que como consecuencia de la humedad se estaban cayendo, con peligro era evidente e inmediato para alumnos y profesores.
Desde entonces, hemos intentado volver a ponernos en contacto telefónico y por escrito con la Dirección Provincial, sin ningún resultado. La última noticia la hemos recibido únicamente de forma indirecta en el último Consejo Escolar del pasado 13 de diciembre, en el que el director del propio centro informó a petición del AMPA, que el secretario de la Dirección Provincial les comunicó que las obras estaban licitadas, pero sin fecha prevista de realización y sin posibilidad de corroborar oficialmente este trámite, ni por parte del instituto, ni del AMPA.
Ante esta actuación, como padres, tenemos la sensación de ser ignorados por parte de la Administración de la Junta, y estamos indignados por ello. Queremos una pronta solución a este problema y, por todo ello –y por mandato de la asamblea del AMPA-, ponemos en conocimiento público de la ciudadanía el lamentable estado de conservación del edificio, y la evidente dejadez de la Dirección de Educación de Guadalajara ante un centro tan relevante en la ciudad donde cursan estudios más de 500 alumnos, la mayoría de ellos menores de edad.
Como madres y padres tenemos el derecho y la obligación de velar por la educación de nuestros hijos. Creemos que las AMPAS son uno de los pilares en que se debe sostener una enseñanza pública de calidad. Parece que la Junta, por vía de los hechos, no tiene la misma opinión.
