Las gerencias de Atención Integrada de Albacete y de Hellín han obtenido reconocimientos, en la cuarta edición de estos galardones, en las categorías de ‘Historia Optimista’, ‘Proyecto Pediátrico’, ‘Gerente Nariz Verde’ y ‘Centros Hospitalarios’.
Entre los proyectos premiados destaca ‘Varitas Mágicas’ una iniciativa que se desarrolla en Albacete, Huelva y Madrid, de forma conjunta, gracias a la implicación del pediatra, Antonio Cepillo.
La cuarta edición de los Premios ‘Hospital Optimista’, entregados ayer miércoles en Madrid, han reconocido la labor de humanización de varios profesionales, pacientes y proyectos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), concretamente de las gerencias de Atención Integrada de Albacete y Hellín.
En una gala presentada por Joaquín Prats, la Gerencia de Atención Integrada de Albacete ha recibido tres menciones, un cuarto premio en la categoría de ‘Historia Optimista’, con ‘Carmen, Carlos y un riñón’; el segundo premio en la categoría de ‘Proyectos Pediátricos’ con el proyecto multicentros de ‘Varitas mágicas’; y el tercer puesto para el gerente del Área de Atención Integrada de Albacete, Ibrahim Hernández, en la categoría ‘Gerente Nariz Verde’.
En esa misma categoría estaba nominado el gerente del Área Integrada de Hellín, Ángel Losa, que ha logrado el segundo puesto. No es el único premio obtenido por la Gerencia hellinera puesto que también han obtenido un reconocimiento al estar en el TOP 5 en la categoría de ‘Centros Hospitalarios’.
Estos premios ‘Hospital Optimista’ son una iniciativa de la Fundación Grupo ONT y la Fundación WONT de la Universidad Jaime I de Castellón, con el patrocinio de Vygon, cuyo objetivo es reconocer aquellas iniciativas que contribuyan a la creación de un entorno más amable y saludable para el paciente y su familia.
Los proyectos seleccionados para la edición 2018 de los Premios ‘Hospital Optimista’ se enmarcan en el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria, conocido como ‘Plan Dignifica’, un proyecto puesto en marcha por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha que se ha concretado con cientos de iniciativas y medidas de distintas características pero con el mismo fin, humanizar la asistencia sanitaria que se presta a los pacientes, así como garantizar el respeto, la dignidad y la intimidad de las personas a través de diferentes actuaciones y proyectos.
A la entrega del acto ha asistido la coordinadora del ‘Plan Dignifica’ de la Consejería de Sanidad, Rosa Castro, así como parte de los equipos directivos de ambas gerencias, los protagonistas de la ‘Historia Optimista’ que ha recibido el cuarto premio, Carmen Panadero y su hijo Carlos Molero, donante y receptor del primer trasplante de donante vivo de Albacete; y el presidente de ALCER Albacete, Antonio Escribano.
Proyecto Varitas Mágicas
Una de las iniciativas reconocidas en esta edición es el Proyecto ‘Varitas Mágicas’, que nació en el Área Hospitalaria ‘Juan Ramón Jiménez’ de Huelva y que el pediatra albaceteño Antonio Cepillo exportó a los hospitales ‘12 de Octubre’ de Madrid y al Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, creando en los tres centros una red de apoyo entre los pacientes pediátricos ingresados en diferentes centros sanitarios, en forma de manualidad simbólica (varitas mágicas quitamiedos), que realizan pacientes de un hospital para entregarlas a niños ingresados otro hospital.
En este proyecto, el personal sanitario es el encargado de escoger a los pacientes que reciben las varitas y entregarlas. Las aulas hospitalarias y las Unidades de Hospital de Día y de Salud Infanto-Juvenil son las responsables de realizarlas con los pacientes.
De esta manera, se genera una red nueva interhospitalaria, también entre personal sanitario y paciente. Una solidaria red a distancia, en la que a muchos kilómetros un paciente recibe de manos de sus cuidadores sanitarios (médicos, enfermeras, auxiliares, celadores…) el regalo de otro niño en situación similar, con una carta explicativa, generando lazos invisibles que combaten la soledad del niño enfermo, separado de su entorno habitual (colegio, casa) y sus amigos/as.
Así se potencia la creatividad y la actividad durante el ingreso, se fomenta la imaginación y se establecen relaciones humanizadas fuera del cuidado estrictamente médico entre personal sanitario y pacientes.
