Según la formación socialista PP y Ciudadanos a nivel local solo buscan sus rendimientos personales sin preocuparse de Quintanar de la Orden.
Viendo los plazos y que quedan tan sólo siete meses para las elecciones municipales, la estrategia que van a seguir –PP y Ciudadanos, se entiende- está clara, electoralismo poniendo primeras piedras sin ningún tipo de rigor económico y presupuestario
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden ha hecho públicas esta semana sus valoraciones respecto al estado actual de la acción de gobierno del actual alcalde Carlos Madero, en coalición con la concejala del Grupo Ciudadanos, Begoña Molina; una alianza salida de la moción de censura que desbancó gobierno Socialista, sucedida el pasado mes de diciembre de 2017, y que dio la alcaldía hasta los próximos comicios al Partido Popular.
En la circular, publicada en las redes sociales del grupo político y distribuida mediante buzoneo por los domicilios de la localidad, se hace una valoración de lo estéril que ha resultado ser esta maniobra política para Quintanar, haciendo hincapié en la paralización de la población y de los proyectos planteados hasta la fecha, el polémico gasto, de unos cinco mil euros, del equipo de gobierno en teléfonos móviles; la subida de sueldo del alcalde, o el desembolso económico municipal en la publicación de un “boletín de propaganda”, indican.
También recuerdan en el texto hecho ocurrido hace unos meses respecto al proceso de selección de los planes de empleo, los cuales, a juicio del PSOE de Quintanar, “intentaron amañar mediante entrevistas personales que favoreciesen a sus partidarios”
Por otro lado, denuncian las prácticas de persecución ideológica de los trabajadores municipales o empresas concesionarías “que no comulgan con sus ideas o depurando a los que opinan de otra manera”, aseveran.
Demagogia y propaganda
Buena parte del texto se centra en la relación política entre PP y Ciudadanos a nivel local, los cuales, según indican los socialistas, solo buscan sus rendimientos personales sin preocuparse de los servicios que quedan pendientes de llegar a Quintanar, ya que “no han realizado una sola visita a las instituciones públicas competentes, Junta o Diputación”.
Sobre la representante de estos últimos, Ciudadanos, indican que “solo sirve para salir en las fotos y ganar popularidad y votos”, y denuncian “invención sin planificación ni control” de las becas para estudiantes que el Grupo Ciudadanos presentó como propias el pasado verano.
Respecto a este grupo político, los socialistas vuelven a reivindicar su defensa de la Escuela Infantil Municipal Pim Pon, cuya sostenibilidad económica ahora olvidada, fue el objeto de la mencionada moción de censura.
El municipio punto por punto
En un breve repaso por el estado de la población, la formación progresista presenta como “ejemplos de abandono del pueblo” puntos como la renovación del contrato de suministro de aguas municipales, ahora paralizado; el proyecto socialista de la reutilización de las aguas residuales depuradas para el riego de cultivos leñosos, desechado; la plaga de conejos “sin control municipal”, o el Plan de Ordenación Municipal, paralizado.
La enumeración de ejemplos continua con la denuncia del estado de la Emisora de Radio Municipal, la cual indican, se encuentra en manos de una empresa privada “que solo mina por sus intereses económicos”, o el caso del actual gabinete de prensa del ayuntamiento del cual afirman es “sectario y politizado, pero pagado por todos”.
En el plano deportivo y cultural el PSOE quintanareño también destaca el abandono de la puesta en marcha de la Oficina de Turismo en el antiguo Hogar del Jubilado, remodelado con financiación de la Diputación de Toledo; el deporte “sin proyectos ambiciosos” y las actividades juveniles “inexistentes”.
En definitiva, los socialistas afirman que “viendo los plazos y que quedan tan sólo siete meses para las elecciones municipales, la estrategia que van a seguir –PP y Ciudadanos, se entiende- está clara, electoralismo poniendo primeras piedras sin ningún tipo de rigor económico y presupuestario”. Y sentencian con la castiza frase “y el que venga que arree”.