El Ayuntamiento ha mejorado la calificación por segundo año consecutivo, pasando de riesgo alto/muy alto en 2016 a riesgo bajo en 2018
Para Mariscal “La planificación económica nos permite cumplir con todos los indicadores exigidos por el Ministerio de Hacienda y abordar todas las inversiones necesarias”
El último informe de 11 de mayo de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha situado al Ayuntamiento de Cuenca en riesgo económico bajo. El objeto del ‘Informe sobre los Presupuestos iniciales para 2018 de las Corporaciones Locales’ es evaluar la probabilidad de que los presupuestos iniciales de las CCLL para 2018 permitan cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda pública y regla de gasto.
Ángel Mariscal, alcalde de Cuenca, ha manifestado que se está colaborando con todos los organismos, con el Tribunal de Cuentas al igual que con la AIReF. Para Mariscal, “es la segunda vez, en los últimos ocho o diez años, que el Ayuntamiento de Cuenca se aleja del riesgo económico con una tendencia positiva de mejora, ambas en esta legislatura. La planificación económica y la reestructuración de la deuda del equipo de Gobierno del PP han permitido cumplir con todos los indicadores que nos exige el Ministerio de Hacienda, mejorar la situación y la solvencia financiera del Ayuntamiento, mejorar el Periodo Medio de Pago a Proveedores y abordar inversiones sostenibles y necesarias.”
Así, a partir del análisis realizado, la citada institución ha estimado un “riesgo bajo” de sostenibilidad a corto/medio plazo del Ayuntamiento de Cuenca, habiendo mejorado la situación de partida que era de riesgo alto/muy alto, en 2016 y de riesgo medio en 2017.
“Han sido tres años seguidos bajando la presión fiscal a los conquenses y mejorando la gestión, como ha sido el caso del recibo del agua, un 10% de rebaja, el aumento de las bonificaciones por domiciliación bancaria y familias numerosas del 3 al 5%, de reducción de las tasas y precios públicos de las instalaciones deportivas y de las piscinas. En 2017, con la actualización catastral se evitaron las penalizaciones y las subidas de años pasados del IBI, un 60% entre 2011 y 2016.”
