Bernadetta Raatz interpretó en la tarde-noche de ayer dos piezas, ‘Los cuadros de una exposición’ de Modest Músorgski e ‘Imágenes para piano, libro I’ de Claude Debussy, ambas de reminiscencias pictóricas, al final de las pruebas eliminatorias del sábado correspondientes al Concurso en el que participan, a lo largo del fin de semana, dieciséis pianistas de tres nacionalidades.
En la tarde noche de ayer tenía lugar el concierto correspondiente a la IX edición del Concurso de Jóvenes Pianistas, que interpretó una de las integrantes del jurado, Bernadetta Raatz, quien también es presidenta de la entidad organizadora de concurso y concierto, Bell´Arte Europa, con el patrocinio del Ayuntamiento de Sigüenza (Guadalajara), entre otros colaboradores. Esta tarde está teniendo lugar el que le pondrá punto final, que correrá a cargo de los ganadores del concurso en sus diferentes categorías. La artista polaca interpretó dos obras: ‘Los cuadros de una exposición’ de Modest Músorgski, e ‘Imágenes para piano, libro I’ de Claude Debussy.
La ‘Promenade’, o paseo, es el tema que acompaña al espectador entre un cuadro y otro de ‘Los cuadros de una exposición’. “Con ella, el autor hila la música que le provocó la contemplación de los dibujos de su amigo, Viktor Hartmann”, explica Raatz. En la obra, de 35 minutos de duración, Músorgski describió con notas lo que para él significaban esos cuadros, en los que el arquitecto, pintor y escultor ruso había dejado sus impresiones tras un largo viaje a Europa. “Los músicos le estamos muy agradecidos al pintor, sobre todo por la inspiración maravillosa que le dio Músorgski para componer esta suite de piezas, una 
obra que luego fue desarrollada para orquesta por otros músicos, y especialmente por Maurice Ravel, que tiene la versión más conocida”, sigue Raatz.
Interpretativamente, es una obra difícil de tocar, “que necesita varios tipos de técnica y de mucha resistencia, porque lo más difícil viene al final, al que llegas cansada después de la progresión de la partitura. No es una obra cómoda”, añade la pianista.
Tras un descanso, la artista polaca interpretó una excelente versión de ‘Imágenes para piano, libro I’ de Claude Debussy, que tiene tres piezas. La primera lleva por título ‘Reflejos en el agua’. La segunda es un ‘Homenaje a Rameau’ -Jean-Philippe Rameau fue una de las grandes figuras del Barroco musical francés-. La tercera se llama ‘Movimiento’. “Los tres reflejan los cuadros imaginarios que tenía Debussy en su cabeza. De él dicen que escuchaba sonidos con colores. Compositor impresionista, al igual que en aquella época los grandes pintores franceses mezclaban los colores, en sus pinceladas, creando el conocido efecto visual, Debussy hace esto mismo pero con las notas del piano”, terminaba la pianista
