Más de 300 jóvenes asistieron a este festival y disfrutaron del talento de grupos de la comarca
La pradera de San Isidro acogió, por segundo año consecutivo en la localidad de Miguel Esteban (Toledo), el festival de música alternativa Charcones Fest, que ha contado en esta edición con más de 300 personas que se acercaron al paraje miguelete para disfrutar de una noche de conciertos en los que se mezcló la música con la esencia natural del paisaje.
El grupo herenciano Yeska fue el encargado de abrir la segunda edición y lo hicieron marcando desde un inicio su potencia y su ritmo. Rock and Roll pegadizo y algunos de sus ‘versos zurdos’ se escucharon en la pradera migueleta en la que fue una despedida de los herencianos de los escenarios antes de ‘escaparse al estudio’ a dar forma a nuevas canciones. Para poner el broche final a su actuación, contaron con la colaboración de una voz femenina, amiga de los componentes, que puso la tonalidad en la célebre canción ‘These boots are made for walking’, de Nancy Sinatra.
Tras ellos llegó el momento de otra despedida, aunque esta sí definitiva, la de los migueletes Falo Duz, quienes se han encargado de organizar junto al ayuntamiento las dos ediciones del festival. El estilo punk que caracteriza a los jóvenes migueletes se dejó notar de nuevo en San Isidro en un concierto que fue bien recibido por los jóvenes de la localidad asistentes al evento, que no fueron pocos.
Con la despedida de Falo Duz, fueron Celtibeerian quienes subieron al escenario en los momentos en los que más gente se reunió en el paraje miguelete. Desde Ciudad Real, este grupo que goza actualmente de un buen protagonismo en la escena nacional, trajo a Miguel Esteban sus melodías que unieron música tradicional y metal. Entre violines y gaitas, bien complementadas con el sonido más metálico del resto de la banda, hicieron un recorrido por su repertorio que acabó de una manera épica con uno de sus temas más reconocidos, «The Booze Song», que puso un punto y a parte en clave celta a la noche de conciertos.
Afilador, subieron al escenario y desde el minuto unofueron como un vendaval lleno de energía y potencia en unas canciones diferentes que no se pueden encuadrar en muchos estilos. Una música original, pegadiza y que movió mucho a los asistentes al Charcones Fest y que durante 40 minutos sorprendió a muchos de los allí presentes. Desde Madrid, su música underground, chillona y rápida, acompañada de la buena temperatura de la noche migueleta en el paraje de San Isidro, pusieron otro de los broches de calidad en el festival.
Y con ello, llegó el final más fiestero posible al festival. Alpargata, se encargó de traer al público a los pies del escenario y de no parar de bailar con sus canciones que unen la rumba con la fusión musical. Sus divertidas letras y una puesta en escena ejemplar formaron parte del final de este festival que, para muchos, fue inolvidable. Presentaron su último trabajo «Subiendo de Nivel» y, del mismo modo, hicieron que la temperatura subiera a los pies de los molinos que contemplaban como la segunda edición del Charcones Fest llegaba a su final. Rumbas illuminatis, críticas a la música electrolatina y animadas melodías pusieron la nota final a este festival que ya busca su tercera edición para seguir el camino que han empezado.
Desde la organización, agradecen a todos los asistentes que contribuyeron a que este festival ‘siga creciendo’ y forme parte de uno de los atractivos importantes de la localidad. Una reivindicación cultural que sigue tomando forma y que buscará una nueva edición para poner de relieve la música alternativa y ser un punto de encuentro para los jóvenes del municipio y de la comarca.
