Es una creación de Conrado Soria, chef del Restaurante Mateos, y resume en dos bocados, tanto monta, monta tanto, los dos principales ingredientes de la tradición culinaria adnamantina, bacalao y cerdo, así como las formas de elaborarlos.
Conrado Soria, chef del Restaurante Mateos, va a representar a la villa de Almazán en el IX Certamen de Pinchos y Tapas medievales que se va a celebrar en Consuegra (Toledo) entre los días 4 y 6 de noviembre. El cocinero ha resumido en dos bocados no sólo la tradición de ingredientes, sino también la forma de cocinarlos, de su Almazán natal.
Inspirado por el incesante discurrir del rio Duero, que baja tranquilo a sólo unos metros de su cocina, y que antes y después hace florecer la frondosa huerta adnamantina, Conrado, que cuenta con una amplia experiencia como participante en el concurso local de pinchos y tapas medievales de Almazán (Soria), se ha superado para la ocasión, creando un pincho que “evoca nuestra memoria gustativa colectiva”, explica.
Además de recurrir a los dos ingredientes clásicos que forman parte del acervo culinario de Almazán, como son toda la variedad de sabores de la matanza del cerdo –El restaurante Mateos tiene fama por su exquisita elaboración de torreznos- y el bacalao en salazón que tradicionalmente llegaba hasta la villa soriana en los carros de los vendedores ambulantes desde el Cantábrico, el cocinero incluye en los dos bocados de su ‘Terrina con sabores de siempre’ el buen hacer de las guisanderas adnamantinas.
Por separado, Conrado elabora las manitas deshuesadas y troceadas, con verduras -zanahoria y cebolleta- criadas por el Duero. Por otro lado, cocina los lomos de bacalao desmigado en salsa verde. En la base del molde de la terrina coloca el pescado, y, una vez frío, cuando adquiere la suficiente consistencia, añade las manitas con verdura. En doble capa, tanto monta, monta tanto. Manitas y bacalao son también una referencia a Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, que visitaron Almazán en numerosas ocasiones.
Entre uno y otro bocado, un bizcocho de boletus, que enlaza igualmente con la amplia tradición repostera de la ciudad de Almazán cuya máxima expresión son las famosas yemas adnamantinas, así como también lo hace con la micología, otra de las grandes bazas de la cocina local.
La tapa será una de las que se podrán degustar, al precio de 2,50 euros incluida una caña o vino, en fin de semana del 5 y 6 de noviembre en la ciudad de Consuegra (Toledo) en el IX Certamen de Pinchos y Tapas Medievales.
La historia de Consuegra, y la siempre recomendable, en cualquier época del año, visita a la localidad, van a ver subrayado, precisamente ese fin de semana, el pasado medieval consaburense, una de las muchas épocas históricas para las que es un bellísimo libro abierto.
Sobre la Red de Ciudades y Villas medievales.
Red de Ciudades y Villas Medievales es una alianza integrada por diez municipios de la Península Ibérica cuyo patrimonio medieval les confiere un atractivo turístico de primer nivel. La Red, que atraviesa la península de Norte a Suroeste, tiene como fin la promoción y difusión de estas localidades, en las que el medievo ha dejado su poderosa huella. Almazán, Consuegra, Coria, Estella-Lizarra, Hondarribia, Laguardia, Olivenza, Pedraza y Sigüenza en España, y Marvão en Portugal, integran esta unión de ciudades y villas que encierran imponentes paisajes, gastronomía y oferta cultural.
Entre los fines de la Red de Ciudades y Villas Medievales destaca la promoción turística y la organización de determinados eventos que permitan dar a conocer a un mayor número de personas estas localidades.
Uno de los objetivos marcados del proyecto es poner en valor la riqueza y variedad de recursos de unas localidades, que han sido escenario de importantes acontecimientos históricos, siendo su acervo cultural la marca por las que se las reconoce nacional e internacionalmente.
