Noelia de la Cruz, concejala responsable del área de Consumo en el Ayuntamiento de Toledo, ha visitado este lunes en el Paseo de la Vega el autobús instalado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición del Ministerio de Sanidad que lleva por nombre ‘Consume Original, Sé Auténtico’ para “impulsar, no sólo unas pautas de actuación sino un estilo de viaja a través de la concienciación del consumidor en torno a la adquisición de falsificaciones”.
De la Cruz ha estado acompañada en esta visita por Manuel Tordera, Director General de Salud Pública y Consumo, y Laura Ruiz, responsable de Proyectos de la Agencia Española de Consumo, y juntos han visitado el autobús desde el que se pretende informar a lo largo de esa jornada en Toledo sobre las consecuencias de la adquisición de falsificaciones y también concienciar sobre la importancia de adquirir productos seguros y de calidad.
La concejala ha destacado la posibilidad de adquirir a través de esta iniciativa una información actualizada sobre los riesgos que supone la compra de falsificaciones, de maquillaje, medicamentos o bebidas alcohólicas, a través de este autobús que ha recorrido ya diversas ciudades españolas.
“La idea es concienciar al consumidor sobre las consecuencias sanitarias, económicas, sociales y medioambientales de las falsificaciones y dotar a los consumidores de herramientas que les permitan la detección de productos falsificados”, ha mantenido la edil. En este contexto, De la Cruz ha abordado la necesidad de “buscar un marco de responsabilidad y confianza” con la intervención de todos los actores implicados, como son la administración, la industria, los agentes sociales y las asociaciones de consumidores, entre otros.
Por último, ha mantenido la necesidad de “tratar de luchar contra el fraude y la piratería, conscientes de las consecuencias que se derivan de ello, porque si alguien produce y vende falsificaciones es porque existe un mercado, y en consecuencia, existen consumidores que se dejan llevar por el precio”, sin ser conscientes -en la mayoría de los casos- de que se fomentan prácticas incompatibles con el consumo responsable que debe primar en toda sociedad avanzada.
En su caso, Manuel Tordera ha admitido que hay “serias dificultades para actuar de forma correctiva o preventiva porque no tenemos la información suficiente en torno a la trazabilidad de estos productos”, con los consiguientes riesgos para la salud y seguridad. Asimismo, ha dicho que hay un número muy reducido de reclamaciones en la compra de estos productos puesto que al adquirir productos falsificados “se renuncia a aspectos relativos a la calidad”.