La tradicional Cabalgata de Reyes recorrió las calles de Quintanar de la Orden despertando la ilusión entre los más pequeños que recibían entre aplausos y caras de satisfacción a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Tras una intensa Navidad cargada de actividades para todos los públicos, por fin llegaba uno de los actos más esperados por grandes y pequeños, la Gran Cabalgata de Reyes.
La localidad se preparaba desde primeras horas de la tarde para recibir a SSMM los Reyes Magos de Oriente que llegaban hasta la localidad, para saludar a los niños y niñas y hacerles entrega de sus regalos.
Antes, eran recibidos por el alcalde y concejales del equipo de Gobierno en la Residencia Ntra. Sra. del Rosario haciendo la visita a nuestros mayores, desde allí partían hacia el Belén Municipal para llevar a cabo la tradicional adoración.
Después, entre los saludos de los pequeños que se acercaban para verlos, sus Majestades se dirigían al balcón del Ayuntamiento.
El pueblo de Quintanar reconoció en una merecida placa los 50 años que D. Alfonso Toledo en la mágica noche del 5 de enero que asistió a su querido Rey Melchor.
A continuación el alcalde les hacía entrega de la llave mágica que abre todos los hogares de Quintanar de la Orden para que los Reyes pudieran entrar a depositar los regalos. El alcalde, Pablo Nieto , agradecía a Melchor, Gaspar y Baltasar el enorme esfuerzo que han realizado para poder llegar hasta Quintanar y pedía que, además de todos los regalos con los que llegaban cargados, traigan un año lleno de prosperidad y salud para todos.
Así, los Reyes Magos, acompañados por la Asociación Cultural Huríes, subían a su majestuosa carroza para recorrer las principales calles de la localidad hasta el Palacio de Navidad, donde hicieron entrega de algunos regalos.
Tras el duro trabajo realizado durante toda la noche, SS MM Los Reyes Magos de Oriente dedicaron la mañana del día 6 de enero a realizar algunas visitas, concretamente al Convento de las Madres Trinitarias, así como ala Iglesia Parroquial y al Convento de los Padres Franciscanos donde fueron recibidos con los brazos abiertos.