Esta séptima parada gastronómica tuvo lugar en el conocido restaurante Acrópolis de Toledo con el objetivo de impulsar los productos de calidad junto a la hostelería en la región
“Estrellas de la Mancha”, un nuevo formato de rutas gastronómicas diseñadas en Castilla-La Mancha con el objetivo de potenciar a productores y productos de proximidad y calidad diferenciada de la región junto a la hostelería, tuvo ayer su tercera parada en el restaurante Acrópolis de Toledo.
Estrellas de La Mancha nació en plena pandemia. “Entendimos que más que el momento de claudicar era, por el contrario, el momento de dar solución a un problema, pero mirando al futuro y retando al presente”, explican los impulsores de Rutas de La Mancha, los conocidos empresarios Juan Manuel Albelda, gerente de San Telesforo, Elías Zreik, de Gestión de Negocios Digitales y Raúl de Lema Turegano de Carnicería de Madrid.
Así, de la mano del responsable y la chef de Acrópolis, Diego Trujillo y Rosario Ramos Correa, el exclusivo evento gastronómico de anoche ofreció maridajes perfectos y catas comentadas poniendo en valor los productos de la tierra, comenzando con Queso Manchego y Berenjena de Almagro y “Empanada de mejillones con cebolla caramelizada”, regado con Flor de Allozo y Chardonay de Martúe; “Pulpo braseado con helado de pimentón de San Telesforo” y “Setas boletus con huevo poch’e” combinado con Hacienda Real Cencibel del Grupo Baco Decoop y “Solomillo de ternera Sierra de Guadarrama” con Martúe Especial. Para poner la guinda al pastel, la experiencia gastronómica se cerró con “Milhojas San Telesforo con helado de leche merengada” y un vino Muscat Volcánico de Quinta de Aves.
Mirando hacia el futuro de la gastronomía castellano manchega
Durante la velada Juan Manuel Albelda, destacó “las bodegas de excepción que nos acompañan y que confirman la necesidad de apostar por este proyecto que nació con vocación de sumar. De sumar a productores y empresas castellano-manchegas (miel, berenjena, carnes, vinos, azafrán, productos hortofrutícolas, ajo…) con el objetivo común que nos une: impulsar nuestros productos y nuestras empresas de agroalimentación, Denominaciones de Origen, IGP, Pagos y figuras de calidad de la mano del prestigio de nuestros reconocidos chefs y restauradores, de la hostelería”.
Zreik, por su parte puso el acento en “sumar” experiencias gastronómicas, pero no solo a través de “Rutas de La Mancha”, sino en combinación con “Rutas Gastronómicas de Producto km. 0” de Madrid, iniciativa que nace en paralelo en Madrid de los mismos promotores y que aúna los productos de calidad y proximidad de una y otra Comunidad vecina a través de la hostelería. Así, uno de los protagonistas también en Toledo en esta ocasión, fue también la Ternera IGP Sierra de Guadarrama.
Bodegas Martúe
Bodegas Martúe, representadas ayer por su director comercial Julián Rodríguez, es una importante empresa bodeguera que nace en La Guardia y atesora una de las más prestigiosas figuras en la pirámide de calidad vitivinícola como es El Pago, “nuestra historia nace de un hombre con un sueño y con una capacidad: aunar ilusiones y juntar un grupo de personas capaces de conmocionar una región, Castilla La Mancha”, esta es la filosofía empresarial de Martúe “tan en consonancia con iniciativas empresariales como Rutas de La Mancha”.
Bodegas Centro Españolas
Bodegas Centro Españolas, que protagonizó recientemente también la parada gastronómica llevada a cabo por Estrellas de La Mancha en el Restaurante Marisquería Virgen de Las Viñas, nació en 1991 en Tomelloso, una bodega familiar que soñó con convertirse en la primera Bodega estilo “Chateau” de Castilla-La Mancha aunando la tecnología más vanguardista con las artes tradicionales de la región, y hoy está presente en más de 45 países.
Grupo Dcoop Baco
También se suma a “Estrellas de La Mancha” una de las principales cooperativas vitivinícolas de la región con sus vinos Dominio de Baco. Dcoop Vinos Baco es el mayor grupo cooperativo multisectorial del sur del Mediterráneo, con sede en su sección de Vinos en Alcázar de San Juan, y más de 80.000 viticultores castellano-manchegos, que representan el esfuerzo y el espíritu de tradición y futuro del mayor viñedo del mundo, Castilla-La Mancha.