El Consejo Regulador califica la añada 2020 como Muy buena para los vinos elaborados en el año atípico pero gran calidad en la cosecha.
Aunque fue una vendimia atípica en las circunstancias de la COVID, los protocolos se ajustaron con precisión y por fortuna, en líneas generales, la campaña pudo realizarse con cierta normalidad. Su comienzo se originó en la segunda quincena de agosto para las variedades de ciclo temprano de maduración.
Semanas después, según el informe técnico de muestras remitido para la cosecha 2020, las conclusiones arrojan un balance satisfactorio en los vinos catados.
En total, se referenciaron unos 49 vinos “de las cuatro provincias que componen la zona geográfica de la Denominación de Origen. Las bodegas de referencia han sido las dos de mayor producción de vino con Denominación de Origen La Mancha en cada provincia exceptuando Ciudad Real con cuatro bodegas al tener más volumen”
Por variedades, se han valorado las principales uvas implantadas en el viñedo manchego, con preeminencia de la variedad airén y tempranillo, en blancas y tintas, respectivamente.
Valoración organoléptica de la Añada 2020
En la evaluación final por parte del panel de catadores (40 puntos la menor y 100 puntos la mayor en la ficha de cata) predominan aquellos valorados en el rango de 90 a 80 puntos, lo que reseña la calidad muy buena especialmente para los vinos tintos. “En blanco y rosados la puntuación media se encuentra igualada entre las muestras de 90 a 80 y las de 80 a 70”.
Las primeras impresiones del panel en los vinos blancos apuntan a unos vinos “afrutados y ligeros”, mientras que los tintos presentan un carácter afrutado, siendo “bastante redondos en boca y sin mucha astringencia.”
Así pues, los vinos DO La Mancha continúan en la buena senda de la calidad a juzgar por la evolución de las últimas añadas, ya que se trata de la tercera calificación de añada consecutiva valorada como Muy buena por parte del Consejo Regulador enlazando con la añada de 2017, que además fue Excelente.