El proyecto cultural ‘Laberintos Líricos’ ha recalado en la Plaza de La Merced de Cuenca donde Ángel Mariscal, acalde de Cuenca y presidente de la Comisión de Cultura del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, ha presidido el acto de inauguración y al que han asistido numerosos representantes de la sociedad conquense así como más de un centenar de alumnos de la Escuela de Arte Cruz Novillo.
En el acto, conducido por Miguel Romero, Cronista Oficial de Cuenca, también han participado Társila Peñarrubia, viuda del poeta; Marta Segarra, concejal de Cultura; Amparo Ruiz, poeta conquense; y uno de los responsables del equipo Boa Mistura, Pablo García.
En su intervención, Mariscal ha destacado que, cuando se presentó el proyecto ante la Comisión de Cultura del Grupo Ciudades Patrimonio, “lo tuvimos muy claro, es una propuesta valiente, porque mezcla modernidad, arte urbano y juventud con la historia y patrimonio de esta ciudad”. En este sentido, ha subrayado, sobre la ubicación escogida de la Plaza de la Merced, que “estamos en un entorno con cuatro fachadas de Iglesia, que tiene muchos siglos de historia, y que ahora se mezcla con algo efímero y a la vez, muy potente”.
Igualmente, acerca del poeta escogido en Cuenca, Diego Jesús Jiménez, el primer edil ha considerado que el grupo Boa Mistura, del que ha resaltado su trayectoria, “ha acertado” porque, entre otros muchos méritos, es Premio Nacional de Poesía.
Por todo ello, Mariscal ha manifestado que “somos unos privilegiados” por tener una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad y por tener esta oportunidad de contemplar una obra única en un entorno particular. Así, ha animado a interaccionar con ella a todos los allí presentes y a que el resto de la ciudadanía la visite hasta el próximo domingo.
La iniciativa, promovida por el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, recorrerá las quince ciudades que conforman la red, y llega a Cuenca, después de haber sido presentada en Madrid y haber sido expuesta en Cáceres y en Toledo.
Así, en conjunto, es un proyecto unitario, que se adecúa “site specific” a cada lugar, donde es ubicada la obra y reinterpretada para cada contexto. En definitiva, una misma construcción para 15 obras que muta al aterrizar en cada ciudad, en la que se empapa de su esencia para transmitir su identidad.
Con este sentido, en Cuenca, se ha construido su particular prisma seleccionando una poesía del conquense Diego Jesús Jiménez, en el que, mediante la técnica del anamorfismo, las palabras sólo podrán leídas desde determinados puntos, creando laberintos y paisajes de geometría de colores, acentuados por el carácter abstracto que ofrecen los prismas.
El poema escogido, ‘Júcar’, ha sido recitado en el acto de presentación por Amparo Ruiz Luján, y el mismo recoge: “(…) Descender su memoria coronada de juncos, ser su imagen herida por los amaneceres, penetrar los espejos en los que se repite el vuelo de las aves, donde anida el espino en su cárcel de sombras. Saciar así la sed, como los días en los atardeceres de sus valles la sacian. ¡Oh senda detenida donde mi juventud te amó! Habitan los recuerdos en un tiempo distinto. Nada profane su silencio ahora, ahora que están las puertas de sus noches abriéndose, que baña su inalcanzable imagen la memoria en sus aguas”.
Segovia y Ávila serán las siguientes ciudades, y con ellas se cerrará la primera de las fases de las que se compone el proyecto. La siguiente, tendrá lugar entre los meses de mayo y junio del próximo año, y terminará de recorrer las quince ciudades entre septiembre y octubre.
Una vez finalizado el recorrido por todas ellas, la idea es que se irán descubriendo las piezas de un poema sólo que cobrará sentido ciudad a ciudad y que no se compondrá hasta descubrir el último destino.