Ciudad Real Alberto Lillo

Los técnicos municipales del servicio de Medio Ambiente y Urbanismo del Ayuntamiento de Ciudad Real consideran que con las obras de reforma que se han llevado a cabo en el Hotel y Centro de Empresas Cumbria “han eliminado las situaciones de grave riesgo para las personas y los bienes en caso de incendio” que podían producirse en este edificio de la capital.

En el informe que han realizado después de visitar el pasado miércoles 23 de diciembre las obras que se han realizado con carácter urgente en este edificio ubicado en la Carretera de Toledo, consideran que con las obras de reforma que se han realizado se eliminarían los riesgos que pudieran tener tanto los trabajadores y personas que allí se encontrasen en caso de incendio, como los bienes del interior del edificio, en las actividades destinadas a Hotel y Oficinas (Planta Baja a Planta Bajocubierta) que ya se detectaron el 3 de mayo de año 2012.

Alberto Lillo, concejal de Urbanismo, valora cómo ahora el edificio “ya cumple con las medidas de seguridad de las que hace unos meses carecía. Las obras se han venido realizando en estos dos meses que el Ayuntamiento dio de plazo para que las personas tuvieran seguridad en el interior del edificio en caso de incendio. Y esto es positivo tanto para la propiedad como para el Ayuntamiento”.

“Este equipo de gobierno va a trabajar siempre con los empresarios de la ciudad con el respeto absoluto a las normas urbanísticas y a las normas para la seguridad de las personas” afirmaba el concejal.

La Junta de Gobierno Local dejó el pasado 2 de octubre sin efecto el acuerdo de clausura del Hotel y Centro de Empresas “Cumbria” en base de los informes elaborados por los técnicos municipales del Plan de Seguridad y Autoprotección que ha presentado la propia empresa a expensas de que se realizasen esas obras.

De manera paralela se trabaja para que el proyecto pueda obtener la licencia global de todo el edificio como Centro de Negocios, Hotel, Restaurante, Ludoteca, Guardería, Spa y Garaje. El concejal reconoce que “después de varios años tienen la legalidad que hasta ahora no disponía, y abre el camino a la licencia de actividad completa, cosa que nos congratula.”

Alberto Lillo, concejal de Urbanismo en el ayuntamiento de Ciudad Real, ha afirmado que se engañó a los consejeros de la EMUSVI en torno al edificio “fantasma” de la calle Alonso Céspedes de Guzmán.

En respuesta a las declaraciones de la portavoz del PP Rosa Romero, que afirmó que el entonces consejero a propuesta del grupo socialista José Fuentes votó a favor de esta adquisición, el concejal confirmaba este extremo, pero considera que los consejeros fueron engañados en la Junta de Administración donde se abordó esta cuestión.

Según consta en el acta de la reunión, Fuentes preguntó por esta operación urbanística, y los dirigentes de EMUSVI respondieron afirmando que entonces había 1.300 demandantes de vivienda, y que esta operación tendría un beneficio de 20 millones de euros.

Algo que considera “es un auténtico engaño a un consejero en el Consejo de Administración con la gravedad que supone haber hecho esa actuación”.

Alberto Lillo, concejal de Urbanismo y encargado de liquidar la empresa municipal de la vivienda (EMUSVI), ha calificado esta mañana como “operación ruinosa” la compra que se realizó desde esta Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda de un edificio destinado a viviendas del que sólo se encuentra levantado su esqueleto desde el año 2011.

El edificio se encuentra situado en una parcela de la Calle Alonso Céspedes de Guzmán, frente al número 19. Allí el concejal denunciaba en rueda de prensa cómo revisando documentación, descubrió que este “edificio fantasma” es propiedad del Ayuntamiento.

La operación urbanística se remonta al Pleno del día 5 marzo de 2007, cuando el Ayuntamiento adjudicaba a la empresa “Contratas La Mancha” la manzana por 942.696 mil euros para que construyeran estos pisos. En los pliegos de condiciones se estableció que en el caso de que se tuviera que revertir el contrato, el Ayuntamiento pagaría las dos terceras partes del suelo que le había vendido a la empresa, con lo que recuperaría una parte del dinero.

El contrato se resolvió, con lo que el comprador tendría derecho a recibir una cantidad económica. Pero al concejal le llamó la atención que se le pagó 848.481 euros, o lo que es lo mismo: 235.250 euros de más de lo que le correspondía.

Además el Ayuntamiento le encargó a la EMUSVI comprar el edificio por 610 mil euros, lo que ha supuesto que el edificio haya costado en total 1 millón 458 euros.

Esta operación se realizó en septiembre de 2011 y desde entonces no se ha avanzado en la obra. El concejal se pregunta quién dio la orden, quién es el responsable de la adquisición de un inmueble en estas circunstancias, cuando en ese año iniciativa de promoción de viviendas “estaba complicada y la venta de viviendas era casi nula”.

Toda la documentación, el concejal se la elevará al nuevo Consejo de Administración de la EMUSVI, para que -si se estima oportuno- “tomen las medidas que crean que deban de tomar para ver qué es lo que ha pasado y porqué tenemos un nuevo esqueleto propiedad de todos los ciudadrealeños.”