Los agricultores de ambas localidades conocieron distintas medidas de seguridad disuasorias, de mano del equipo ROCA5 de la compañía de Manzanares, en una reunión convocada por la organización agraria Asaja y los consistorios de Calzada de Calatrava y Granátula
Los ayuntamientos de Calzada de Calatrava y de Granátula (Ciudad Real) trabajarán de forma coordinada con el equipo ROCA5 de la Guardia Civil y la organización agraria Asaja para prevenir los robos y hurtos en el campo.
Así lo han decidido durante una reunión, en la que agricultores de la comarca, junto al alcalde de Calzada, Félix Martín, y el concejal granatuleño Damián Cañizares han conocido de manos de efectivos de esta unidad específica de la Guardia Civil los recursos con los que cuentan para proteger las áreas de campo. Durante este encuentro, los efectivos de la Benemérita han tratado de transmitir la importancia de la colaboración ciudadana, de modo que haya una comunicación fluida entre agricultores y Guardia Civil que permita favorecer la seguridad en el campo y abrir líneas de investigación, en caso de ser necesarias.
Como ha indicado el alcalde calzadeño, “es fundamental para nosotros saber que contamos con este respaldo cercano, de modo que podamos sentir que hay seguridad para nuestras instalaciones agropecuarias y ganaderas y, para ello, es muy importante que todos nosotros, instituciones, Guardia Civil y agricultores, trabajemos codo con codo. Es la mejor manera de mantener alejados a quienes quieren quedarse con lo que no es suyo”.
Martín, que ha agradecido el esfuerzo y dedicación de los agentes de la Guardia Civil en su labor diaria en la comarca, ha avanzado que estas reuniones de coordinación se realizarán de manera periódica.
Medidas de autoprotección de los agricultores y ganaderos
Durante la reunión, celebrada en el Centro Social polivalente de Calzada, los asistentes han podido conocer distintas medidas de autoprotección, entre las cuales destacan, por ejemplo, la identificación de la maquinaria mediante marcas reconocibles y únicas por parte de los propietarios; el cambio de las rutinas de trabajo, al menos, una vez a la semana, y, en caso de observar movimientos extraños de personas desconocidas o vehículos, observar los rasgos y apuntar matrículas para comunicarlo a la Guardia Civil