C Real plan de empleo

Luis Javier Merino aporta su experiencia y conocimiento como Técnico de Cooperación Internacional en el marco del Plan de Empleo 2019. Gracias a él se ha agilizado la tramitación de las subvenciones que las Organizaciones No Gubernamentales de Ciudad Real solicitan a través de diferentes proyectos, que hay que revisar y evaluar.

“Las asociaciones nos mandan sus proyectos para pedir subvenciones al Ayuntamiento. Me encargo de leerlos, revisarlos, que la documentación esté correcta, y que todo esté bien, luego hay un baremo, se evalúa y se conceden las subvenciones correspondientes”, explica Merino desde el Espacio Joven donde desarrolla su labor.

La actualización de la web en torno a todo lo relacionado con cooperación internacional, desde la implicación del Ayuntamiento con este ámbito, a las actividades que se han desarrollado en colaboración con las diferentes asociaciones, así como todos los proyectos subvencionados hasta el momento, son algunas de las múltiples tareas que ejerce este joven de 28 años, Educador Social. Además, se encuentra ya preparando el Día de los Derechos Humanos, que se celebrará en Ciudad Real el próximo mes de diciembre.

Hasta ahora, Luis Javier, había desarrollado básicamente su carrera en el ámbito de protección social en centros de menores, junto al trabajo con colectivos vulnerables, eje del proyecto con el que viajo hasta Portugal como voluntario europeo (SVE), en el año 2016.

“Me fui con un proyecto a la zona del Algarbe que luego resultó ser muy abierto, y como tenía mi experiencia de educador, además de ejercer como monitor de ocio y tiempo y libre, colaboré con otras entidades y organizaciones, sobre todo, con gitanos, en un centro de tiempo libre; una experiencia muy bonita y enriquecedora”, destaca.

A pesar de este voluntariado, y más de 2 años en paro, su actual trabajo dentro de la cooperación como tal es un ámbito que nunca había tocado, reconoce, y sin embargo “me está gustando muy mucho”. “No me esperaba esta oportunidad, que fuera en un Ayuntamiento, en un plan de empleo, pero vamos que estoy muy contento, muy bien y más después de estar tanto tiempo en el paro.” Y es que, asegura, fácil no está la cosa. “Sinceramente, no sales a la calle y te llueven las ofertas, ya no encuentras ni de camarero; he echado en bastantes sitios, llevaba año y medio sin trabajar, y ya dices echo el currículum en lo que sea, y aun así no creas que he tenido mucho éxito, yo he servido hasta copas, no se me caen los anillos”.

Siempre en búsqueda activa de empleo, este joven no ha parado de formarse. De hecho, acaba de finalizar un certificado de profesionalidad de alumnado con necesidades especiales, y ya se encuentra estudiando para la oposición el próximo año de Auxiliar Técnico Educativo (ATE).

¿Es que si no qué haces? Se pregunta retóricamente, “¿Te levantas de la cama y echas la mañana en el sofá? No hombre no, no te puedes quedar quieto ni parado”. Si bien es cierto, añade, “antes me quería dedicar más a menores, pero he descubierto el tema de la discapacidad y no me está disgustando tampoco, igual que he descubierto el ámbito de la cooperación y muy bien, he descubierto muchas cosas, además dos palos totalmente diferentes”.

Para Luis Javier, esta experiencia dentro del Plan de Empleo está resultando muy satisfactoria, “la verdad es que muy muy contento, muy a gusto, los compañeros, el sitio, todo muy bien, la verdad es que he tenido mucha suerte, no me veía yo con tanta suerte”. De hecho, es la primera vez que accede a un puesto de estas características, “lo eché varias veces, pero lo tuve que rechazar de igual modo, una por trabajo y otra por irme de cooperante, y mira; el anterior puesto era como monitor de la escuelas de verano, nos explica, pero quizá “el destino quiso que no lo cogiera por algo, y ahora estoy aquí. ‘Todo pasa por algo’, eso dice una amiga mía, y eso espero”.

Vivimos inmersos en la sociedad de la información donde las tecnologías, la comunicación y la imagen dominan nuestro entorno. Lo sabe bien la diseñadora gráfica Verónica Arche Ruíz de la Hermosa, diplomada en Diseño Gráfico. Su último trabajo como freelance fue en “35 Productora”. Tiene dos hijos de 8 y 4 años y lleva en paro más de 2 años.

Desde hace 10 años, “con la crisis se ha notado un montón la devaluación de este tipo de trabajo de imagen y comunicación. De por sí, es un sector complicado, es un trabajo que no está valorado para nada porque todo el mundo se cree diseñador”. Además –señala- “prefieren hacerlo barato y cutre, no se dan cuenta de la importancia de tener una buena imagen de cara al público, pero por ahorrarse dinero prefieren la moda del low-cost”.

Como ejemplo de la situación, nos explica, “a la hora de hacerte una casa pides al menos cinco presupuestos y, por supuesto, siempre te vas a quedar con el más barato, por eso nosotros mismo bajamos los precios. O lo bajas o sabes que no te cogen, porque se quedan con el más barato no con el mejor, prima lo económico por encima de la calidad, lo cuantitativo por encima de la cualitativo”. Al final, añade “es competir con otros constantemente, y a la baja, y ocurre en todos los sectores“.

Esta es la primera vez que Verónica, entra en un Plan de Empleo. Comenzó en el Espacio Joven maquetando boletines, proyectos, aportando desde su experiencia una nueva imagen. Además, realiza carteles para las diferentes concejalías, como el diseño para las ayudas a la conciliación, nos cuenta, o la imagen de las porta mascarillas para Igualdad, “que ha gustado bastante”.  También ha colaborado con la televisión municipal “Ciudad Real Televisión” actualizando y cambiando diferentes elementos con motivo del cambio de formato de emisión a HD. En concreto, nuevas separaciones y cortinillas para los informativos, creando las cabeceras de las secciones, el tiempo, los deportes, noticias, etc.

“Estoy fenomenal, estoy muy contenta porque me veo que lo que estoy haciendo y voy a hacer contribuye a mejorar el conjunto: que tu trabajo de resultado es muy satisfactorio”, asegura.

Arche, señala además que también está ampliando su formación. “Muchas cosas nuevas, cosas que no había hecho, que las he podido aprender por mi cuenta y que ahora, al desarrollarlas de forma más continuada, estoy aprendiendo un montón…  otro punto a mi favor”, destaca esta diplomada, con más de 10 años de formación en la Escuela de Artes y una infinidad de cursos a sus espaldas, tanto presenciales como on-line, con el fin de mejorar constantemente sus conocimientos y cualificación.

Lo que vale “es el saber hacerlo, más luego la experiencia, capacidad, talento, gusto, innovación, creatividad… en el diseño se paga todo”. No obstante, señala “al menos tengo una nómina, o sea tengo que dar gracias que estoy contratada”. Y es que Verónica, sabe y reconoce lo difícil que está el mercado laboral. Anteriormente ha desempeñado trabajos de camarera, gerente de un restaurante, y hasta dependienta de una tienda de ropa.

Por eso, de cara al futuro, “a mí lo que me gustaría es que este puesto de diseñador gráfico lo crearan porque debería de existir como tal, es necesario. Se trata de la imagen del Ayuntamiento y hace falta un puesto de diseñador que estuviera dentro del departamento de comunicación para que haya una línea de comunicación entre todas las concejalías y una imagen unitaria”.

Son las 10 de la mañana y todos los alumnos y alumnas del CAI ‘La Granja’ están en sus respectivas aulas reunidos en asamblea. Es la hora en la que hablan de la fecha que es hoy, la estación del año, si falta algún amiguito, el menú del día, y las diferentes actividades que van a desarrollar.

Anteriormente han ido llegado de forma escalonada, los más madrugadores al aula matinal a las 7:30 horas, y otros a partir de las 9 horas. Hasta que se han reunido todos han podido jugar libremente, no sin antes seguir todas las recomendaciones higiénico-sanitarias: toma de temperatura, lavado de manos, sprays en los zapatos, colocación de los abrigos en sus bolsas y puesta a punto con sus babys.

“Algunos chicos llegan al aula matinal, muy tempranito, luego otros de 9 a 10, y cuando ya estamos todos empezamos a hacer asamblea, luego realizamos alguna actividad, y después salimos al patio. Antes toman algún aperitivo, les damos de beber agua, y entre entrada y salida siempre aseo, hasta que nos preparamos para la comida”, nos explica Verónica Montañéz, una de las cuatro educadoras infantiles que trabajan en el CAI ‘La Granja’, dentro del Plan de Empleo 2019, todas Técnicos Superiores en Educación Infantil.

“Sobre todo es rutina. Desde que llegan hasta que se van, todo tiene un horario, y además ellos lo saben. Ellos tienen que tener claro lo que toca en cada momento. Ellos saben que cuando llegan pueden jugar, y que cuando estamos todos, nos sentamos a hacer la asamblea”, detalla Noemi Galán Melero. “Tenemos mucha rutina de baño y aseo porque concretamente en mi aula están empezando con el control de esfínteres, y como además estamos con el tema del coronavirus, ellos saben que se tienen que lavar mucho las manos”.

Inma Martínez, directora del centro, destaca que se trabaja por rutinas para crear hábitos o afianzarlos, tanto en aseo, alimentación como en horas de sueño. “Ellos saben lo que toca en cada momento, con una cancioncita saben en qué momento tienen que recoger, cuando es hora de jugar, de asamblea, de ir a comer”, detalla Noemi.

Esther Escribano de la Cruz, nos detalla cómo los niños saben que se tienen que echar los sprays, “te enseñan el pie para que se lo eches, van derechos a lavarse las manos, junto a la toma de temperatura cada cierto tiempo, etc.”. En general, apunta, las comidas y todo bien, “tienen días, a veces les gusta más una comida que otra, pero todo dentro de lo normal”

Hay niños que comen súper bien, niños muy autónomos y a otros que les cuesta más, pero estamos trabajando en ello, destaca otra de las educadoras Noelia Olmedo Sánchez, quien subraya que la siesta también es algo que llevan muy bien, “se adaptan a todo”.  Los menús, que se preparan en la propia cocina del propio CAI, siguiendo todas las medidas higiénico-sanitarias, están basados en una dieta sana y equilibrada, en torno a legumbres, pescado y carne, guisados en estofados, junto a verduras y un día dedicado a la pasta, algún lácteo, y mucha fruta.

Sólo ha pasado un mes desde el CAI abriera sus puertas y muchos de los niños han estado en período de adaptación, aunque los más veteranos ya se quedan desde hace días hasta la hora de la siesta, en su respectiva tumbona.

Esther de la Cruz, nos explica que ya han finalizado ese periodo de adaptación, “la primera semana costó un poquito, pero dentro de lo normal, ya están adaptados todos, a los nuevos les costó un poco, pero los niños son muy buenos, hemos tenido suerte creo,”; declara.

El día a día, educación a través de juegos y mucho cariño.

Cada clase tiene su día a día particular, según la edad de los niños, se establecen diferentes actividades, nos explica Sol González Murcia. Actividades que desarrollan por días. Así, nos cuenta Verónica, han estado rompiendo papeles para ejercer la motricidad, también estuvieron haciendo pelotitas, “además tenemos fichas y actividades preparadas para dibujar, hicimos un mural para pintarnos las manos”, confiesa, “algo que les encanta” tanto como a las propias educadoras que reconocen que “al final sales tú perdida de pintura, más que ellos, pero nos lo pasamos mejor nosotras viéndolos jugar”.

En el caso del aula que lleva Noemi, los lunes están dedicados al cuento, los martes a audiovisuales, con vídeos relacionados con algo que estén trabajando en ese momento: colores, animales, mientras los miércoles están dedicados a música, “tocamos sobre todo tambores”, y también “hacemos mucho reciclaje con latas”. Ya los jueves toca psicomotricidad, sobre todo, salir a dar carreras, “el otro día por ejemplo les pusimos un montón de rollos de papel higiénico y se volvieron locos a enrollar y desenrollar; ante todo, queremos que ellos se muevan, y el último día lo dedicamos sobre todo a actividades de pintura. En definitiva, “siempre se trabajan cosas, aunque parece que no siempre estás trabajando algo”.

En el aula de Noelia, los lunes siempre hacen algo libre, en concreto este lunes como la temática era de animales y cada niño tiene un logo de animal hemos hecho caretas; los martes cosas relacionadas con arte, esta semana han trabajado con azúcar para trabajar las texturas, llenar y vaciar; los miércoles psicomotricidad; jueves cuentacuentos y actividades relacionadas, “la semana pasada tocó “Los Tres Cerditos” e hicimos un gusano para que trabajaran el soplar, es decir, ejercicios buco-faciales, mientras los viernes realizamos algunas fichas, o ejercicios con papel de seda para que sepan cómo es rasgar, el hacer pelotitas; además pintamos con diferentes técnicas estampado, pintura de dedo, rotulador, ceras, etc”.

En definitiva, en función de cómo se adaptan los niños y lo que perciben y ven las educadoras, lo que les gusta más o menos, y recoger su opinión en las asambleas, van definiendo y orientando los juegos y actividades, nos explican. “Los niños se lo pasan fenomenal, y entre ellos tienen buena comunicación, están acostumbrados a que todo lo que está en el cole es de todos y generalmente comparten, no suelen tener problemas, aunque tengan sus preferencias, no suele haber conflictos”, destaca Noemi.

Una experiencia enriquecedora.

Todas las educadoras comparten la misma opinión, “se trata de un trabajo enriquecedor”. Es una experiencia muy bonita, muy enriquecedora, se aprende mucho de los niños, te aportan muchísimo, se aprende mucho de ellos; parece que los niños aprenden de nosotros, pero realmente somos nosotros los que aprendemos mucho de ellos. Es muy divertido, muy enriquecedor sobre todo”, nos comenta Noemi.

También Sol, define la experiencia del mismo modo, “es mi trabajo y lo que a mí me gusta”. En paro desde 2017, tras 15 años trabajando en guarderías “siempre mandado currículos y ya por la edad te descartan a pesar de toda la experiencia”. Se trata de la primera vez que me he apuntado a un plan, reconoce, “y muy bien, ha sido llegar y besar el santo, me ha dado la oportunidad de seguir con mi trabajo, que me encanta”.

Para Verónica, ésta es la segunda experiencia dentro de un plan de empleo, y “muy contenta, la verdad con los chicos genial, sí que se nota que es algo diferente por el tema de la pandemia, por el tema de desinfectar, pero al final llegas a acostumbrarte, son los primeros días los que más lo notas, y los chicos igual”.

Noelia, es una de las más veteranas, es la tercera vez que está dentro de un plan de empleo y ejerciendo su profesión en el mismo lugar, “de hecho ahora nos iban a mandar a coles y como sabía que ofertaban en el CAI me vine, porque ya trabajé las dos veces anteriores aquí, y he pasado por todas las aulas, desde bebés a los más mayores. Me gusta la manera de trabajar y lo bien que se está, por eso he querido repetir, lo bueno gusta”, confiesa.

Para Esther, ésta es su primera experiencia profesional, “es la primera vez que trabajo, estaba ayudando en la empresa familiar, pero lo que es un trabajo como tal la primera vez, y ha sido gracias al plan de empleo”, y  la verdad es “que muy bien, estamos muy a gusto, la verdad que con los niños muy bien, lo que más me gusta es acompañar a los niños, que son muy agradecidos, con nada que hagas les encanta, y el cariño que te dan, muy bonito”.

La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora; el presidente del IMPEFE, Pedro Maroto y el delegado provincial de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, Agustín Espinosa, han dado la bienvenida a las 10 personas desempleadas que participan en el Taller de Recualificación y Reciclaje Profesional “Ciudad Real Verde”.

Se trata de un programa mixto de formación y empleo en el que estos alumnos/trabajadores recibirán formación en un Certificado de Profesionalidad de actividades auxiliares en viveros, jardines y centros de jardinería, al tiempo que están contratados realizando estas labores en ajardinamientos municipales, en concreto en la Avenida de los Descubrimientos. Además, se ha contratado a tres técnicos para llevar a cabo la formación.

Pilar Zamora, reconocía que estas personas tendrán una oportunidad de empleo más fácil a través de este taller, y sobre todo mujeres, ya que son mayoría. “Cuando estamos en una crisis la falta de empleo es otro elemento que viene a aumentar esas dificultades, pero si además eres mujer la inserción laboral es aún más difícil.

La alcaldesa destacaba los 116.000 euros que se invierten en este Taller “eso demuestra no sólo la sensibilidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, sino la inversión porque muchas veces se puede tener la intención de, pero si no se tiene la financiación para, no se puede llevar a cabo. Y en la Junta de Comunidades estamos encontrando ambas cosas, esa intencionalidad y esa apuesta económica”.

 Zamora agradecía al IMPEFE “que tiene que pensar en muchas cosas, pero sobre todo en la creación de empleo como está haciendo” e invitaba a la Junta a que “no dejéis de invertir en Ciudad Real porque sabéis que cada programa del Ayuntamiento lo acogemos muy bien y además estamos dispuestos a llegar a los más que se pueda, porque nos interesa el empleo y también la calidad de nuestra ciudad”.

El Taller tendrá una duración de 6 meses, y se impartirá en el aula medioambiental de las instalaciones del Servicio de Parques y Jardines. El presidente del IMPEFE, Pedro Maroto, valoraba cómo este curso lo que pretende es “aumentar las competencias profesionales de 10 personas con el fin de aumentar su empleabilidad en el mercado laboral y a su vez tengan más oportunidades a la hora de conseguir un empleo”. Se trata de un taller práctico teórico, y la parte práctica será la rehabilitación de una zona ajardinada que se encuentra en la avenida de los descubrimientos.

Agustín Espinosa, destacaba cómo en la provincia de Ciudad Real, desde el Gobierno Regional se han invertido este año 2.800.000 euros en programas de inserción laboral, en los que participan más de 300 personas. “Éste no es sólo un programa formativo, sino un programa de inserción laboral, es decir permite que las personas obtengan una cualificación profesional en un área tan importante y de futuro como es el área medioambiental con una cualificación en la que van a obtener un título de carácter oficial, pero que además conlleva unas prácticas profesionales en la misma ciudad, que por tanto son visibles para todos los ciudadanos. Es importante que los ciudadanos vean que invertimos los impuestos en recualificación, en formación y sobre todo en beneficio de la propia ciudad. Por tanto, es algo que no sólo va a quedar para los propios alumnos, sino para la propia ciudad”.

Andrea Muñoz Cabañas, agente de Igualdad del Ayuntamiento de Ciudad Real, dentro del Plan de Empleo en Castilla-La Mancha, lo tiene claro: “han sido muchos años, muchos siglos a lo largo de la historia donde se ha ejercido la violencia en el espacio del cuerpo de la mujer simplemente por la identidad. Entendemos que esto no se cambia de un día para otro… podemos ver el trabajo que queda por delante, pero también debemos darle relevancia y valorar todo ese recorrido de des-aprendizaje emprendido, esa ruptura de roles, estereotipos y patrones, que no es fácil”. Su compañera, Rosario Camacho Fernández, piensa que hemos avanzado mucho, pero también que falta mucho recorrido, y que “el día que no sea necesario hablar de igualdad lo habremos conseguido”.

La Igualdad es precisamente uno de los ejes trasversales de las políticas del Ayuntamiento de Ciudad Real. Se trabaja en materia de igualdad de oportunidades, en el nuevo Plan de Igualdad o el protocolo de acoso sexual “entretejiendo materias que hagan más fuerte esa transversalidad, aunque esto, al fin y al cabo, es un proceso lento, de poco a poco para que de alguna manera se vaya consolidando e integrando en todas las áreas”, nos explica Andrea.

Sobre todo, destacan, se está trabajando mucho el área de la conciliación, para que se entiendan los roles, los estereotipos que se dan en el ámbito familiar y hacia donde puede derivar. También se trabaja todo lo referente a empoderamiento, brecha digital, sin olvidar la lucha contra la violencia de género.

“Es muy interesante que el Ayuntamiento haya detectado que existe una brecha digital, un techo de cristal, y que necesitamos un impulso en cuanto a la identidad femenina, y por ello hay mucha oferta dirigida a estos perfiles, gracias a una red de colaboradores que trabajan esas áreas”, subraya Andrea.  “Es  muy interesante, enfatiza, ese metabolismo que se está haciendo relacionado con esa área, y que se está implementando en el Ayuntamiento, pues de un tiempo a esta parte estamos viendo cómo se están integrando puntos violetas en diferentes eventos, junto a la realización de cursos en torno a lenguaje inclusivo, visionado de cortos y películas relacionados con la mujer, entre otros”.

“Acostumbradas a ver la fuerza de las mujeres en el cuidado, no en el empoderamiento profesional, me gusta tenerlo presente”, subraya. “Si echáramos la vista atrás y pudiéramos visionar el Ciudad Real de antes ya no es tan excesivo ese machismo, podemos ver a esa identidad femenina más empoderada, más independiente, pero aún quedan esos pequeños matices y las tecnologías han sacado a la luz otros carriles que son interesantes de ver, de observar cómo podemos orientarlos”.

Rosario, destaca además la importancia de dar a conocer nuevos conceptos en torno a lo que vienen trabajando como el sexting, el compartir imágenes eróticas o de contenido sexual por internet, “muy peligro para los jóvenes, no saben lo que se pueden encontrar, amenazas que pueden recibir, el acoso al que pueden ser sometidos”, de ahí la relevancia de la concienciación y educación. Un área que conoce bien debido a su trayectoria como mediadora social y las prácticas que realizó dentro de la propia Concejalía impartiendo talleres en los colegios “es súper bonito poder concienciar a los jóvenes en igualdad, se puede ayudar en mucho, abarca muchísimo, y es muy necesario que cada vez nos vayamos concienciando más”.

 El día a día como agentes de Igualdad:

En su día a día, tanto Andrea como Rosario preparan desde las presentaciones de ruedas de prensa, junto a toda la documentación en torno a actividades y proyectos, aparte de hacer un seguimiento de las diferentes convocatorias de ayudas y subvenciones. “Nosotras nos ocupamos de comprobar toda la documentación, si se cumplen los requisitos, si faltaba algo, junto a la elaboración de documentos que apoye la comisión de evaluación para hacer el ejercicio final de valoración de las convocatorias”.

“Somos un poco una célula de apoyo que está ahí para lo que va surgiendo”, todo ello, señalan, teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos donde se ha modificado la línea de trabajo. Con la pandemia todo es más limitado, “y son temas sociales que requieren de mucha cercanía, pero intentamos ante todo estar proactivas y pendientes de lo que se puede necesitar”.

Ambas valoran que desde la Concejalía se les ofrezca flexibilidad para organizar el trabajo y puedan sumarse al amplio abanico de formación que se imparte, así como eventos, charlas, y debates que se organizan “es un privilegio poder estar trabajando y ampliar nuestra formación, al tiempo que aprendemos de tanta gente”.

Firmes ante la incertidumbre. Rosario estudió Sociología, y se especializó en Psicología Social, aunque admite que siempre ha trabajado como teleoperadora y auxiliar administrativo, hasta que se introdujo en temas sociales a través de cursos como mediadora social y técnico de Integración, lo que le ha permitido tras tres años en paro trabajar actualmente como Agente de Igualdad. No es la primera vez que está dentro de un Plan de Empleo, ha trabajado en varias ocasiones como integradora social y reconoce que ha aprendido mucho “he estado en diferentes sectores, lo que me ha dado bastante experiencia, y en todos ellos he aprendido bastante”.

Andrea, estudió Publicidad y Relaciones Públicas especializándose en el campo audiovisual, aunque tenía claro que su camino no eran las ventas ni lo comercial. “Me considero una persona multipotencial por el hecho de no dedicarme especialmente al algo, sino que estamos en un contexto que te exige el continuo reciclaje profesional, y en un contexto de crisis he tenido que continuar ese trabajo de búsqueda continua, donde he tocado de todo: albañilería, hostelería, trabajo de campo, participación social, tallerista, diseño gráfico, maquetación, hay veces que no sé cómo plantearme escribir el currículum, me pregunto ¿quién soy? ¿a dónde voy?”.

Con el tiempo, llegó un momento en el que Andrea, descubrió este ámbito de la Igualdad que, reconoce, le ayudó mucho a nivel personal. “Hice un curso como monitora, tenía esperanza de meterme en lo social, pero a día de hoy está un poco difícil, aunque necesito dejar de pensar que necesito seguir formándome continuamente; mi nodo de acción es la comunicación audiovisual dirigida a lo social para realizar ese activismo social que me gusta”, y aunque en la actualidad compagina su puesto como Agente de Igualdad con la puesta en marcha de un proyecto de corte social y medio ambiental tiene claro que el proyecto más importante en estos momentos, sin duda “es manteneros firmes en esta incertidumbre y atentas y listas para cualquier cosa”.

Tanto Rosario, como Andrea, consideran que han tenido mucha suerte de poder trabajar dentro de este Plan de Empleo. “El día que fui a la inscripción fue una verdadera locura y los testimonios que escuchabas, la gente cómo estaba, no podemos sentir pena porque estamos ahí luchando y yendo a postular… y nos levantamos todos los días en este mundo de incertidumbre y decimos ‘vamos allá’ aunque sea con esta media moneda en esta ruleta de la suerte, la echo a ver, lo intento al menos”, destaca Andrea, quien espera que se dé más potencia a este perfil de agente de igualdad y que tengamos más espacio para poner en práctica todo lo aprendido”.

El Instituto Municipal de Promoción Económica, Formación y Empleo del Ayuntamiento de Ciudad Real tiene como objetivo principal la potenciación del desarrollo socioeconómico de Ciudad Real, a través de la mejora de la formación profesional, orientación e inserción profesional, promoción económica y fomento del empleo, entre otros. Para ello dispone de una amplia gama de recursos al servicio de todos los ciudadanos de la capital, de los que se encargan de informar las coordinadoras y orientadoras del Plan de Empleo en Castilla-La Mancha en Ciudad Real, cofinanciado por la Junta de Comunidades, el FSE y la Diputación Provincial.

Entre sus principales funciones se encuentra la atención al público sobre temas laborales, búsqueda de empleo, de cursos, cómo hacer currículos, cartas de presentación, junto a la difusión de ofertas del boletín de empleo público y privado de la Agencia de Colocación, un sistema de intermediación laboral.  “Nos llaman empresas o buscamos nosotras las ofertas, y gestionamos todo lo relacionado con ella, realizando una selección de las personas que se presentan, en función del perfil buscado, enviamos los currículos de las personas que más se ajustan y ya la empresa toma la decisión final”, explica Mercedes Fernández Lietor.

La gestión del Plan de Empleo es otra de las funciones primordiales que realizan con un seguimiento de todos los proyectos, en torno a un amplio abanico de categorías, junto a un seguimiento de todos los trabajadores, partes de asistencia, faltas, incidencias, equipamiento, cuestionarios de satisfacción, en definitiva: una labor de apoyo al área de recursos humanos.

Labor que también han venido realizando en torno a otros proyectos, que con el tema de la COVID se habían quedado en ‘stand by’ como el taller de Recualificación y Reciclaje Profesional “Ciudad Real Verde”. Un curso presencial de recualificación de jardines y viveros, nos explica Mónica García Consuegra Rodríguez de Guzmán, quien apunta que en concreto se venían ocupando de toda la información y recogida de documentación, tanto de los profesores que iban a impartir el curso como de los alumnos.

La llegada de la pandemia y el confinamiento cambió bastante el curso de los acontecimientos “y nos tuvimos que reinventar”. Los cursos quedaron paralizados, y ellas tuvieron que adaptarse al teletrabajo pasando así toda la atención que se ofrecía al público de manera presencial a telemática.

“Ya toda la atención a usuarios tenía y tiene que ser vía e-mail, whatsapp, en el marco de lo que ha venido a denominarse “IMPEFE desde casa”, con envío de correos a todos los usuarios de la agencia para informales de que la atención sigue, pero de diferente forma. Les pedimos que aprovecharan esas circunstancias para actualizar su currículum, diseñamos carteles explicativos para explicar cómo inscribirte en la agencia de colocación paso a paso, guías sobre cómo hacer currículum, cómo darte de alta en Linkendin, aparte de atender muchas dudas, desde cómo sellar la tarjeta del paro, cursos ‘on-line’, la escuela virtual, etc.”.

Carmen María Calderón Fernández y María Arantzazu Velástegui Alférez, se han incorporado más recientemente con el plan de empleo como orientadoras y apoyo a todas las labores que realizan tanto Mercedes como Mónica, de modo que han formado dos equipos para ponerse al día y cumplir con todas las medidas de seguridad por la COVID.

Plan de empleo, una gran oportunidad. Todas, en paro desde hace años, y en búsqueda activa de empleo, se muestran muy agradecidas por esta oportunidad. Además, destacan el equipo extraordinario que forman y la calidad humana de todos los compañeros. “Desde el principio nos han tratado como una más, con una amabilidad increíble, además de aprender mucho”, señala Mónica, licenciada en Psicología, quien también ha desarrollado su trayectoria profesional como docente de un centro de desarrollo infantil y atención temprana y como orientadora e integradora social, de forma voluntaria.

En este sentido, Mercedes, licenciada en Derecho, con una trayectoria en torno a la docencia y orientación laboral, además de directora y coordinadora de una ONG, afirma que el plan de empleo es una oportunidad de reactivación muy interesante, además “ayudas a la gente y encima aprendes y creces”.

“La oportunidad es muy buena, aparte de que tenía una necesidad muy grande en lo personal, en lo profesional te da la posibilidad de crecer, y el estar aquí te hace ser más fuerte y me hace proyectar y ver otras opciones de futuro, cuando mueves energía todo empieza a fluir”, destaca Carmen, diplomada en Relaciones Laborales, con una trayectoria desarrollada en el ámbito de la educación social y la docencia, y la única que ya anteriormente había participado en un plan de empleo en Almadén como auxiliar de biblioteca.

María Arantzazu Velástegui, licenciada en Derecho, aunque la mayor parte de su trayectoria la ha desarrollado en el sector de recursos humanos y selección de personal, afirma sentirse “súper contenta” con este puesto, tras más de 11 años en paro. “Para mí fue una sorpresa que me cogieran en el Plan de Empleo, además es la primera vez que lo he echado porque al principio creía que las personas que contrataban era de un perfil con menor cualificación y fue toda una sorpresa ver los puestos que se ofertaban”.

Todas en búsqueda activa de empleo desde hace años, señalan su motivación presente pero también la incertidumbre futura, sobre todo, ahora con la COVID-19. “La situación laboral se complica, muchas empresas en ‘stand by’, todo en el aire, el cole, lo económico, la salud…”. No obstante, como nos recuerda Carmen “la calidad de tu vida está en la calidad de tus pensamientos”, y una cita de la psicóloga Mar Romera: “ante todo, hay que ser positivos”.

En los proyectos lo que se valora es la reducción de cantidad de CO² que se emite a la atmósfera y la consiguiente reducción de los niveles de contaminación

Un buen número de planos ocupan las mesas donde trabajan Luis Campos Díaz, ingeniero industrial, y Consuelo Lozano Casares, ingeniera de caminos. Se trata de planos de los distintos edificios municipales que han de actualizar en base a todas las mediciones que llevan realizando durante meses para incorporar nuevos sistemas de iluminación, climatización y energía fotovoltaica con los que contará el Ayuntamiento de Ciudad Real, fomentando en uso de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética de varios edificios municipales.

“Nos encontramos haciendo proyectos que van desde la iluminación, a instalación de paneles solares o mejoras de la climatización de los edificios municipales, desde el Quijote Arena, al Mercado Municipal, Museos, Ayuntamiento, etc., proyectos muy costosos de ahí la importancia de las subvenciones que solicitamos a la Diputación y al Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), que suponen una financiación de un 80%”, nos explican, o que financia la EDUSI Ciudad Real 2022 “Eco-Integrador”, con la cofinanciación del FEDER.

Lo que pretende el Ayuntamiento con esto, destacan ambos ingenieros, contratados dentro del Plan de Empleo, es una mejora de ahorro energético y económico, porque “estamos hablando de cambiar miles de las antiguas bombillas incandescentes por led, lo que supone muchísimo ahorro de energía. 60 watios de una bombilla convencional se puede sustituir por un led de 9 watios dando la misma luz para hacernos una idea”, señala Luis.

El sistema de climatización del edificio de la Policía que aún mantiene una antigua caldera de gasoil, se quiere sustituir por bombas de frio y calor con control automatizado, “el sistema es caro, pero el ahorro a la larga es espectacular”.

La cuestión de energía fotovoltaica también es muy importante, “energía gratis del sol para el consumo diario tanto del Quijote Arena, museos y oficinas del Mercado con la instalación de paneles en los tejados, lo que supondrá un ahorro de hasta un 20% de electricidad”. Con respecto a este proyecto, además hay subvenciones, no sólo del IDAE existen otras por tratarse de energías renovables, la energía del presente y el futuro, señalan.

En los proyectos lo que se valora es la reducción de cantidad de CO² que se emite a la atmósfera y la consiguiente reducción de los niveles de contaminación. Para ello están los certificados energéticos del edificio, donde se recoge la cantidad de emisiones de CO² a la atmosfera.

Consuelo y Luis, destacan que en el caso de la Casa Consistorial en cuanto a la iluminación  “hemos tenido que realizar un inventario de todas las luminarias, para que haya un registro real”, y a partir de ahí hacer nuevos planos actualizados.

Altamente cualificados, con una gran experiencia, y en paro.

Luis, es un experto en el mundo de las renovables, ha trabajado toda su vida en el sector, pero asegura que los últimos años ha sido muy complicado, tanto que tuvo que buscarse la vida instalando cables de telefonía, e incluso dar clases particulares a chavales “porque no sale nada y hay que trabajar”.

“Es la edad, miran los años que tienes y directamente pasan al siguiente. Si ven el currículum tienes todo hecho, una experiencia tremenda… antes era al revés, no te querían porque no tenías experiencia, ahora te sobra pero por edad te echan”.

Para Consuelo, el mayor problema con el que se ha encontrado, a pesar de haber trabajado toda su vida en su especialidad, es el machismo. “Para mí el mayor obstáculo siempre ha sido el ser mujer, mi ámbito de trabajo es muy machista. En las entrevistas la primera pregunta es: ‘¿tienes cargas familiares?’ Y yo pienso: ‘pero, ¿cómo cargas familiares?’ Tengo hijos que he decido tener, es mi familia, no es una carga, seguro que a mi marido no le hacen la misma pregunta. También me han llegado a decir: ‘das el perfil muy bien para el puesto de trabajo, pero preferimos a un hombre’. A mí esto me lo han dicho así, a la cara, sin tapujos, y te dicen ‘es que claro si los niños se ponen malos…’ Bueno, pues yo veré lo que hago, es asunto mío, tú por eso no te tienes ni que preocupar, yo también tengo a mi marido, que también es su padre, y él se ocupa de sus hijos igual que me puedo ocupar yo”.

Luis, le da la razón a Consuelo, “hay sitios así, obra civil es de los peores porque es un mundo de hombres. En ingeniería de minas había dos chicas nada más, hay mundos de trabajo exclusivos de hombres”.

“Los empresarios son hombres en su mayoría y la verdad es que muchos son machistas, al menos la experiencia que yo he tenido, habrá hombres que no lo sean pero yo aún no me los he encontrado; en los tiempos que estamos que te digan esto”, destaca Consuelo indignada. “Es cierto me hubiese gustado desarrollarme más en mi rama, todo esto es nuevo para mí, pero bueno aprender nunca está demás”.

Ambos transmiten motivación, responsabilidad, una alta capacidad de trabajo. Aunque en sus currículos haya vacíos por haberse encontrado en paro, en verdad nunca han parado. Consuelo acaba de terminar un curso de docencia de formación profesional para el empleo. La urgencia es latente en todos los proyectos que tienen entre manos… Y tienen mucho trabajo por delante.

Más de un centenar de niños y niñas han pasado ya por el Espacio Joven este verano para participar en las distintas actividades organizadas por la concejalía en torno a talleres, que imparten las monitoras de Animación Sociocultural, dentro del Proyecto de Dinamización del Espacio Joven, en el marco del Plan de Empleo 2019. Participantes entre los 4 y 12 años, distribuidos en grupos reducidos debido a las medidas de seguridad adoptadas por la pandemia de la COVID 19, y que a lo largo de estos meses han podido disfrutar de actividades al aire libre, gymkanas y numerosas propuestas.   

Hoy toca taller de manualidades y todos los jóvenes portan sus respectivas mascarillas. Además, antes de comenzar se lavan minuciosamente las manos. Ninguno muestra gran preocupación ni agobio. “Los niños lo llevan bastante bien, los chicos no se quitan la mascarilla para nada, y con el tema de los geles, lavado de manos están muy concienciados, más que los mayores, no se quejan en ningún momento”, comenta una de las monitoras.

A lo largo de esta semana, se han desarrollado diferentes talleres de reciclaje y de manualidades con temáticas que han ido desde el verano con la creación de kits individuales en torno a abanicos, sandias, helados a la realización de viseras, fundas y divertidos juegos “para dar caza al COVID y normalizar la situación”.

Lo importante aquí “es la creatividad e imaginación, el aprovechamiento de materiales; es un trabajo muy creativo, y con los niños es muy agradecido, aparte de que estamos trabajando, se disfruta mucho con los niños, son muy ricos y la verdad es que da gusto”, destaca una de las monitoras Julia Domínguez, Licenciada en Sociología, dos años y medio en paro. Su último trabajo también en torno a un Plan de Empleo.

“Me siento muy contenta, muy agradecida, tampoco me lo esperaba por el tema de la pandemia y todo eso, estaba todo muy en el aire, un ambiente muy raro, fue una sorpresa. Al principio me quedé un poco ahí, en estado de shock, que no sabía muy bien para dónde tirar, pero luego la verdad es que eché valor y dije para adelante, y la verdad todo muy bien”.

Similar es el caso de Carmen García Núñez, decoradora, con diferentes cursos de informadora juvenil, también dos años y medio en paro, y su último trabajo en el marco de un plan de empleo.

“La verdad es que yo estoy muy a gusto y contenta, porque hacía tres años que no había vuelto a trabajar; además estoy en una ocupación que me encanta, porque a mí me encantan las manualidades, estar con los niños, y aparte se necesita de vez en cuando salir de la casa, aunque yo ya tengo a los hijos mayores, pero me gusta conocer gente y estar con compañeras. La verdad es que son muy buena gente, sólo llevamos un mes, pero estamos muy bien”, señala.

El mismo perfil presenta María del Prado Beldad, Licenciada en Derecho, aunque en su caso, según subraya, nunca estuvo muy segura de ejercer la abogacía, de ahí que se adentrará en el mundo de la dinamización cultural, aparte de realizar varios cursos a través de la Cámara de Comercio. Si bien, apunta, no descarta volver a su profesión en ningún momento.

De momento, lo que tiene claro María del Prado es que en el momento actual está muy contenta y también sorprendida “porque no me espera que me fuesen a coger, porque con tanta gente pues las posibilidades disminuyen, así es que estoy muy contenta, y disfrutando esta oportunidad”.

Algo diferente es el caso de Miriam Ruiz, nueve años sin trabajar, siempre dedicada a la familia, a pesar de tener un título de Administrativo y cursos de animadora. Sin embargo, destaca que para ella la prioridad durante este tiempo ha sido el cuidado de sus hijos, aunque todas destacan, de una manera u otra, que han tenido que hacer equilibrios en sus vidas para compaginar familia, formación y trayectoria profesional.

“Yo también estoy muy contenta, muy a gusto y, sobre todo, como dicen las chicas a nivel personal te viene muy bien cambiar de aires, y conocer a más gente que no sólo tu entorno más cercano”, apunta.

Aroa Amador Oliver, es la monitora más joven del grupo, 27 años, y éste es su primer trabajo remunerado. Anteriormente, estuvo empleada en una escuela taller a través de una asociación en la que, además de colaborar ha desarrollado numerosos cursos como el de Animación Sociocultural, puesto que ocupa actualmente dentro de este plan de empleo. Nos cuenta que se ha inscrito muchas veces, pero es la primera vez que consigue un puesto laboral.

“Yo me siento muy muy contenta, además me gusta mucho estar con niños, tengo dos niñas y muchos sobrinos, además con las compañeras que me ha tocado fenomenal”.

A pesar de las diferencias,  todas ellas están de acuerdo en destacar la dificultad a la hora de incorporarse al mercado laboral cuando tienes una familia e hijos, “o merece la pena o me quedo en casa, cada cosa su momento”, y por supuesto todas coinciden en que en el actual puesto de trabajo que desarrollan en el Espacio Joven se sienten muy a gusto, contentas, porque además de ser un trabajo y tener su consecuente remuneración, es algo que hacen con gusto, van a trabajar y disfrutan, “no es un trabajo de ir a la oficina, todas venimos con ganas, no nos podemos quejar, y más con todo lo que está pasando”, concluyen.

El Instituto Municipal de Promoción Económica, Formación y Empleo (IMPEFE) del Ayuntamiento de Ciudad Real ha dado la bienvenida en el Centro Cultural Antiguo Casino a 72 personas contratadas dentro del Plan de Empleo 2019-2020, cofinanciado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Ciudad Real.

Eva María Masías, alcaldesa accidental de Ciudad Real, ha sido la encargada de acoger a estas 72 personas de las 215 que se contratarán en este Plan de Empleo, que durante 6 meses a jornada completa pasarán a formar parte de distintas concejalías y servicios municipales.

Masías, afirmaba que las personas contratadas cumplen con perfiles de las concejalías de Educación y Juventud, y que apoyarán con su trabajo las distintas escuelas de verano y actividades de estas concejalías, colaborando en áreas fundamentales para la ciudad y ayudando así en este momento sobre todo “a que las familias puedan conciliar a través del elenco de actividades que se han preparado de cara a este verano tan complicado que se presenta”. Además, ha añadido que “este nuevo Plan de Empleo no sería posible si no fuera por ser el fruto de la colaboración entre administraciones, que hoy más que nunca es necesario”.

El presidente del IMPEFE y concejal de Promoción Económica, Pedro Maroto, ha declarado que debido a la COVID-19 “los trabajadores del plan de empleo han tenido la oportunidad de hacerse un test, de los cuales todos han sido negativos, y además se les ha dotado de las medidas higiénicas necesarias para desempeñar su actividad”.

Al acto de bienvenida que se ha celebrado en el Centro Cultural Antiguo Casino con la presencia del delegado provincial de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, Agustín Espinosa, y los concejales de Acción Social, Matilde Hinojosa, y Educación, Nacho Sánchez.

El importe de este plan de empleo asciende a 2.063.000 euros, de los cuales, 387.000 son aportados por el Ayuntamiento de Ciudad Real. Entre las categorías profesionales que se contratarán en los proyectos de servicios están: Agente de Igualdad (2), ATS/DUE (3), Auxiliar Administrativo/a (6), Conserje (17), Diseñador/a Gráfico/a y de Páginas Web (1), informador/a-Guía turístico/a (4), Ingeniero/a Técnico/a de Obras Públicas (1), ingeniero/a Técnico/a Industrial Electricidad (1), Ingeniero/a Agrónomo (1), Ingeniero/a de Caminos (1), Magisterio de Infantil (6), Magisterio de Primaria (21), Monitor/a de Comedor Escolar y Actividades Educativas (15), Monitor/a de Biblioteca (4), Monitor/a de Cooperación Internacional (1), Monitor/a Deportivo/a (2), Monitor/a de Física y Química (1), Monitor/a de Informática (4), Monitor/a de Matemáticas (1), Monitor/a de Educación Ambiental (2), Monitor/a-Director/a de Actividades (15), Monitor/a de Inglés (1), Operador/a de Cámara (1), Redactor/a (2), Orientador/a Laboral (5, de los cuales 3 ya se contrataron en enero), Técnico/a de Protección Civil (1), Técnico/a Superior de Educación Infantil (4), Técnico-a de Integración Social (2), Técnico/a Superior en Proyectos de Edificación y Obra Civil (1) y Topógrafo/a (1).

Respecto a las categorías profesionales de los proyectos de obras, se contratarán a: Encargado/a de Obra (5), Oficial de 1ª Albañil con Tarjeta Profesional de la Construcción (9), Oficial de 1ª Pintor (6), Oficial de 1ª Herrero (2), Oficial de 1ª Climatización (1), Oficial de 1ª Fontanero (2), Oficial de 1ª Electricista (2), Oficial de 1ª Mecánico (1), Oficial de 1ª Jardinero (2), Oficial de 1ª Carpintero (2), Ayudante de Climatización (1), Ayudante Electricista (2), Operario/a (45) y Operario/a con Tarjeta Profesional de la Construcción (8).

Supervisan y certifican trabajos, realizan informes u obtienen datos de distintas obras de conducciones de saneamiento o abastecimiento, de líneas eléctricas, de edificación, de arreglo de calles… Desde el pasado 2 de julio trabajan codo con codo con el resto de trabajadores del servicio de Infraestructuras y Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Ciudad Real. Son los cinco ingenieros del Plan de Empleo de Castilla-La Mancha que han sido asignados al proyecto “Planificación de la Red de Abastecimiento de Agua Municipal” y que están aportando talento, sabiduría y experiencia a importantes proyectos de la capital.

En total, han sido 68 los trabajadores y trabajadoras que se han incorporado a trabajar en distintas dependencias municipales en la primera fase del Plan de Empleo 2018 en Castilla-La Mancha, financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Ciudad Real, el Instituto Municipal de Promoción Económica, Formación y Empleo (IMPEFE) y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.

Esta no es la primera vez que el servicio de Infraestructuras del Ayuntamiento acoge a trabajadores del Plan de Empleo, según explica el responsable del mismo, Alfredo Pulido. “La experiencia que hemos tenido otros años ha sido bastante positiva. Normalmente el perfil que viene es muy bueno, aunque no respondan a los criterios puramente técnicos que necesita el servicio, pero se adaptan rápido y tienen una gran disposición a trabajar”, asegura.

“Muchas veces hablo con ellos de que su formación y sus expectativas puede superar en mucho lo que luego tendrán que hacer aquí, porque ha llegado gente muy preparada, involucrada e implicada, con ganas de trabajar, muy versátil. Este año también ha sido así”, continúa el jefe de servicio.

José Ignacio Antona del Val, Ingeniero de Caminos de 59 años, es uno de los cinco trabajadores del Plan de Empleo que se ha incorporado a este servicio. No es nuevo para él porque ya estuvo trabajando en el mismo puesto con un plan anterior. “Llevo 28 años trabajando en el sector de la construcción, pero me pilló la crisis de lleno. Fue un golpe muy duro para todo el sector y también para mí. Me dediqué después a montar exposiciones y habilitar espacios arqueológicos para que pudieran ser visitados, pero el sector de la cultura también se vio muy afectado por la crisis. Así que lo dejé y estuve dos años en el paro. Después aquí seis meses con otro plan de empleo, he pasado un año en el paro y ahora he vuelto y estoy muy contento”.

Explica que el desempleo es “una cuestión mental” que él ha sobrellevado intentando seguir activo. Se apuntó a clases de inglés y a varios cursos, se tomaba la búsqueda de empleo como un trabajo dedicando a ello una hora diaria y sacaba adelante las tareas de la casa.  “No ha sido fácil porque yo tengo una edad en la que todo se complica muchísimo y la situación del sector de la construcción –que se está moviendo poco en España y menos en Ciudad Real- no ayuda. O me contrato yo mismo o las empresas no quieren contratar personas como yo”, dice José Ignacio.

Alfredo Pulido, añade que no puede entender que, a una persona como José Ignacio, le cueste encontrar trabajo: “Lo que él aporta aquí no puede aportarlo un recién titulado. Lo que él tiene no se puede estudiar, lo que ha aprendido en toda su vida laboral es un plus enorme que solo puede aportar él. Por eso me parece un error grandísimo que una empresa no se fije en este tipo de perfiles. Su talento y sabiduría no se puede encontrar en ningún otro perfil”.

La otra cara de la moneda son esos jóvenes, sobradamente preparados, que estampan todas sus ilusiones contra la realidad del desempleo. Es el caso de Lidia Ruiz Ripoll, de 32 años. Tras siete años trabajando como investigadora en la UCLM, incluso dando clases y con dos estancias en el extranjero (EEUU e Italia), un buen día se ve sin trabajo y desamparada. “Los recortes por la crisis llegaron también la investigación. Mi último proyecto se acabó y fuera. No había más presupuesto. Después de invertir tantos años en estudio, en formación, después de todo el esfuerzo, te encuentras sin saber hacia dónde tirar”, asegura.

Volvió al mundo laboral tras un periodo de año y medio de paro a través de un plan de empleo en Bolaños, como técnico de Urbanismo. Acabó en marzo y ahora vuelve a trabajar gracias a este Plan de Empleo 2018. “Estoy muy bien. Yo soy muy activa y siempre necesito tener algo entre manos. El ambiente aquí es muy bueno, todo el mundo te ayuda en todo lo posible, hay un gran compañerismo”, afirma Lidia. Sobre la labor que desempeña, explica que ahora está revisando un proyecto de la cubierta del polideportivo de Las Casas, donde también se van a hacer unos vestuarios. Ella se encarga de comprobar si se cumple toda la normativa, si los cálculos están bien y de realizar un informe al proyecto. También está colaborando con otros compañeros en obtener los datos para cerrar la segunda ronda la capital, del tramo que queda en el norte.

Esta Ingeniera de Caminos se muestra optimista porque piensa que esta nueva experiencia laboral, unida a la que tuvo como técnico de urbanismo, complementan su currículum y le ayudarán a abrirse nuevas puertas en el mundo laboral. “Es algo bueno que tiene nuestra carrera, que toca muchos ámbitos y podemos reorientarnos a distintos perfiles laborales”, añade.

José Ignacio y Lidia tienen historias y recorridos distintos pero ambos testimonios ponen de manifiesto lo que el trabajo o, por desgracia, la falta de él, marca y condiciona la vida de las personas. También nos enseñan algunas de las caras más injustas del mercado laboral actual, que castiga a los perfiles con más edad aun siendo enormemente valiosos o no facilita que jóvenes con una gran preparación accedan a un puesto de trabajo. Los Planes de Empleo tratan en parte de aliviar estas situaciones y de devolver a estas personas, al menos temporalmente, la esperanza y la ilusión.

La actividad continúa frenética en algunos de los colegios públicos de Ciudad Real durante los meses de julio y agosto. Son las escuelas municipales de verano, ayuda vital para la conciliación en muchas familias y entretenimiento y ocio para niños y niñas. Pero sus patios y aulas no solo albergan estos días a decenas de pequeños, sino también a las personas que les acompañan, cuidan y ayudan durante las actividades y en el tiempo que pasan en el comedor.

32 de esas personas son trabajadores, desde el pasado 1 de julio, del Plan de Empleo 2018 en Castilla-La Mancha, financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Ciudad Real, el Instituto Municipal de Promoción Económica, Formación y Empleo (IMPEFE) y cofinanciado por el Fondo Social Europeo. Han sido asignados al programa de “Actividades solidarias: comedor de vacaciones y actividades educativas” y en él desempeñarán su labor durante seis meses. 15 de ellos son monitores de actividades y comedor escolar, otros 15 son monitores o directores de actividades y dos son educadores sociales.

Marisa Hurtado de Mendoza es una de las beneficiarias de este Plan de Empleo destinado a la contratación de personas desempleadas y en situación de exclusión social. Es educadora social y le ha correspondido ejercer como responsable de los monitores de comedor en los centros educativos que están ofreciendo este servicio durante el verano. Los lunes controla el listado de los niños que han ido a los comedores la semana anterior, revisa el de la semana en curso, y organiza el trabajo y el material necesario para la semana (gorros, batas, guantes). El resto de los días visita cada uno de los comedores para supervisar que todo está funcionando correctamente.

“Siempre he trabajado con niños, pero la experiencia de coordinar comedores está siendo nueva para mí y está resultando muy positiva. He podido conocer cómo funciona un comedor escolar, los protocolos en cuanto a la comida, la higiene, la seguridad… Y lo que más me gusta es el trato con los niños, poder charlar con ellos durante la comida o mientras esperan a sus familias, es lo que más me llena”, explica Hurtado. Asegura que se han formado equipos buenos con los nuevos monitores de comedor que se han incorporado del Plan del Empleo, que tienen ganas de trabajar y están ilusionados y contentos con esta oportunidad de trabajo.

Es el caso de Nuria Ruiz Molina, monitora de actividades y comedor en la escuela de verano del colegio Ferroviario. Licenciada en Derecho, monitora de actividades de ocio y tiempo libre y madre de dos hijos de 8 y 4 años, llevaba años solicitando los planes de empleo sin éxito y, tras un periodo de seis años en el paro, le esperan seis meses de trabajo gracias al Plan de Empleo 2018. “Durante todo este tiempo he tenido bajones, pensaba muchas veces si sería capaz de volver a trabajar. La ayuda económica es importante porque somos cuatro en casa y mi marido tienen un salario medio, pero lo que supone para mí volver a sentirme ocupada y útil lo es aún más”, asegura.

En la escuela de verano del colegio Don Quijote, Pedro Muñoz, se encarga de coordinar el trabajo de tres monitores de comedor y nueve de actividades, todos ellos beneficiarios del Plan de Empleo que se incorporaron hace 20 días a su puesto de trabajo. “Los comienzos a veces conllevan pequeños problemas, es lógico porque es gente nueva, que tiene que adaptarse, no todos ellos tienen la misma experiencia en el trabajo con niños… Pero todo se va acoplando, se acometen algunos cambios y las cosas salen y salen bien”, dice.

Destaca que todos ellos han llegado contentos, con muchas ganas de trabajar y buena disposición. “Algunos no tienen experiencia en el desempeño de esta labor y para ellos, además de los ingresos, estos meses de trabajo supone llevarse una experiencia laboral que les va a abrir las puertas en este sector, suma en su currículum. Ese es otro de los aspectos positivos de planes de empleo como este”, reflexiona Muñoz.

“El trabajo en la escuela, con los chavales, es grato y te aporta mucho”, continua el coordinador de la escuela de verano del Don Quijote. “Ellos ya lo están comprobando y yo se lo he intentado transmitir, además de lo que para mí es lo más importante, que entre manos tenemos personas, niños, a los que hay que ganarse cada día y con los que tenemos una responsabilidad. Yo les digo: hay que cuidarlos y atenderlos como si fueran vuestros”.

Silvia García Carrascosa, lo tiene claro. Esta monitora de 30 años está feliz con su nuevo trabajo y entregada al desempeño de sus funciones en el aula con los niños de 3º de infantil. “Las 8 horas se me pasan volando. Las manualidades, los juegos, las canciones, los cuentos, el recreo, el comedor… Y siempre estoy pensando en ideas y nuevas actividades para hacer con los niños, la verdad es que estoy encantada”.

Llevaba 8 años desempleada y cree que haber sido seleccionada en este plan de empleo puede ser el aldabonazo que le hacía falta para retomar su vida profesional. “Considero que no he estado parada, sin trabajar, porque con hijos y en casa siempre hay mucho que hacer. Como positivo veo que la maternidad me ha dado muchísimas herramientas que aplicar ahora en este trabajo, me ha entrenado para ello, para sentirme más cercana de los niños. Ahora vuelvo a estar activa en el mundo laboral y cuando pasen estos meses ya tendré una experiencia más con la que salir de nuevo a la búsqueda de empleo”, dice Garcia, ilusionada.

Desde 2006 estaba su compañera Julia Hernández, de 52 años, en paro. Durante varios años trabajó en un negocio familiar, un supermercado, que tuvo que traspasar cuando circunstancias familiares la llevaron a vivir a Barcelona. Varios cambios de residencia vinieron después y no ayudaron en la búsqueda de empleo. Tras años solicitando planes de empleo es ahora cuando ha llegado su oportunidad.

Es monitora de los mayores del cole, 5º y 6º, con los que, según explica, “es más difícil conectar, por la edad que tienen”, pero sabe que es cuestión de tiempo el ganarse su confianza y su cariño. Alegre relata todo lo que hacen en la escuela de verano: organizar el trabajo semanal y diario, pensar y desarrollar actividades como juegos y manualidades, las dinámicas de patio, las salidas a la piscina o al parque… “Me siento muy satisfecha. Lo económico está bien, son seis meses de trabajo y con derecho a otros seis de ayuda, pero yo necesitaba tener algo distinto en qué pensar y salir de casa. Y ahora lo tengo y estoy encantada”.

El programa de Actividades solidarias – con comedores de vacaciones y actividades educativas- es el que alberga mayor número de trabajadores del Plan de Empleo 2018 en Ciudad Real en esta primera fase, con sus 30 monitores y sus dos educadoras, distribuidos en los colegios Ferroviario, Don Quijote, Miguel de Cervantes y Juan Alcaide. Pero más allá de los números, están los rostros, están las vidas. Estas personas se sienten hoy un poco más completas y felices con seis meses de trabajo en el horizonte.