Un centenar de personas asiste a la inauguración del nuevo hito
Cuenta una leyenda que estando siete pastores reunidos en torno a una mesa cada uno estaba sentado en su término municipal. Era por los siglos XV y XVI, en el punto geográfico donde, a unos catorce kilómetros al este de Corral de Almaguer, un mojón indicaba la confluencia de los terrenos de siete localidades. El lugar donde el pasado 14 de octubre se inauguró la reposición de un nuevo mojón que sustituye a la piedra que, con el tiempo, u otras circunstancias, había desaparecido de su ubicación.
Convocados por el club ciclista El Pedal, de Corral, los aficionados a la bicicleta de los clubs de los pueblos colindantes se concentraron en el punto de reunión para realizar una marcha previa a la inauguración, que se desarrolló, posteriormente, con la presencia de los alcaldes o representantes de las localidades de Cabezamesada, Corral de Almaguer, Horcajo de Santiago, Pozorrubio, Uclés, Villamayor de Santiago y Villanueva de Alcardete, y la asistencia de un considerable número de personas. Entre las breves intervenciones, destaca la de José Luis Lominchar, presidente de El Pedal, que afirmó que “este hito que aquí colocamos no es un signo de división, sino de unión”. Por su parte, alguno de los asistentes aportó la idea de plantar algunos árboles alrededor del mojón para convertirlo en un lugar de referencia con mayor importancia.
Tras el acto oficial de la inauguración, los asistentes se trasladaron a la vecina casa de campo de El Títere, regentada por Ismael Rodríguez de la Torre, que amablemente cedió sus instalaciones para celebrar la ocasión compartiendo una paella solidaria, en un soleado y excepcional día caluroso del principio del otoño.
La iniciativa de este acto, reivindicativo de los caminos y cañadas reales, surge a partir de la publicación del libro La Mancha Alta en bicicleta, de Eugenio González, y se pone en marcha con el esfuerzo del club ciclista El Pedal, de Corral, la afición de Ismael Rodríguez por la historia de la comarca y la colaboración de los correspondientes ayuntamientos, que se comprometen a conservar el lugar como hito importante de este entorno. Esto supone un primer paso para concienciar sobre el respeto al patrimonio rural que configuran los caminos y cañadas reales que atraviesan la Mancha Alta, junto a los chozos, cuevas pozos y casas de labor que por ella se encuentran diseminados.