500 Agentes Medioambientales de CLM vigilan y controlan las poblaciones de especies amenazadas
Fruto del trabajo de los agentes medioambientales, en el mes de marzo el tribunal superior de justicia ratificó la condena a una compañía electrica por este motivo.
El cuerpo de Agentes Medioambientales estima que en España pueden llegar a morir hasta 33.000 aves por electrocución, lo que pone de manifiesto la gravedad de este problema para nuestra biodiversidad y ensalza el trabajo de los agentes como agentes de la autoridad y policía judicial genérica.
Así, en Castilla-La Mancha, los aproximadamente 500 efectivos que conforman el cuerpo y que representan a la Policía Medioambiental, en su labor inspectora llevan revisando estos años todo tipo de instalaciones que pudieran suponer un problema para la supervivencia de especies tan emblemáticas y amenazadas como son el Águila de Bonelli y el Águila imperial, especies en peligro de extinción.
El trabajo realizado por el Cuerpo de Agentes Medioambientales de Castilla La-Mancha que han supervisado y denunciado todos los casos, y la profesionalidad de los servicios jurídicos de la Junta en la provincia de Albacete, han conseguido la primera sentencia contra una compañía eléctrica en nuestro país por motivo de electrocución de un Águila de Bonelli, como ha sido el reciente caso de sanción de 143.000 € a IBERDROLA por “infracción grave”.
En el caso ocurrido por electrocución de un Águila imperial que quedó irrecuperable para su puesta en libertad, los Agentes Medioambientales realizaron la recogida para su posterior traslado al CRFS, la pertinente inspección y toma de datos, además de la redacción de la denuncia y sendos informes a lo largo del tiempo.
Posteriormente, en contencioso administrativo, IBERDROLA negó que el Águila se electrocutara allí, hecho que los Agentes Medioambientales dejaron claramente demostrado ante el juez que condena a la compañía finalmente, sentencia que ha sido ratificada dicha por el Tribunal Supremo.
La última actuación llevada a cabo por los Agentes Medioambientales en la provincia de Toledo durante la primera semana de abril, en la que se localizaron electrocutadas dos Águilas de Bonelli que habían sido previamente radiomarcadas y que eran objeto de seguimiento de un proyecto LIFE, demuestra que una vez más que se invierte dinero público y de fondos europeos en el seguimiento de fauna, sin haber puesto antes en marcha un proyecto serio que identifique claramente los puntos negros que amenazan a nuestras especies más emblemáticas en todo el territorio nacional, que sin duda forma parte del declive de la fauna ibérica como son las Águilas de Bonelli, imperiales o Milanos reales…
Al mismo tiempo, se sigue esperando si verdaderamente hay voluntad del Consejero de Agricultura Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, para poner medidas contra este problema que compromete gravemente la conservación de nuestras especies amenazadas, tema muy sensible y de vital importancia.
En base a este asunto, APAM-CLM denuncia que actualmente participan Agentes Medioambientales de otras comunidades autónomas y administraciones a requerimiento de la Fiscalía General de Medio Ambiente, a un grupo de trabajo creado a nivel estatal para abordar dicha problemática de mortandad de avifauna y atajar el problema de los tendidos eléctricos, mientras que en Castilla-La Mancha a día de hoy, no se cuenta con sus Agentes Medioambientales, haciendo caso omiso al fiscal de medio ambiente coordinador de dicho grupo de trabajo, lo que produce un claro perjuicio al medio ambiente castellano-manchego.
Una vez más, APAM-CLM solicita la colaboración de la ciudadanía para luchar contra los problemas de electrocución de avifauna y ante cualquier sospecha de mortandad de un animal, se dé aviso inmediato a los Agentes Medioambientales de su localidad o solicitar su presencia a través del teléfono 112.