En un ciclo de charlas prácticas organizado por el Ayuntamiento almorcileño, desde el nuevo Centro de Día, con la colaboración de la Asociación Tercera Joven y con el patrocinio de la Diputación Provincial.
El gobierno local del Ayuntamiento de Almonacid de Zorita (Guadalajara), desde el nuevo Servicio de Estancias Diurnas, en colaboración con la Escuela de Danza de la Diputación Provincial de Guadalajara y con la Asociación local, Tercera Joven, culminó hace unos días un ciclo de charlas prácticas sobre los beneficios que la práctica baile aporta a la salud de las personas mayores.
Las recién estrenadas instalaciones del Centro ofrecieron un espacio inmejorable para su convocatoria y posterior desarrollo, puesto que han sido diseñadas para albergar precisamente actividades de este estilo de la mano de monitores especializados. “Este ciclo, en sintonía con el propósito que nos motivó a iniciar el SED, pretende beneficiar la autonomía personal de los mayores. Por ejemplo, la práctica del baile estimula capacidades dormidas que son necesarias para seguir siendo autosuficientes en sus casas y en su entorno, y de esta forma, contribuir a mejorar su calidad de vida, que es lo que pretende el Ayuntamiento”, afirma María Fernández de Heredia, concejala de Bienestar Social del Consistorio almorcileño.
El ciclo de charlas lo ha impartido Mayte Becerra, profesora de la Escuela de Danza de la Diputación Provincial de Guadalajara. En tres sesiones, teóricas adaptadas a la audiencia, y también prácticas, la formadora transmitió los beneficios del baile para la salud, desde el punto de vista físico, mental y emocional. “La música y el movimiento conectan a los mayores con impresiones que les reportan felicidad, algunas de ellas que tenían olvidadas”, explica la profesora.
Desde el punto de vista cognitivo, el baile mantiene activo el cerebro. “Quienes lo practican deben recordar los pasos, memorizarlos, mantener el ritmo y la armonía, y todo este esfuerzo favorece su agilidad mental”, razonaba Becerra. Aún más evidentes son los beneficios físicos. “El baile, ante todo, un ejercicio que impulsa a los mayores a mover sus articulaciones de manera lúdica, sin que el movimiento les resulte pesado”, sigue. Por último, y como compendio de las dos ventajas anteriores, desde el punto de vista emocional, el baile aleja a los mayores de la soledad que sienten muchos de ellos. “La música, el movimiento, aparta la depresión y el aislamiento. Mientras escuchan música, cantan y bailan, incluso mientras se preparan para hacerlo, la soledad, la dejan fuera”.
Así, en la charla que cerraba ciclo, después de una intervención teórica de media hora, Mayte repartió instrumentos entre los más de 25 mayores que acudieron. Hora y media después de su comienzo, los mayores seguían cantando y bailando juntos, jotas, sevillanas, seguidillas, e incluso se escuchó la preciosa voz de Maria del Carmen, que llevaba mucho tiempo sin cantar en público. “Empezaron mustios, y ahora están felices. Hasta los más tímidos han querido cantar, recitar y bailar. Este era el objetivo de la iniciativa: que los mayores puedan sentir desde otro lugar, no desde la vergüenza ni desde la mente, sino desde el corazón. Este es el beneficio del baile para las personas mayores. Es una expresión de dentro a fuera y no al revés”, terminaba la profesora.
Visiblemente emocionada, la concejala concluía que “con este ciclo hemos presenciado uno de esos pequeños milagros diarios, a los que no damos importancia, pero que la tienen, y mucha: ¡cómo nuestros mayores, de la mano de la música, han sido felices!”.