Las hijas del fallecido artista alcazareño Antonio Fernández Molina, han donado al Ayuntamiento de Alcázar de San Juan la obra artística de su padre, nombrado Hijo Predilecto en el año 2006. Cerca de 500 piezas entregadas de forma simbólica en un acto celebrado en la Sala Luisa Alberca Lorente de la Casa de Cultura.
La alcaldesa, Rosa Melchor, acompañada del presidente del Patronato Municipal de Cultura, Mariano Cuartero, recepcionó el conjunto de piezas, algunas de ellas expuestas en la sala. En nombre de Alcázar de San Juan, la alcaldesa agradeció a Ester e Isabel Fernández esta donación al patrimonio de la ciudad, “es heredar el legado artístico que a su vez habéis heredado de vuestro padre”. Rececpcionar este conjunto de piezas, dijo, “es para nosotros un honor porque se trata de un alcazareño que siempre presumió de serlo”, afirmó la alcaldesa.
Por último, manifestaba que en Alcázar de San Juan hay muy buenos artistas que no se olvidan de su localidad por muy lejos que lleguen en su carrera artística, como sucedió con Fernández Molina.
Con esta donación, Ester e Isabel Fernández, cumplen uno de los sueños de su padre “que Alcázar tuviera una gran donación de su obra porque se sentía muy orgulloso de ser de aquí; en las solapillas de sus libros siempre ponía haber nacido en Alcázar de San Juan”. Ambas agradecieron al Ayuntamiento haber aceptado la donación y desearon que los alcazareños y alcazareñas disfruten a partir de ahora de la obra de su padre.
La donación incluye pinturas, grabados, láminas, esculturas o escritos. También elementos más personales como el caballete en el que pintaba, el último cuadro inacabado sin firmar o los pinceles utilizados en la última etapa de su vida. El Patronato Municipal de Cultura ha estado trabajando en su inventario y catalogación, así como en la donación posterior del escritor, artista y editor Raúl Herrero.
Antonio Fernández Molina, nació en Alcázar de San Juan en 1927. Fue un artista en todos los sentidos. Cultivó el ámbito literario y plástico, pero también el cine, el teatro y la crítica en la que asumió el papel incómodo e inconformista. La imaginación, lo cotidiano, lo espontáneo, pero también imaginativo, son los elementos clave en torno a los cuales giró su concepción artística y le situaron en la línea del postismo y posterior realismo mágico.