La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) valora el descenso del número de desempleados, aunque advierte sobre los problemas estructurales en el ámbito laboral de Castilla-La Mancha
El descenso del número de desempleados en Castilla-La Mancha, 9.261 personas en el mes de junio según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, ha de advertirse como un dato positivo. No obstante, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) alerta sobre los problemas estructurales del mercado laboral de la región con indicadores negativos que se consolidan mes tras mes: contratos temporales, paro femenino, estacionalidad y diferencias entre provincias y sectores.
Con un total de 178.922 parados, la precariedad sigue dominando la creación de empleo: hasta el 95% de contratos firmados en junio fueron temporales, porcentaje superior al registrado en mayo (94,1%). El trabajo parcial se ha convertido en el sostén de la contratación en Castilla-La Mancha y su aumento, y consolidación, evidencia la baja calidad del empleo creado.
El sector servicios vuelve a liderar la bajada del paro (6.051 empleados más respecto a mayo) mientras agricultura, industria y construcción muestran descensos menos relevantes en un ejemplo de la estacionalidad de la que adolece el mercado de trabajo en Castilla-La Mancha.
La mayor bajada del número de desempleados se ha producido en Toledo (-3.197), seguido por Ciudad Real (-2.203) y Albacete (-1.945), mientras que el descenso no ha sido tan significativo en Guadalajara (-1.067) y Cuenca (-849). Precisamente Toledo y Ciudad Real son las provincias con mayor número de parados: 65.041 y 50.777 personas, respectivamente; lo que representa el 64,7% del total de desempleados en la región evidenciando diferencias notables entre territorios. Asimismo, el paro femenino sigue siendo preponderante con el 61,8% del total.
La Seguridad Social registró en junio una media de 13.740 afiliados (2,07%) y el total de ocupados se situó en la región en 677.210 cotizantes.