El pregonero aseguraba que “las jotas pujadas son un canto al optimismo y una llamada a la colaboración”
La Carpa de Carnaval de Miguel Esteban abría anoche para dar comienzo al acto de Homenaje a la Jota Pujada, una cita que abre oficialmente las celebración del carnaval de la jota pujada, una peculiar fiesta que se celebra desde hace siglos en el municipio.
El acto tenía como principal protagonista a los Capitanes 2015, Eusebia Expósito y Juan Caravaca, quienes fueron homenajeados por su pueblo. Tras expresar la alegría con la que afrontan los próximos días, los Capitanes recibían una placa de manos del alcalde miguelete, Pedro Casas, y de la concejal de Festejos, Mari Paz Patiño.
El alcalde de la localidad Pedro Casas, en su alocución hablo de las raíces y del importante papel que desempeñan los capitanes “que son el símbolo de esta fiesta” y apuntó que “cada año con el esfuerzo de todos, la Jota Pujada se está haciendo más grande y es más conocida”. Asimismo, se refirió al pregonero definiéndolo como “un miguelete que conoce muy bien las tradiciones y costumbres de nuestro pueblo y que se ha preocupado de investigar y cotejar datos sobre esta fiesta tan nuestra”.
Por su parte el pregonero, Juan Luis Lucendo, recordaba que, “fue en la Edad Media cuando esta festividad hizo eclosión en el ambiente religioso de la época” y aseguró que en Miguel Esteban, a mediados del siglo XVIII, la obra pía de las ánimas benditas organizaba festejos de todo tipo para recaudar dinero que dedicaba a fines asistenciales y a sufragar misas por la salvación eterna de sus miembros. Aquellos hombres conocidos como ‘soldados’ y dirigidos por los llamados ‘capitanes’ llevaban a cabo actividades variadas, incluyendo bailes, representaciones teatrales o subastas de artículos donados por la población, mientras que el ‘animero’ se encargaba de recoger las limosnas.
Lucendo en su pregón, aseguraba que las jotas pujadas “son también un canto al optimismo ante las dificultades” y apuntó que todo lo que las rodea “configuran una llamada a la hermandad y a la colaboración para avanzar juntos”.
El primer pregonero oficial de la Fiesta de la Jota Pujada también agradeció a los capitanes “su generosidad y su decisión por mantener viva esta tradición centenaria” y por recoger “un legado transmitido por generaciones, un tesoro patrimonial único, tan singular y diferente como querido”.