Jesús Martín ha visitado el parque arqueológico para conocer los trabajos que se han llevado a cabo a través de un grupo de alumnos, de la Universidad Autónoma de Madrid, que han participado en un máster de arqueología y patrimonio.
Un grupo de alumnado de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha concluido este miércoles en el Parque Arqueológico Cerro de las Cabezas de Valdepeñas la campaña de Máster en ‘Arqueología y Patrimonio’, a través de la colaboración existente entre la Ayuntamiento de Valdepeñas y la universidad a favor de la docencia y puesta en valor de este yacimiento íbero.
El alcalde en funciones de Valdepeñas, Jesús Martín, ha visitado el parque para conocer los trabajos que se han llevado a cabo y donde ha recordado que el consistorio tiene suscrito un convenio de colaboración con la UAM “para llevar a cabo un trabajo de campo en el que el alumnado se dota de conocimiento y nos aporta un trabajo de investigación”. En este sentido indicó que “cuando uno piensa en arqueología, está pensando posiblemente en la dama de Elche, tratándose del mundo íbero o de una moneda, pero no es tanto la parte material, que es la que de alguna manera nos verbaliza visualmente lo que esto fue 300 años a.C, como el hecho de quiénes eran, qué éramos nosotros, cómo vivían, cómo comían, cómo trabajaban, cuál era su urbanismo, cuál era su índice de natalidad… En definitiva, todo eso es un trabajo de investigación, que hay que hacerlo más allá de coger un pico y una pala y ponerse a excavar para sacar nuevas potencialidades del yacimiento”.
Jesús Martín ha destacado la importancia de “no tanto ir descubriendo nuevas cuadrículas, sino que nos aportara el conocimiento de quiénes fueron aquellos primeros pobladores de la península ibérica, que hoy se llama España”. Por ello definía al Parque Arqueológico Cerro de las Cabezas como “una cuna de conocimiento para el mundo íbero, y que, lógicamente, esto no es solo de los valdepeñeros, esto forma parte de la idiosincrasia del país, del mundo accidental y de Europa”.
Juan Blanquez, catedrático de la UAM, incidía en que el yacimiento arqueológico “es de primera categoría” para desarrollar en todas las actividades relacionadas con la docencia.
“Es un yacimiento paradigmático para, justamente, también la docencia, transmitir y aprender”, subrayaba Blanquez, apuntando que “justamente por su importancia aglutinó el interés de gentes de fuera. De gente de fuera de la península o de gente costera, que ya se había asentado en la península”.
En base a los descubrimientos, el catedrático afirmaba que “estamos en una línea de investigación bastante novedosa, y es que sobre esta base ibérica, de los íberos de los propios de la tierra, aquí llegó este mundo púnico, norteafricano, y se llegó, no tanto al principio físicamente, sino sus ideas, puntuales comercios, pero empezamos a detectar que parte de la arquitectura que está aquí, el propio sistema de almacenamiento de los cereales tiene una raíz que no es tanta íbera sino púnica, o sea, de gentes orientales asentadas en el norte de África y en la península ibérica, en la costa”.
