Victoria Pariente, fundadora de Bodegas José Pariente, inspira la nueva elaboración de la Bodega.
Un rosado con mucha fruta que sorprende por su frescura y complejidad, ideal para disfrutar en cualquier momento.
“Victoria” nace de la ilusión de Martina e Ignacio Prieto Pariente por plasmar la admiración hacia su madre en un vino elegante, seductor y complejo. Con un sofisticado diseño que impacta por su sencillez, naturalidad y elegancia, nos encontramos ante un rosado elaborado con uva Tempranillo, Viognier y Garnacha, con aromas a fresa, frambuesa, granada y mora que se presenta como un vino arriesgado y atrevido que evidencia el espíritu joven de sus creadores y que surge con el principal objetivo de hacer disfrutar.
Con recuerdos a pétalos de rosa y jazmín, Victoria impacta por su suave y agradable estallido en boca a base de notas de cereza, algo que lo convierte en una apuesta segura a la hora de acompañar aperitivos, pescados, marisco, ensaladas, pastas o arroces.
Los vinos rosados han ido ganando adeptos en los últimos años. Su versatilidad, elegancia y complejidad han conseguido que se consoliden como vinos de perfil gastronómico para acompañar infinidad de platos, además de ser una opción más que apetecible para degustar por copas, algo de suma importancia teniendo en cuenta nuestra cultura mediterránea.
Intenso y con raíces
“Para la elaboración de Victoria seleccionamos racimos de tres variedades: Tempranillo, Viognier y Garnacha, de viñedos viejos con rendimientos muy bajos. Llevamos a cabo un prensado del racimo entero, el mosto fermenta y posteriormente, el vino cría con sus propias lías durante 4 meses”, explica Martina Prieto Pariente, Directora Técnica de la Bodega.
