No se trata de un nuevo título para la saga de películas del agente secreto más famoso del mundo “007”. Es la cruda realidad de la infame Ley Orgánica 10/2022 de Garantía Integral de la Libertad Sexual, también conocida como ley del “Sólo sí es sí” o del “consentimiento sexual”.
El gobierno de Sánchez nos vendió que se trataba de una ley feminista cuyo objetivo es proteger a las mujeres, garantizar sus derechos y endurecer las penas de los depredadores sexuales.
Desde su entrada en vigor, el pasado mes de octubre, hemos asistido a una catarata de rebajas de penas para estos acosadores sexuales. Para ser más exactos, más de 400 condenados por delitos contra la libertad sexual han visto rebajadas sus condenas y otros 40 han sido directamente excarcelados.
Cuando empezó esta revisión de penas a la baja, el propio gobierno hizo hincapié en que convenía esperar hasta conocer la posición de los tribunales para determinar si tal vez resultara conveniente una reforma de esa ley.
Pues bien, hoy ya sabemos la respuesta. Se trata de una ley ideológica, populista, mal concebida y peor ejecutada, una auténtica chapuza de la ministra Montero y su clan.
La única vía de escape que tienen es culpabilizar a los jueces de su desastre cuando ellos solo han aplicado las leyes que ellos han creado.
Señora Montero, pare de buscar culpables, de tachar de facha y machista a todo el que no piense como usted y modifique, de manera inmediata, esta ley chapucera para garantizar la seguridad de todas las mujeres. Después, márchese del gobierno y no vuelva nunca más.
Ojalá el próximo 8 de marzo tenga algo que celebrar.
Marina Villarrubia Martín de Hervás
Coordinadora General NNGG de Toledo