La casa la están visitando una media de 300 personas al día
Niños y mayores están visitando estos días la Casita de Papá Noel en Villafranca de los Caballeros. Cada Navidad, Santa vuelve a la vivienda que con tanto mimo preparan y adornan sus elfos.
Con su larga barba blanca, el gran elfo de la Navidad ha recibido a niños y niñas de toda la comarca repartiendo sus abrazos y besos, y preguntando lo más importante, cómo se han portado a lo largo del año, especialmente con la familia.
“Los niños siempre se portan bien, no conocen la maldad. Lo más especial que me han pedido son regalos para otros niños, tienen conciencia de solidaridad, siempre se acuerdan de los más necesitados”, cuenta Papá Noel tras recibir a los más pequeños.
Por esta casa tan especial han pasado, cada día, más de 300 niños y niñas acompañados de sus familias cada día desde el pasado 16 de diciembre cuando abrió sus puertas en Villafranca de los Caballeros.
De que esté todo a punto para su llegada se encargan, junto con el Ayuntamiento, un pequeño grupo de voluntarios. Un bonito trabajo que comienzan a realizar a finales del mes de octubre, intentando que cada año la decoración de la casa sorprenda a el viejo del norte, así como a niñas y niños.
Como novedad, el hielo que adorna los iglúes de los patios ha llegado desde Laponia. Unos bloques de hielo que también han viajado con Pegaso, que está causando un auténtico fervor entre los más pequeños.
Recaudación solidaria a beneficio de Fundación ‘FundAME’
El 50% de la recaudación obtenida con la entrada se destinará a la Fundación de Atrofia Muscular Espinal, ‘FundAME’, que ayuda a pacientes que sufren esta enfermedad neurodegenerativa y de origen genético que afecta a dos de cada 100.000 habitantes.
La AME afecta a personas de distintas edades y se caracteriza por una debilidad muscular grave y progresiva que impacta profundamente en todas las actividades de la vida diaria y puede provocar desde dificultades para ponerse en pie y caminar hasta impedir que realicen funciones vitales básicas como tragar,
sostener la cabeza o respirar.
