El pleno municipal de diciembre comenzaba, en la tarde del miércoles 21, con el minuto de silencio habitual en recuerdo a las víctimas de la violencia machista y a los fallecidos por la pandemia de Covid. Los 5 primeros puntos se resolvieron sin debates, incluyendo el calendario fiscal para el 2023, que establece, por ejemplo, el pago del impuesto de vehículos a partir de junio o el IBI a partir de septiembre. Se aprobó con 3 abstenciones y 18 votos favorables.
La discusión llegó en el siguiente punto, con una propuesta del Partido Popular para pedir atención a algunas cuestiones, como la limpieza en el barrio de El Santo. Todos los grupos la apoyaron, aunque algún portavoz aludió al tono agresivo hacia el gobierno de la propuesta. El concejal de Obras, Javier Ortega, señaló que se está procediendo a intervenciones integrales en determinadas zonas y que en ese proceso entrará el barrio de El Santo, donde ya se han realizado obras.
A pesar de tratarse de un asunto de estricto ámbito local, el ponente no perdió la oportunidad de añadir argumentos de otra índole, como el rechazo a las enmiendas del PP en los presupuestos de la Comunidad
Autónoma o la equiparación del gobierno local con “el sanchismo”, a lo que la alcaldesa respondería después con una comparación entre las obras que se están realizando actualmente y las que se hicieron durante el periodo de gobierno municipal del PP, computables en un paso peatonal.
Puede que la proximidad de las fiestas navideñas, epítome de la paz y la armonía, haya sido la causa de que los debates plenarios transcurrieran en un tono menos áspero de lo acostumbrado. Además, sus señorías se lo tomaron con agilidad y agotaron el orden del día en menos de una hora y cuarenta minutos, lejos de las 4 o más horas a las que nos tienen acostumbrados.
El último punto, antes de los ruegos y preguntas, era una moción de
Equo para la creación de una “objetoteca”, un recurso para reducir el exceso de consumo y reutilizar herramientas de uso limitado aunque necesario, tal y como explicaba el ponente, Francisco García Navas, como muletas, sillas de ruedas o taladradoras, entre otras.
La moción no prosperó: los grupos consideraban que la propuesta estaba poco definida y que implica emplear recursos y personal en algo que, habitualmente, se resuelve con la amistad y la buena relación vecinal o familiar. La moción se rechazó por 17 votos en contra, 2 a favor y 2 abstenciones.
