“Estirpe de Titanes” de Ismael Mansilla está ambientada en Almadén, durante el periodo de 1830 a 1836, pero muy bien podría haber estado ambientada en Puertollano, dos ciudades hermanadas por lazos de sangre, la sangre que tantos y tantos mineros han dado en las dos localidades y que en ambos casos han sido forjadas por estirpes de titanes.
Mañana domingo, día 5 de junio, a partir de las 19,00 horas, el historiador y novelista almadenense, Ismael Mansilla, visita la 34 Feria del Libro de Puertollano, para tener un encuentro con sus lectores y firmar ejemplares de su gran novela, “Estirpe de Titanes”, en la caseta del Grupo Oretania, donde, también, presentará la segunda edición de su novela.
Novela que, en apenas unos meses, ha sobrepasado todas las perspectivas puestas en ella, tanto por el autor, como por la editorial quien, tras varias reimpresiones agotadas inmediatamente, ha decidido hacer una nueva edición, revisada y mejorada. Novela que ha ayudado a muchos almadenenses a conocer sus propias raíces y sentirse orgullosos de aquellos antepasados, ‘Titanes’, que supieron forjar una historia llena de pasión y amor, pero también de dolor y muerte. Conociendo y reconociendo lugares emblemáticos del patrimonio monumental almadenense, como es el caso de Paulino Muñoz, quien, inspirado en la magnífica foto de la portada de la novela, la desaparecida ‘Puerta del Cerco de San Teodoro’, ha realizado una maqueta, con el fin de que las generaciones futuras conozcan esa pequeña parte de la historia almadenense y que Ismael Mansilla, retrata en su novela.
Ismael Mansilla, participó en la ‘Semana de autores locales’, organizada por el ayuntamiento almadenense, con motivo de la celebración del décimo aniversario del nombramiento de ‘Patrimonio del mercurio. Almadén e Idrija’, inscrito en el Patrimonio Mundial de la Unesco, donde al público asistente explicó las motivaciones que le llevaron a escribir una novela basada en hechos reales, un retrato de la historia de Almadén, de su entorno y de España, con personajes históricos, humanos, fácilmente reconocibles y llenos de emociones, vivencias de un pasado que aún nos parece muy cercano y que Ismael Mansilla retrata magistralmente en su obra.